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Otra vez acá, pero esta vez mi bebida era de color violeta y tenía pedazos de fruta adentro, y su sabor no era uno de los mejores, mordí la galletita con cobertura blanca, noté que un chico me estaba mirando, tenía cabello negro y los ojos verdes, no le quería dar importancia porque estaba ahí por trabajo, yo tenía algo que se le podía llamar novio, pero en realidad no sabía que éramos.
Starbucks se llenó en menos de una hora, estaba tratando de ver algo, me hice la detective, pero no, no había nada, no había una mierda de nada, nadie parecía ser un loco asesino de la tecnología, nadie parecía querer hackear a Rusia, nadie parecía sospecho, me sentía frustrada y enojada, esto se estaba volviendo algo personal, le di un sorbo grande a la bebida, un sabor ácido quedo en mi garganta.
El lugar se empezó a vaciar de a poco, y me enojo se había más grande, porque por primera vez en mi vida me sentía impotente, y no sabía que hacer y eso me enojaba, puto fbi y todos los que trabajan ahí, incapaces, y los culpaba a ellos porque yo lo podía hacer nada, tenía putos 18 años y me habían puesto en algo súper importante solo por el hecho de que pase toda mi secundaria mintiendo, pero ahora estaba todo mal y yo no podía hacer nada, hasta que ellos hicieran el mínimo escueto para por lo menos saber el de ojos este chico hijo de se puta madre, estaba enojada y lo descargaría con el fbi entero si era necesario.
La puerta se abrió, entró un chico, con su boca cubierta por un tapa boca negro, era súper alto y demasiado flaco, tenía puesto unos jenas negros y una camiseta blanca con rayas negras, pude ver sus ojos y tenía rasgos asiáticos, sus ojos casi no se veían, tenía un pequeño lunar debajo de su ceja izquierda, eran súper chicos, y su pelo negro tapaba toda su frente, lo tenía súper negro y rapado a los costados, me miro, y por algún motivo me puse nerviosa, baje la mirada enseguida, camino hasta el mostrador, su voz era algo gruesa, y lo escuché porque el lugar estaba súper vacío, se sentó en una de las mesa cerca de la ventana, y solo se dedicó a mirar hacia afuera, fue a buscar su bebida y me miro, otra vez me puse algo nerviosa, se sentó de nuevo y siguió mirando para afuera, tenía unos AirPods puestos y recién me había dado cuenta, su cabello y el cubre bocas cubría toda su cara.
No lo podía dejar de mirar, su cabello, su ropa, su cubre bocas su cuerpo me habían atrapado completamente, me sentía rara, esto jamás me había pasado, quería mirar otro lado, peor mis ojos volvían a él, mi mente había memorizado el lugar en donde estaba, mi mente había grabado cada rasgo de él, baje la mirada y puse la cabeza entre las manos, que te está pasando, me preguntaba una y otra vez, levanté mi mirada y ahí estaba el, puse una pierna encima de la otra, su brazo era súper delgado y tenía un reloj negro, se colocó su pelo hacia atrás, su cara se veía que era súper blanca, se puse mas de perfil y pude ver que tenía aritos en sus orejas, me lo quedé mirando como una tarada, jamás había visto algo tan bonito, el tono de mi celular me saco de mis pensamientos.
"Tenemos novedades" decía el mensaje de papá, suspire del alivio, a lo mejor era algo bueno, mire por última vez al asiático, le dio un sorbió a su bebida, se puse de pie, sus jenas dejan ver sus delgadas piernas, era tan alto, se fue del lugar.
Fui al baño y me mojé la cara, sabía que solo lo vería esa vez y ya, tenía que sacarlo de mi mente, la imagen de como se acomodó su cabello me vino a la mente de una.
Me lave de nuevo el rostro y salí, me tome el último sorbo que me quedaba, ya que habían novedades, yo quería saberlas.
Me subí al coche, y fui directo al fbi, las oficinas estaban vacías, entre al centro de conferencias u todos estaban allí. En la pantalla había una foto de un chico asiático, de cabello negro, su cara perfecta y un pequeño lunar en su mejilla derecha, dos aritos, sus labios rosados, el de abajo un poco más grande, tenía un pequeño lunar debajo de la ceja izquierda, no puede ser, pensé, el chico de hoy.
- yo lo vi - grite y todo me miraron - ese es el hack, yo lo vi hoy - me puse como loca y algo nerviosa
- si, ese es - dijo papá
- el fue hoy a Starbucks - dije y me lo quedé mirando
- bueno, desde hoy empieza la misión de verdad - dice Billy, me quedé mirando la foto por un momento, todo su rostro era perfecto, no tenía kick defecto, hasta su nariz era hermosa, todos eso que había sentido hoy, se transformó en odio, en rabia, vas s sufrir, pensé, y yo haría lo posible para eso.

Dancing With The Devil  Où les histoires vivent. Découvrez maintenant