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Siempre me gusto tener mi vida controlada, que todo estuviera en orden, que nada saliera de su lugar y todo perfecto, sin ningún error, y esta vez no era la excepción, todo tendría que salir bien, todo tendría que estar perfecto, sin ningún error, sin ningún desvío todo siguiera el perfecto guion de la vida.
Pero no, nada estaba bien, nada estaba en orden, nada era perfecto,  y si a simple vista mi vida parecía que estaba controlada, parecía perfecta, pero no era así, mi mente estaba llena de dudas, nada era perfecto, todo estaba descontrolado, era un caos que por primera vez no sabía arreglarlo, no sabía por donde empezar a ordenar la cosas y tener todo controlado como siempre lo había hecho, todos mis sentimientos estaban fuera de lugar, yo estaba fuera de lugar, y no sabía que hacer, mi estabilidad emocional tenía nombre y estaba apunto de quebrarse solo faltaba un puto mensaje, una puta mirada, y un puto beso para que me quebrará, y otra vez no sabría que hacer, mi vida no estaba siguiendo el guion que había escrito, y quizás nunca lo haría, porque si estaba consiente de que la vida no era perfecta y quizás todo estaba escrito, peor también sabía que cada cosa que hacemos escribe nuestro destino, y yo, yo había elegido estar acá, en este trabajo, pero nunca elegí enamórame de él, nunca elegí mirarlo con otros ojos.
Este destino no era mío, o quizás si, pero tendría que encontrar una buena excusa una buena explicación de porque me estaba pasando esto, de porque mi vida se descontrolo desde que llegó el.
El celular sonó, lo mire, no quería agarrarlo pero lo hice.
" Pasó por ti a las 8" mire para otro lado y respire "Es un Cita"
"Está bien, nos vemos" fue todo lo que pude responder, mire la hora, eran las seis de la tarde.
Junto al reloj estaba el micrófono que solía ponerme, pero ya no lo hacía, lo mire, voy a seguir con el plan, y lo voy a poner preso, trate de cerrar mi corazón, cerré los ojos respire.
- vamos a atrapar al hacker - pensé, y eso haría, tenia que lograr ir a su casa y eso haría también, todo ya tenía un plan, un guion y había que seguirlo.
Entre a mi closet, tomé un buzo negro corto, un pantalón blanco con cuadritos, y un cinturón negro, tomé unos convers blancos.
Entre a la ducha, puse el agua caliente y deje que el agua calentara mi cuerpo y relajara mi mente, necesitaba seguir el plan de antes y hacer que esta noche fuera a su casa, pero nunca había hecho eso, seducir a alguien no estaba en la lista de mis dones.
Recordé aquella vez el parque, no lo había hecho tan mal, solo tenía que hacer lo mismo o algo parecido.
Salí de la ducha, me vestí, deje mi cabello suelto, no me maquille, solo me puse un brillo en los labios, tomé el micrófono y me lo puse, baje las escaleras, pude ver por la ventana su auto negro estacionado allí, salí y me subí al coche, lo mire, pero lo vi diferente, ya lo empece a ver con odio otra vez.
- hola - me dijo y me sonrió, el corazón me pesó a latir y quedé en shock por un momento
- hola - le dije, sus celular empezó a sonar, un sonido como de alerta, tomo su celular, lo miro, y después me miro a mi, su ojos tenían un poco de deserción y tristeza en ellos.
- qué pasa? - le pregunte
- nada - su tono era triste, decepcionado, y yo me puse nerviosa, y tengo que admito que sentía ese dolorcito en el pecho, apago el ruido y me sonrió, una de las sonrisas más falsas y llena de dolor que yo nunca había visto, y en ese me momento, se me partió el corazón en miles de pedazos, porque lo había lastimado, y yo también me lastime, porque ese maldito ruido que hacia su celular cuando yo me acercaba era de advertencia, encendido el auto y nos fuimos.
Estuvo callado todo el camino, solo miraba para adelante, ni siquiera volteó a verme, como lo había hecho en nuestras salidas anteriores, llegamos a Carnival, estacionó el auto, nos bajamos.
- vamos - me dice, lo mire como esperando algo, pero no pasó, no me dejo que lo tocara, que la agarrará la mano. Camine detrás de él, me acerque un poco y su celular otra vez empezó a sonar, lo agarro lo apago y sigo caminando con la vista habida adelante, no me espero, no me miro, nada.
- hola - dijo la chica pelirroja de la Ticketera
- hola, dos tickets por favor - los tomo, me entro uno, me miro por un segundo a los ojos, sentí un dolor el corazón, latía de otra manera, latía herido y pude sentirlo a la perfección.
- hey - le dije, se detuvo, me miro
- qué pasa?
- qué te pasa? - le pregunte, me miro como diciendo, es en serio que me estás preguntando eso, y si era en serio, estaba haciendo esa estupida pregunta, era hipócrita y cara dura y el lo sabía.
- nada, por? - me da esa sonrisita falsa.
- Bueno - le sonrió, con dolor pero le sonreír, y con un tanto de rabia
- ven - me dice y extiende el brazo, me tomo de la mano y rodeó con sus brazos, me abrazo, me sentía insegura, pero lo agarré con tanta fuerza, abracé todos mis miedos, todas mis inseguridades, estaba llorando por dentro, me apretó más y yo a él, se aleja de mi, me mira a los ojos y me da un beso en la frente.
- vamos a olvidar nuestro problemas por un rato.
- si - le dije y le tomé la mano.
- Bueno, a que juego vamos primero? - mire todo a mi alrededor
- las sillas voladoras - le dije y sonrió
- estás segura?
- si, vamos - lo tomé de la mano y lo lleve conmigo.
Nos subimos a varios de los juegos, y dejamos el mejor para el último, la rueda de la fortuna, nos subimos, me tomo de la mano y la puso encima de su pierna.
- en que piensas? - le preguntó y me lo quedo mirando
- muchas cosas - siguió mirando el cielo, la noche estaba llena de estrellas y la luna estaba más brillante que nunca.
- como que?
- en nosotros - me quede helada, no supe que decir - y que piensas?
- no se, si todo esto nos llevará a algún lado
- todo esto que? - sonrió irónicamente
- yo me entiendo - no quise decir más nada, no podía, no tenía más palabras.

Me llevo a casa, no me dio un beso, no me dijo nada, ese maldito ruido me avisaba algo, pero yo no sabía exactamente qué era.
Apoye mi cabeza en la almohada, ya me quería rendir, pero no podía, había que seguir, hasta ponerlo preso.

Dancing With The Devil  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora