𝗔𝗡𝗢𝗗𝗜𝗡𝗢 ㅡ Lee Haru, buena como un ángel, formando nuevas amistades, sobreviviendo al infierno que es la vida. Hwang Hyunjin, un lobo solitario con semblante frío ante todos. Compañeros de clase prácticamente desconocidos. Una primera ficha de...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Somos como planetas, cada uno avanzando en su órbita
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Sábado, 24 de marzo de 2018
Rompiendo la tranquilidad de las calles en silencio, Hyunjin corría solo después de que el anfitrión diera la fiesta por acabada. Cuando acabó de ayudar a recoger el desastre que en pocas horas habían creado, miró su móvil y se le cayó el mundo al suelo. Lo había olvidado completamente, sabía que se había metido en un buen lío.
Felix se ofreció voluntario para acompañar a las chicas a casa y vigilar que Jisung, que había seguido bebiendo sin control, también llegara sano y salvo, sin perderse por el camino. Hyunjin quería ir con ellos, seguir un rato más con sus amigos, pero las siete llamadas y los veintitrés mensajes que le envió su primo mayor hicieron que cambiara rápido de idea.
Su primo tenía treinta años, era un chico muy responsable, con un trabajo fijo en una oficina. Además, llevaba poco más de seis meses viviendo en su nuevo piso, donde se había instalado junto a su pareja, con la que llevaba ocho años. El joven era muy familiar, tenía pasión por sus tíos, los padres de Hyunjin, y por ellos haría lo que fuera. Como vigilar por la seguridad de su hijo y ayudarlo cuando él lo necesitara. Aunque la relación con el menor no era del todo buena: consideraba que era un niñato inaguantable en la época de rebeldía.
Al girar la esquina, vio en la ventana asomado a su primo y se temió lo peor. Éste entró dentro de la habitación de nuevo al ver al adolescente correr como si lo persiguieran. Hyunjin llegó al portal y se quedó estático. ¿Qué hacía, picaba? Qué vergüenza. Su primo ya lo había visto, ¿tal vez le abriría él? No sabía nada, solo quería desaparecer. ¿Qué pasaría con él ahora?
Mientras se decidía en picar o no, la puerta del bloque se abrió lo justo para que el cuerpo de Hyunjin cupiera después de que le tiraran del brazo. El mayor estaba muy enfadado, su expresión lo demostraba.
- ¿Se puede saber dónde estabas, niño estúpido?
- Perdona, yo...
- No has sido capaz de enviar ni un mísero mensaje. ¿Sabes cuantas veces te he llamado? Son las cuatro de la mañana y no he pegado ojo, pensando que te podía haber pasado algo - Hyunjin agachó la cabeza, avergonzado -. Hueles a alcohol. ¿Qué coño has estado haciendo? ¿Emborracharte y fumar?
