4

608 19 0
                                    

No tenía noticas y no quería llegar al las oficinas, estacioné mi auto y respiré lo más profundo que pude, mire hacia adelante, me baje del coche, camine por mis pasillos del edifico, entre, todos me miraron con atención.
- lo único interesante qué pasó, es que una pareja se peleó y llegue a la conclusión de que el amor no existe.
- tienes razón - dijo Billy
- no te preocupes mañana será otro día y a lo mejor tendemos más suerte
- lo dudo, es imponerle "atrapar" o "ver" alguien que no saben quien es, que no sabes no siquiera si color de ojos.
- puede ser azules
- o marrones - dice papá, parecía que no se tomaban esto en serio, el fbi estaba detrás de una persona que no sabían quien era, en mi vida había visto algo tan ilógico, y fuera de su lugar como lo era este caso, ósea, no se, dicen que tienen el peronismo de atraparlo, pero atrae a quien, lo único que saben es que es una persona, eso no tiene sentido ni para mi.
- mañana será otro día - John - y quizás tendríamos suerte - lo dudo pensé.
- suerte mañana - Billy y le sonrió, suerte de que! Pensé y me fue de allí.
Llegue a casa y me hice un café fuerte, era el colmo que todavía seguía en este juego sin fin, en algo que no tiene ni pies ni cabeza, un proyecto que iba directo al fracaso y si, así de enojada estaba, estos viejos están esperando un milagro que no iba a suceder.

Me levante con ojeras, me puse la ropa de entrenamiento y me subí al auto de papá, se me quedó mirando.
- si no queres hacerlo más, está bien - me soltó de una
- no pa, ahora yo quiero saber quien es - dije y encendió el auto, y era cierto, yo también quería saber quien era ese gran señor.
Le estaba pegando a la bolsa como si no hubiera un mañana, me dolían las muñecas, Jack solo me miraba y sacudía la cabeza algo estaba haciendo mal.
- si estás enojada está bien, pero te vas a quebrar una mano, además no lo estás haciendo bien - me detuve, moví la muñeca y lo mire.
- lo siento - le dije
- esta bien, solo hazlo como se debe, cierra el puño y el brazo tiene que ir recto a la bolsa.
Le volví a pegar y creo que esta vez lo había hecho bien.
Me duche con agua súper fría, me mire mi pelo estaba súper largo, no habia querido cortarlo por casi dos años, el tiempo que llevaba fingiendo en el colegio, me paré enfrente del armario, tomé un vestido corto rosa con rayas azules y blancas y unas zapatillas blancas algo altas, me vestí, me seque el cabello, y me hice una coleta alta algo despeinada.
Estaba lista para ir a tomarme un café en Starbucks.
Me fui ya con el micrófono activado, me dieron una mocca frió grande y una galletita, y me dijeron la mesa que tenía que sentarme para que viera toda la tienda.
Como siempre las típicas personas con sus Macs, una chica con sus audífonos, otro chico con su celular, y una mujer como con cuatro hijos, los niños estaban sentados, en la mesa y la mamá con un café me la mano, entro un señor a la tienda, bien arreglado, su aspecto parecía algo gay, se acercó a la señora y le dio la mano, ella casi ni lo miro.
- papy - dijo uno de los niños, y se llegó a los cuatro con ellos, la señora tomó una servilleta y se secó las lagrimas, debe ser ser feo dejarse con alguien que tuviste cuatro hijos, y tu pensando que te ibas a quedar con el toda la vida, que su amor era sincero y uno de las más puro, que tenías todo un futuro planeado, que todo era color de rosas, que nada era gris, que te ibas a quedar hasta viejita a su lado, que nada los iba a separar, pensar todo eso, y ahora estar esperándolo en un Starbucks para que se lleve a sus hijos porque llego el día de su visita, y tener que saludarlo con la mano, siendo que ya lo conoces mejor que nadie, y te encuentras llorando sola, en una vida que no tenías pensada, y secándote las lagrimas con café mediano en la mano, y ahora para ella la vida era gris, la vida le había jugado una mala pasada y ella tenía que ser fuerte.
El chico rubio se fue, dejando su café en la mesa, me estaba aburriendo demasiado, ya hacía como tres horas que estaba  ahí, y seguía sin pasar absolutamente nada, no se que me estaba aburriendo, pero este jueguito ya me tenia harta. Mire a una de las muchachas me miraba como con lastima, lastima de que.
- estoy aburrida eso es todo
- a lo mejor pasa un milagro - dice, sus ojos negros me miraba con atención.
- los milagros no existen - le dije y sonrió
- Nunca se sabe
- y si no pasa nada en muchos meses,  as a seguir viniendo?
- no lo se, quizás si, porque ahora hasta yo quiero saber quien es.
- y no saben ni su color de cabello - sacudí la cabeza negativamente.
- no sabemos nada
- un milagro - dijo
- Dios te oiga - dije y se rio.

Dancing With The Devil  Where stories live. Discover now