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Abrí los ojos, el coreano estaba dormido en mi pecho, le pase la mano con suavidad por el pelo, abrió los ojos, le sonríe.
- hola mi amor - dijo y volvió a cerrar los ojos, el corazón me empezó a latir súper fuerte, no se que decir me quedé paralizada mirándolo como pendeja, me pasó la mano por la pierna, el cuerpo se me erizo - sabes hacer café? - me preguntó sin abrir los ojos
- si - le dije y sonreí - si se
- Bueno hazme uno - dijo y sonrió, abrió los ojos lentamente, se incorporó en el sillón y me miro - puedes? - me dijo con voz tienta y yo me mori de amor, me levante, la puerta se abrió, me la quedé mirando por unos segundos, mire al coreano
- qué pasa?
- la puerta - ni quería la miro, no despegó los ojos de mi
- es la muchacha del servicio - hizo una pausa, la mujer entro, se me quedo mirando
- Bueno días - me dijo y miro al coreano, el no dijo nada
- Buenos días - le conteste, y me fui a la cocina, se le quedó minado a Mim por unos segundos, su mirada estaba confundida, y yo no entendía por que.
No dije nada y trate de concentrarme en lo que iba a hacer.
Puse a hacer el café como mi padre me había enseñado, le preparé unos pancakes, corte varias frutas y e hice unas french toast, no te que me estaba mirando, pero no quise decir nada, tome unas naranjas e hice un jugo, el cuerpo se me erizó al sentir como sus brazos rodeaban mi cuerpo, su cuerpo estaba caliente, me dio un pequeño beso en el cuello, me corrió un frío por la espalda, me di la vuelta, me tomo de la cintura, lo tome fuerte y lo rodeé con mis brazos, uni nuestras bocas, mi cuerpo se encendido de nuevo, me pego a él.
Puse todo en la mesa, se sentó enfrente de mi, me lo quedé mirando, su pelo negro todo despeinando le quedaba hermoso.

Me quedé parada mirando para afuera, no sabía en donde estaba, y creo tampoco querida saber, mire a Min, estaba parado con sus brazos apoyados en la isla mirándome fijamente, seguí mirando para afuera, lo único que se veía eran árboles y más árboles, vino hacia a mi, me lo quedé mirando, era tan delgado y tan flaco, y me gustaba, me gustaba mucho, se paró enfrente de mi, y me miro directo a los ojos, mi corazón se acelero al sentir que su mirada penetraba mi alma.
- queres hacer algo? - me preguntó con voz ronca
- qué opciones tienes - le dije y le sonreí
- Muchas - sonrió de lado con un toque de perversion, no dijo nada y se dirigió a la puerta del fondo, era toda de vidrio, fui atrás de él, deslizó la y salió, mire todo a mi alrededor, un pasillo iba a hacia una pequeña casita, con dos luces en los costados, habían sofás de afuera blancos , con una pequeña mesa en el medio, enfrente de esa casita una piscina grande con luces adentro, al final de la piscina un fire pit rectangular con bancos alrededor, una manta y varios almohadones, mire los árboles que estaban lejos, se veía niebla en medio de ellos, el lugar me dio algo de inseguridad, quería entrar de nuevo, mire a Min, no me dijo nada.
- creo que me voy adentro - le dije algo confundía, sentía un poco de miedo en ese momento, se saco el buzo, me lo quedé mirando, quedé inmóvil, su piel era tan blanca, le mire el cuerpo por un momento, era flaco, se le marcaba muy bien el abdomen, ya lo había visto, pero esta vez era diferente.
- ven conmigo - dijo y sonrió, no lo dude ni por un segundo, le sonríe, me paré enfrente de el, me saqué el buzo, y el pantalón, me miro de arriba a abajo, me puso su mano en mi espalda y me pego a él, nuestros cuerpos estaban fríos, me miro fijo a los ojos, puse mis manos en su cintura, mi cuerpo se erizó, me tomo del rostro y unió nuestros labios, me agarró fuerte en sus brazos, mis pies dejaron de tocar el piso y caímos al agua.
- esta fría - le grite
- esta hermosa
- no - dije y reí, le tire un poco de agua y el a mi, se acercó a mi, lo agarre y lo rodee con los piernas, puso sus manos en mis piernas.

Se hizo de noche súper rápido, casi ni lo noté, lo mire, las horas con el se hacían rápidas, encendió el fuego, tomo la manta que estaba allí y me la dio, se sentó a mi lado, nos quedamos en silencio, la luna emitía una luz hermosa, mire para el cielo, me perdí mirando la estrellas, lo mire a él, no supe que decir, pero había una pregunta que rondaba en mi cabeza.
- Crees que - me dijo y se rio - que sino hubieras aceptado la oferta de tu padre, te hubieses enamorado de mi
- no - le dije y lo mire - nunca me gustaron los asiáticos
- en serio? - dijo y sonrió
- si - me quede un rato en silencio - no hubiese hecho muchas de las cosas que hice sino fuera por la oferta de papá
- como cuales
- acercarme a un asesino - dije sin pensarlo, se quedo en silencio - no quise decir eso, yo
- crees que soy un asesino? - me preguntó, me quedé en silencio sin saber que decir - eso dice mucho
- no, no lo se, no se nada de ti de hecho
- yo tampoco se nada de ti
- háblame de ti - le dije - cuéntame cosas, no se algo
- tu primero - me quede congelada, si sabia que decirle, pero no estaba segura, quedé en silencio, y el también, ambos teníamos miedo de contar nuestra historia, lo mire, esperando que dijera algo, pero no, se quedo mirando al cielo.

Dancing With The Devil  Where stories live. Discover now