Capítulo 27-. For Him.

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«Todo lo que me falta tú lo completas, hacemos un equipo realmente bueno y aunque no todos lo vean tenemos esta química loca entre nosotros.»



La segunda semana de octubre, Dongpyo quedó con sus amigos para ir al parque de diversiones.
Ahora él, Jinhyuk, Eunsang, Wooseok y Dongbin iban amontonados en el asiento trasero del auto de Seungwoo, Eunsang lo cargaba en sus piernas, mientras que Jinhyuk cargaba a Wooseok, para hacer un poco más cómodo ir ahí, Bora —que iba en el asiento del copiloto— estaba cantando las canciones que se reproducían.
Salir del auto fue más fácil que cuando se subieron.
Dongpyo vio a Jinhyuk acercarse a Bora y tomarla suavemente del codo, para después decirle algo al oído, ella se puso reír.

—¿Crees que estén saliendo realmente? —cuestionó Eunsang.

—No sé —respondió Dongpyo.

—Lo dudo. —dijo Seungwoo llegando a su lado y tomándole la mano.

No siguieron con el tema y entraron al lugar. En cuanto entraron, Eunsang se acercó a Dongbin y le golpeó la parte posterior de la cabeza, el chico volteó y comenzó a perseguirlo por el lugar.

—¡Hay que subirnos primero a la montaña rusa! —exclamó Bora.

—Pero eso es lo mejor, y lo mejor va al último. —dijo Jinhyuk.

—Creo que deberíamos subirnos, conociéndolos van a querer subirse a todo y quizás al final se hará muy tarde para subir a la montaña. —comentó Wooseok.

—¡Ja! Ahí tienes —dijo ella sonriente—. Él sabe.

—¡Wooseok, no la apoyes!

Ellos comenzaron a discutir, Jinhyuk le decía a Wooseok que no tenía claras sus lealtades.

—Vamos a subirnos a la montaña rusa primero —interrumpió Seungwoo.

Fueron a formarse para subir, entonces Eunsang y Dongbin llegaron junto a ellos, cada uno llevaba un helado en la mano.

—Seungwoo, nunca he subido a una montaña rusa. —susurró Dongpyo.

—Si no quieres subir podemos ir a otro juego.

—No, sí quiero, sólo estoy nervioso. —dijo con un puchero.

—Eres tan bonito. —dijo el mayor, rozando sus narices juntas.

—Las personas están mirándonos. —murmuró apenado.

—¿Sí? Deben creer que tengo un novio muy hermoso.

Eso hizo al menor sonrojarse.

—Seungwoo... —se quejó, ocultando el rostro en el pecho del mayor.

—Lo lamento cariño, pero no puedo dejar de decirlo.

Ellos subieron juntos al juego, detrás de Bora y Dongbin, quienes continuamente se daban jalones en el cabello.
Dongpyo creía que su corazón iba a salir de su pecho y tenía una sensación extraña en el estómago, pero no era incómodo, de alguna forma le gustó. Cuando el carrito bajó en picada, tomó fuerte la mano de Seungwoo y gritó, también rió mucho. Fue una experiencia nueva y alucinante.

[...]

—Vamos a comer algo. —dijo Jinhyuk.

—Estoy de acuerdo. —secundó Eunsang.

Habían pasado por muchos juegos ya, en los carritos chocones Jinhyuk y Eunsang parecían tener su propia guerra, chocando siempre entre sí, después de eso parecían hablar con más comodidad.

—Yo quiero algodón de azúcar. —dijo Bora mientras hacía un puchero.

—Yo también. —dijo Dongpyo.

Bora, Dongpyo y Seungwoo fueron por algodones de azúcar mientras los demás iban a comprar hamburguesas.

—Bora, pareces muy cercana a Jinhyuk. —dijo el bajito.

—Ah, es un buen amigo, es tan divertido. —respondió ella.

—Por un momento pensé que salían, hasta Eunsang lo cree.

—¿En verdad? —ella tenía una expresión indescifrable—. Pues no, no creo que yo le interese de esa forma, y él no me parece más que un buen amigo.

Dejaron el tema de lado y compraron los algodones, después volvieron con sus amigos, que habían llenado una mesa de hamburguesas, papas fritas y refresco.

—Comeré ramen el resto de la semana porque gasté mucho hoy —dijo Jinhyuk tomando una hamburguesa—. Pero vale la pena.

—Debes comenzar a comer sano. —le dijo Bora.

—Claro, claro, querida Bora, claro.
    
—¡Dongbin, esa era mi papa frita! —se quejó Eunsang.

—¡Por supuesto que no!

Comieron entre peleas, gritos y risas, las personas pasaban y los veían con el ceño fruncido, probablemente nunca habían visto a alguien ser abofeteado por una hamburguesa.
Cuando las papas fritas terminaron, Seungwoo, Wooseok, Jinhyuk y Eunsang se ofrecieron a ir por helado y más golosinas.

—Jinhyuk ha subido muchas fotos de hoy. —dijo Bora revisando su celular.

Dongbin se inclinó y echó un vistazo.

—Debería ser fotógrafo profesional.

—Es muy rápido al subir fotos. —dijo Dongpyo.

Dongpyo aún recuerda que Jinhyuk se disculpó con él por subir sus fotos junto a Seungwoo, ya que creía esas fotos habían sido vistas por sus primos y se sentía culpable de que lo hubiesen golpeado. Él no lo culpaba, nunca lo haría.
Aún puede recordar a Bora gritando en media cafetería que golpearía a quien se atrevió a tocarlo y a Eunsang intentando sacarle la dirección de sus primos cuando les contó. Dongbin incluso casi llora por verlo con moretones. Dongpyo creía, realmente, que no podía tener mejores amigos que ellos.
Los demás volvieron a los minutos con helados y un montón de dulces. 

—Te he traído algo. —Seungwoo se sentó a su lado y le puso enfrente un peluche de cerdito.

Dongpyo sonrió y tomó el peluche entre sus brazos.

—¡Es demasiado bonito! —exclamó sonriendo.

El mayor se inclinó para besarle la mejilla.

—Tienes la sonrisa más hermosa.

—¿Y qué hay de mi sonrisa, Seungwoo? —los interrumpió Jinhyuk, mostraba su mejor sonrisa.

—Lo siento, tu sonrisa no funciona en mí. —respondió.

—¿Funciona en ti, Wooseok? —dijo el chico girándose a su amigo.

—Pareces psicópata. —le respondió este.

—Son tan malos conmigo, yo que les compro comida.

—Pero casi terminas comiéndola tú. —replicó Bora.

—Tan malagradecidos. —continuó.

Decidieron ignorarlo y comieron las golosinas.
Les costó trabajo acomodarse en el auto cuando se iban, estaban demasiados llenos como para aguantarse a sí mismos.

—Wooseok, estás más pesado que cuando llegamos. —dijo Jinhyuk.

—Callate.

—Seungwoo, tu novio se ha dormido sobre mí. —se quejó Eunsang.




















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