Enterrada

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Snk pertenece a Hajme Isayama

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La leve luz del candil que les acompañaba apenas dejaba entrever algo en la maleza cercana al río. Sus ojos se posaron en el horizonte, intentando atisbar algún tipo de amenaza. Pero no, el maldito Erwin siempre tenía razón, realizar inspecciones nocturnas era la manera más rápida de acatar un problema. No serían jamás molestados por los titanes. O al menos, no por los más comunes. Aunque tal vez esa situación no sería siempre tan idónea.

Aunque el enemigo en ese momento aún no había esclarecido, estaba completamente seguro que las ascuas que encontraron un rato atrás, no habían sido provocadas por las colosales criaturas; sino por humanos. Agarró sus riendas mientras continuaba junto a la vereda del río. Comenzaba a curvarse alejándose de la muralla más cercana. ¿Tal vez su campamento estuviera en alguna zona deshabitada? No, demasiado arriesgado. El enemigo no podía encontrarse rodeado de aquellas amenazas constantemente. Se detuvo al instante mientras alumbraba frente a él con su luz.

- Moblit – comenzó a articular –Tú has trabajado bastante con Mike, estoy seguro de que puedes rastrear bien. ¿Por qué no hay huellas? El río se bifurca aquí.

- Capitán........ - su mirada analizó con rapidez aquella maleza desordenada – ¿A qué se refiere?

- En algún momento el imbécil que se ha llevado a Hanji ha tenido que salir de este río, pero ha disimulado sus huellas. Son dos adultos subidos encima de un maldito caballo. Son más de doscientos kilos. Salieran por dónde salieran deberían dejar huellas.

- Dos humanos no dejarían huellas tan evidentes. Si se fija bien hay algunas zonas en las que la maleza es más baja y se puede andar sobre las piedras. Apenas se mojarían por el contacto. Pero la sequedad del aire evaporaría rápidamente sus huellas.

- ¿Y el caballo?

- ........

- Pasas veinticuatro horas pegado al culo de Hanji, ¿qué diría ella?

Moblit se agachó mientras examinaba las piedras más cercanas a la orilla, algo despigmentadas y con una apariencia abrasiva. Dañadas recientemente.

- Cal viva – finalizó – Sacrificó a su montura y anduvo el resto del camino hasta la ciudad. No hay más de un kilómetro hasta la muralla. La capitana no es demasiado pesada. Tal vez alguna entrada lateral en desuso....

- ¿Insinúas que mató a su caballo?¿Entonces dónde está el cadáver?

- La cal disuelve prácticamente todo, incluso gran parte del hueso. Es posible que arrojara los restos del cadáver a la orilla. La corrientes es bastante grande, así que deben yacer esparcidos por las hectáreas que recorre.

- ¿Podemos estar seguros de que ha vuelto a la ciudad?

- Sí – escupió mientras mostraba un par de cristales rotos unidos a una base de cuero. - Estas gafas son de la capitana.

- ....... - sus apagados ojos sujetaron la pequeña pieza con fuerza mientras comprobaba que faltaban parte de las piezas - ¿No se le cayeron aquí? Faltan cristales.

Su vista se alzó buscando una explicación. Tal vez un golpe mientras galopaban por el río. O, incluso cuando la agredió y la dejó inconsciente. Sus pies comenzaron a recorrer la orilla dónde comenzaba los pequeños restos del disolvente con el que había asesinado a su propio caballo y comenzó a dirigirse hacia el exterior. Mientras él mataba a aquella inocente criatura, debería haber arrojado a Hanji en algún lugar cercano.

Decisiones y arrepentimientosWhere stories live. Discover now