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Cerré la puerta de la casa y me quedé mirando un punto fijo en el techo, una sonrisa salió de mi, me puse el pelo hacia atrás, esta mal, pensé, todo esta mal, no podía sonreír por el, no podía, punto. Me di una ducha de agua súper fría. Apoye la cabeza en la almohada, cerré los ojos, mi cuerpo se erizó al recordar el sabor de beso, se me cayeron algunas lágrimas, intentaba ser fuerte, pero no podía, me volvía débil cada vez que el me miraba.

Entre y todos estaban ahí, me senté en una de las sillas, me miraron, sabían que tenía algo para decir y no se equivocaban, respiré profundo y los mire.
- tenemos que ya meterlo preso - solté, se me quedaron mirando
- no estamos seguros si es el o no
- si lo es
- estás segura
- si
- tienes pruebas?
- no?
- entonces no podemos hacer nada, tenemos que reunir pruebas
- es en serio?
- si - hide una pausa y mire de nuevo a Billy - te las traigo en una semana
- hecho
- bien - dije, mire a papá y me fui, tendría que ser rápida, tomé mi celular, y apreté su nombre algo nerviosa.
"Salimos" - se lo mande lo rápido, bloque el celular y lo guarde, me subí al coche y me fui directo a casa.
"Cine"
"Hecho"
Me tiré en la cama, y mire al techo con el celular encima del pecho.  No sabía que hacer, para conseguir esas pruebas, e ir a su casa, me senté en la cama de golpe, eso era, tenía que ir a su casa.
Me duché con agua caliente, salí y entre al armario, saqué una falda blanca corta, una camisa negra con la palabra "Givenchy" en blanco, y unos converse blancos, me senté enfrente de mi espejo, me seque el pelo y me forme las ondas grandes, y me hice dos trenzas, desde arriba hasta donde empezaba mi cuello, me las ate con una liguita negra, le di más formas a las ondas, me mire al espejo, me habían quedado lindas, me puse un poco de base, me puse sombra de ojo marrón claro, y algo de fuerte, arriba y abajo, me puse máscara negra para alargar las pestañas, me pinté los labios de rosado casi natural que tenía brillo.
Me mire al espejo una última vez, todo me había quedado perfecto.
Me puse perfume, tomé mi celular y baje.
"Estoy afuera" - respire profundo, y sali, me subí al auto, un olor menta invadió mi pulmones.
- hola - le dije y sonreí, me miro
- hola - se me quedo viendo por un segundo, volvió su vista para enfrente y nos fuimos.
- qué película veremos? - le pregunte, ni siquiera me miro
- Joker, sabes quien es?
- es el enemigo de Batman - en uno de mis  tantos personajes, uno de ellos fue ser una nerd que le gustaba los superhéroes
- si - dijo y sonrío - creí que no ibas a saber - sonreí
- oye no me subestimes, estoy llena de sorpresas
- así? - dijo y me miro
- si, soy muy misteriosa - dije y le sonríe, qué mierda estaba haciendo, que estaba diciendo, las palabras salían de mi boca
- me gustan los misterios - me lo quedo mirando, eran tan lindo, su piel clara y perfecta, sus ojos rasgados color miel eran hermosos, y su pelo negro, sedoso, era todo lo que querías tocar por las noches antes de dormirte.
- porque me miras así? - dijo y sonrió pero no me miro
- así como?
- no se, solo me miras
- solo te miro - traté de dejar de verlo pero no podía, me atrapaba totalmente. Mire como pude para el frente.
Estacionó el coche y nos bajamos, estaba todo negro, unos jenas negros, una camisa también negra con unas letras rojas, un cinturón, y unas botas militar bajas medias marrones súper fuerte, se acercó a mi, su aroma a hombre me invadió.
- vamos - asiento y lo sigo, mire sus manos, eran grandes, tenía un anillo dorado en su dedo índice, me acerque a él, y me puse bien a su costado, entramos, noté que todas las mujeres, sean grandes, adolescentes perro o gato, se lo quedaban mirando, y ni quiera disimulaban, lo miraban como si el fuera lo más hermoso de este mundo, unos celos raros me invadieron, lo tomé del brazo, me miro y sonrió, compramos unas palomitas y unos frappe de caramelo, me entregó y se rio.
- de que te ríes? - le preguntó sería, se me quedo mirando
- no nada
- puedes decirme
- no es nada
- esta bien - le dije y tomé un sobro el café, nos fuimos a la sala 8, entramos nos sentamos, la sala estaba llena, una chica se sentó al lado de él.
- eres coreano? - le preguntó la chica y se lo quedo mirando
- si
- de que parte?
- Seoul
- la gran ciudad - dijo y se rio
- pues si - le sonrió
- soy Leila - la chica actuaba como si yo no estuviera ahí, no me miro ni por un segundo, me los quede mirando, mire para enfrente enseguida, al darme cuenta que quizás estaba celosa.
- Park Min-Hyuk - dijo y le extendió la mano, ella se la tomo.
- no creía que los coreanos eran tan lindos como en la series - dijo, rodee los ojos
- crees que me parezco a ellos
- si mucho, pareces el típico CEO de un drama
- Gracias - dijo y se rio
- quieres? - me arrimo las palomitas, no lo mire
- a mi me hablas - no podía creer lo que había dicho, parecía que estaba celosa, y quizás un poco si lo estaba, se rio
- si a vos te hablo
- ah - seguía sin mirarlo, subió el posa brazo, me agarró fuerte de la cintura y me pego a el - qué haces?
- ven aquí
- no - le dije, pero no hizo caso, intenté correrme y me rodeo con sus brazos fuerte, y me sentó en sus piernas, lo mire confundida.
- como hiciste eso?
- hacer que
- ponerme aquí - quería seguir enojada pero no podía, sus ojitos me estaban mirando, y parecía que el mundo se paraba, que nadie estaba en aquella sala, que no habían problemas que solo éramos yo y el, mirándonos como si lo fuéramos todo,sentía como el control de la situación se salía de mis manos, le pase la mano por la cara con suavidad, y lo besé, lo besé con una necesidad que jamás había sentido, con ganas, como si fuera el último beso que le daría, nos separamos, puso su mano en mi pierna y se me quedo mirando, las luces se apagaron, me rodeo con su brazo y yo a él.

Mi cabeza era un lió, no sabía que pensar, mi corazón y mi mente no se estaban poniendo de acuerdo, siempre tenía mis cosas en orden, mis sentimientos concertados con mis pensamiento para nunca fallar y hacer lo correcto, para nunca dejar que mi corazón me guiara, para no enamorarme, pero llegó el, y descontrolo mi mente, mi corazón ya no quería escuchar a mi mente, latía por el, se emocionaba al verlo, mi ojos brillaban cuando lo miraba, y mi mente me gritaba que el era un criminal, pero yo, yo no quería escucharla, yo lo quería a él, y no me importaban sus errores, si, errores, porque todos nos equivocamos verdad? Las lágrimas se me caían, lo estaba justificando, no quería ver la realidad, cerré lo ojos y solo le veía a él, a esos ojos hermosos, no veía más nada, mi corazón estaba ciego, y yo, yo estaba enamorada, estaba cayendo lentamente, hacia un pozo que conocía principio pero no final.

Dancing With The Devil  Where stories live. Discover now