𝗔𝗡𝗢𝗗𝗜𝗡𝗢 ㅡ Lee Haru, buena como un ángel, formando nuevas amistades, sobreviviendo al infierno que es la vida. Hwang Hyunjin, un lobo solitario con semblante frío ante todos. Compañeros de clase prácticamente desconocidos. Una primera ficha de...
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Nada es suficiente pero todo es demasiado
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Martes, 1 de mayo de 2018
Los alumnos volvían a entrar a clase después de una intensa clase de educación física. La sala se llenaba de los ruidos que provocaban las sillas al ser arrastradas y de suspiros de los adolescentes cansados. El profesor Nick aún estaba por llegar, y era algo extraño, pues era uno de los más puntuales del centro. Siempre entraba en el aula cuando los chicos se sentaban, parecía que los espiaba en todo momento.
Euna se dejó caer sobre la silla. Estaba rendida, había corrido demasiado, pero era necesario si quería ser una de las alumnas con mejores puntos positivos en la asignatura. Tenía la mesa hecha un desastre, dejó un par de libretas abiertas y el estuche sin cerrar. Había salido corriendo en la última clase, se retardó con un ejercicio y era la única alumna que quedaba.
Soy la delegada. O casi. Tengo que dar ejemplo.
Reuniendo fuerzas de lo más profundo de su ser, se incorporó y cerró una de las libretas, con la mala suerte de empujar el estuche y que este cayera al suelo, esparciendo bolígrafos y lápices debajo de su pupitre.
Genial. Ahora tengo que hacer el doble de esfuerzo.
Nadie se ofreció a ayudarla. Y, más tarde, lo agradeció. Cuando volvió a levantar la cabeza, con todos los materiales caídos en la mano, vio algo sobre la mesa que no le pertenecía. Estaba prácticamente tapado por ambas libretas, pero al haber retirado una, se veía parcialmente. Euna cogió la fotografía muy confundida.
La acarició con los dedos, pero no porque le gustara lo que había retratado. Incrédula, y escondiéndola como pudo, se deslizó entre las demás mesas, llegando hasta su compañera. Le temblaban las manos, y estaba segura que la voz le temblaría también. No entendía nada. Y, en el fondo, tampoco quería entenderlo.
- Areum, tengo que hablar contigo. Ven un momento.
- Estoy cansada, Euna, mejor luego... - vio la cara angustiada de su compañera - ¿Ha pasado algo?
