Para siempre

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Snk pertenece a Hajime Isayama

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- ¿Nuestro hijo? - repitió algo confuso. Notaba que su voz usualmente grave palidecía con cada sílaba de aquella frase.

Ella le miraba con una sonrisa algo triste que poco a poco desaparecía de su rostro. Deslizó sus dedos contra la fina colcha de lino e indicó que se sentase junto a ella. Pequeños golpes indicándole tomar asiento a su lado.

Levi se aproximó sin dejar de mirarla a los ojos. Sentía cómo si perdía de vista aquellos orbes, el paraíso que generaba su mera presencia en aquel cuarto desaparecería; y tendría que confrontarse con una realidad que no le era nada agradable. Una que le trasladaba a aquel infierno quehabía supuesto su infancia. Una sensación de abandono que cada día intentaba superar sin éxito.

- No lo entiendo – admitió mientras tomaba asiento - ¿Nuestro hijo? - volvió a repetir – ¿Es alguna estúpida apuesta de Mike y Nanaba?

- Levi..... - buscó su mano, notaba que temblaba mientras sostenía su muñeca – Tengo que tomar una decisión y espero que la entiendas.

- Se clara, Hanji.

- Aquí dentro – dirigió su mano hacia su vientre con cuidado – Está nuestro hijo – finalizó.

Mientras tocaba aquella delicada masa de piel notó que el tiempo se detenía. Jamás había palidecido ante ningún ser vivo que se impusiera frente a él. Pero aquella pequeña vida era suficiente para que su respiración se acelerase mientras bajaba sus apagados ojos azules hacia la zona que ella le indicaba. Mientras presionaba su mano contra su camisa notaba una ligera curva antes inexistente. Y miles de recuerdos le agolparon de golpe. Su cuerpo cada vez más pesado. Tal vez inapercibible para otros, pero no para él. Su pecho algo más hinchado de lo normal.

El rostro perlado que parecía brillar más que de costumbre. Y aquellos extraños momentos en los que ella parecía evadirse mientras leía sus propias anotaciones. Y lo peor de todo, aquella maldita insistencia en ir sóla a aquella misión suicida.

- ¿¡Acaso es idiota!? - comenzó a vociferar – ¡Mataré a Erwin! Te ha dejado enfrentarte a ese hijo de puta estando-

- Él no lo sabía. - sus palabras sonaron claras, sin el menor atisbo de dubitación.

- Pero tú sí.

- .......

- ¿Cuándo?

- Me dí cuenta hace algunas semanas. Creo que llevo así....... más de dos meses. No se si recuerdas, cuando...... cuando acababa de despertar después de secuestrarme.

- Agh, aquella maldita vez.... -pareció recordar - ¿Qué hay de aquel maldito medicamento que tomas siempre?

- Ya te lo expliqué, aún no se ha investigado lo suficiente. De todas maneras, nunca tiene un 100% de efectividad.

- Debiste contarmelo.

- Sabes perfectamente porque no te lo dije.

- Sabías que te detendría si lo sabía– su cabeza bajó hasta sus manos intentando sostenerle. La presión inundaba sus sienes sin parar – Eres una idiota....

- Respecto al niño, yo...

- Me casaré contigo.

- ¿Cómo?

- Eso es lo que esos idiotas hacen cuando tienen hijos. No quiero que mi hijo piense que su padre es un imbécil irresponsable.

- Levi, espera – intentó detenerle sin éxito.

Decisiones y arrepentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora