Be Positive. [SeungPyo]

Capítulo 41-. Beautiful.

«Es una vida hermosa, me quedaré a tu lado.
Es una vida hermosa, estaré justo detrás de ti.
Es un amor hermoso, si estoy contigo bajo este cielo, incluso respirar me pone feliz.»

Seungwoo tomó la bolsa de papel del asiento del copiloto y bajó de su auto, apresurándose a la puerta de la casa, tocó el timbre y esperó.
Por suerte no esperó mucho, la puerta fue abierta por el padre de su novio, quien llevaba un suéter de lana con la imagen de un reno que cubría toda la parte de enfrente.

—Buenos días, Seungwoo.

—Buenos días, señor.

—Pasa, por favor —dijo el hombre haciéndose a un lado.

—Gracias —agradeció, inclinando levemente la cabeza al entrar—. He traído un poco de pan recién hecho.

El hombre cerro la puerta a sus espaldas y tomó la bolsa cuando se la extendió.

—Gracias, prepararé café, ¿te quedas a tomar un poco?

—Por supuesto.

—Dongpyo sigue dormido, probablemente tú sí logres que se levante de una vez por todas.

Seungwoo observó al hombre dedicarle una sonrisa antes de que este comenzara a ir hacia la cocina.
Subió las escaleras y entró a la habitación del menor, quien estaba acostado boca arriba, totalmente extendido en su cama y con las cobijas a punto de caer al suelo.
Se acercó a él y le tocó el hombro, removiéndolo suavemente.

—Chist, cariño.

—No...

Soltó una risita y volvió a removerlo.

—Dongpyo, traje dulces para ti...

Con eso, el menor abrió un ojo y lo escaneó rápidamente, para después fruncir el ceño.

—Mentiroso. —gruñó.

—Bueno, no, pero te he traído mi amor.

Seungwoo se inclinó, le besó la frente y la mejilla, pero cuando iba a dejarle un beso en la boca, Dongpyo rodó sobre la cama, quedando de costado y dándole la espalda.

—No me he cepillado los dientes... —murmuró.

—¿Y? —replicó el mayor mientras se sentaba en la orilla de la cama—. Quiero mi beso de buenos días.

Volvió a inclinarse para rozar su nariz fría contra la cálida mejilla, haciendo al menor reír.

—Seungwoo...

—¿Sólo un beso?  —intentó.

—No.

—Imagina que soy un moribundo, y uno de tus besos me salvará, ¿ya me besas?

—Uhm...no.

—¿Me dejarías morir? Eso medio me ofende.

Dongpyo se removió y se sentó en la orilla, frotó su ojo con suavidad para después levantarse, pero Seungwoo lo sostuvo de la cintura, haciendo que quedara sentado de nuevo.

—¡Voy a cepillar mis dientes! —exclamó levantándose de nuevo.

Ésta vez Seungwoo no lo detuvo, se quedó sentado, esperando pacientemente.
Después, mientras esperaba comenzó a revisar los mensajes de su celular. Jinhyuk había enviado muchos mensajes, pero parecían letras al azar, se preguntó si otra vez el chico se había sentado sobre su celular.
De todas formas le llamó para salir de dudas.

—¡Seungwoo! —respondió Jinhyuk con voz cantarina.

—Hola, ¿otra vez te sentaste sobre tu celular o por qué tengo tantos mensajes?