Capítulo 7-. Been Through.

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«Tu brillo es como el de una estrella, que ilumina mi corazón

Seungwoo despertó el domingo a causa de un sonido estruendoso. Se levantó rápido de la cama, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda cuando sus pies descalzos tocaron el frío suelo. Salió de su habitación y caminó el pequeño pasillo hasta la sala, pero al parecer no había nada, resoplando entró a la cocina. Ahí, sentado a la mesa estaba Wooseok entretenido con su celular y frente al refrigerador abierto estaba Jinhyuk.

—Qué creen que hacen.

—Jinhyuk dijo que tenía hambre y me trajo con él.

Seungwoo rodó los ojos y volvió a su habitación para asearse, cuando volvió a la cocina sus amigos estaban comiendo cereal.

—Saben que no es educado entrar a la casa de alguien sin permiso ¿verdad?

—Supongo —dijo Jinhyuk— No lo tengo muy claro aún.

—Wooseok, ¿por qué te dejas arrastrar por el mal camino por éste descarado?

—No estoy seguro, creo que es por la comida.

Seungwoo negó con la cabeza y fue a servirse un vaso de jugo. A veces se cuestionaba por qué tenía a esos dos como amigos.

—Seungwoo, tú y yo debemos hablar de como me mentiste. —dijo Jinhyuk.

—¿Te mentí? ¿En qué?

—Dijiste que no salias con el niño, pero ayer te topé en una cita, ¿por qué no confías en nosotros?

—No era una cita, somos amigos, es normal que los amigos salgan a pasar el rato.

—¡Pero le cantaste! A ver, cantame.

—Él no entra a mi casa sin permiso cuando duermo, lo merece más que tú.

—¡Entonces cantale a Wooseok!

—Ya Jinhyuk, dejalo.

Seungwoo salió de la cocina y fue a sentarse al sillón, prendió la televisión y se quedó observando sin mucho interés los dibujos animados. Los domingos no tenía mucho que hacer, era su día de descanso total, dedicado solamente a él, pasaba los días de la semana trabajando, yendo al teatro por las tardes y llegando a casa debía hacer los deberes o se ponía a estudiar, el domingo era su día sagrado donde se desconectaba de todo, pero hoy tenía muchas cosas rondando en su cabeza.

Wooseok salió de la cocina y se sentó a su lado en el sillón.

—¿Estás molesto? No es intención de Jinhyuk ser grosero, ya sabes cómo es él.

—Porque lo sé es que no estoy molesto, he sido su amigo por varios años ¿por qué comenzaría a molestarme ahora?

—Sólo digo.

—¿Y tú qué? ¿A dónde vas todas esas veces que me has pedido mi auto? Es extraño que no lleves a Jinhyuk contigo.

—No es nada malo, lo juro.

—¿Sales con alguien y no nos quieres decir?

—¿Quién sale con quién? —habló Jinhyuk saliendo de la cocina.

—Nadie —contestó Wooseok.— Deja de ser tan entrometido.

Seungwoo ignoró a sus amigos y alcanzó su celular sobre la mesita de noche, sonrió al ver un mensaje de buenos días por parte de Dongpyo.

—¿Quién le habrá escrito? —susurró Jinhyuk sobre la oreja de Wooseok, quien sólo se limitó a rodar los ojos.





[...]




Cuando entró a la cocina, vio a su padre sentado sosteniendo una taza de café entre las manos, lucía cansado y tenía ojeras bajo los ojos, más que otros días.

—Buenos días, papá.

—Buenos días, hijo —el hombre sonrió, o al menos eso intentó — Pediré comida para el desayuno.

—Está bien.

Su padre tenía una expresión desolada en el rostro, como si estuviera tan cansado que no podía hacer nada, Dongpyo lo comprendía, por la noche pudo escuchar a su mamá vomitando, de nuevo, normalmente el vómito duraba un par de días pero ésta vez estaba alargándose más y su mamá lucía más cansada cada día, aunque decía que estaba bien, que el tratamiento funcionaba y esto sólo era un pequeña cosa que pasar. Intentaba convencerse de que así era.

—Iré a saludar a mamá.

Su papá sólo asintió.

Su casa no era tan grande como lo era la antigua, pero no se quejaba, se habían mudado para hacer más fácil que su madre recibiera atención médica, ya que era muy costoso trasladarse desde el antiguo lugar. Habían decorado las paredes con muchas fotografías, su madre lo pidió, él no sabía por qué, quizás a ella le gustaba, pero ciertamente a él lo hacía sentirse triste ver fotos de los días donde no pasaban por esto.

Su madre estaba acostada en la cama, cubierta por el edredón, no llevaba ningún pañuelo sobre la cabeza y lucía muy cansada, pero aún así le sonrió cuando entró.

—Buenos días, cariño.

—Buenos días, mamá.

—Anda —dijo ella, palmeando sobre el edredón — Ven a sentarte conmigo.

Él no se había dado cuenta que se había quedado estático en su lugar hasta que su mamá lo llamó. Se acercó y se sentó junto a ella en la orilla de la cama, ella le pasó la mano por el pelo, apartándolo de sus ojos, Dongpyo vio lo delgado que tenía el brazo, como si sólo fuera piel y huesos, el conocimiento hizo a su corazón doler.

—Qué guapa estás hoy, mamá —dijo, después se inclinó y depositó un beso en la mejilla de la mujer.

—Voy a aceptar la mentira piadosa, sólo porque eres tú. —dijo ella.

—Jo, yo no miento mamá, me educaste bien.

—Lo sé, amor —ella llevó sus manos al rostro de su hijo y lo acarició — Eres tan bueno, me gustaría que no tuvieras que serlo tanto.

—¿Quieres que sea un vándalo?

—Me gustaría que te divirtieras mucho, como los chicos de tu edad.

—No me gustan las drogas, madre.

Ella soltó una risita.

—Sabes que no me refiero a eso, eres demasiado listo como para caer en ello.

—Ya me divierto mamá, no te preocupes por eso.

—Quiero que traigas a tus amigos a comer, quiero conocerlos.

—Aigooo, ¿quieres que acaben con nuestra comida?

—Ujum.

Dongpyo sonrió.

—Les diré mañana después de la escuela ¿está bien?

Ella asintió, después lo atrajo, haciendo que él quedara acostado a su lado, lo rodeó con sus delgados brazos y le acarició el cabello.

—Eres muy lindo, hijo.

—¿Ahora quién dice las mentiras piadosas? —murmuró.

—Yo te crié, obviamente tampoco miento.

Dongpyo guardó silencio, disfrutando los mimos que le daba su madre, comenzó a sentirse soñoliento, era tan cálido y agradable, abrazó a su mamá.

—Siempre serás mi bebé, ¿lo sabes?

—Ujum —asintió.

Sintió las manos de ella acariciando su espalda y se hundió más a su costado, sintiendo los ojos arder cuando la mujer comenzó a cantar. Un sonido melodioso que llenaba la habitación de calidez y lograba tocar su corazón, él amaba escucharla cantar, aunque desde hace un tiempo no lo hacia a menudo. Este momento se sentía como un tesoro, un precioso y brillante tesoro, que él guardaría para siempre.





















Be Positive. [SeungPyo]Where stories live. Discover now