ღ; treinta y ocho

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Sonríe mi cuerpo, ¿pero alguna vez te has preguntado si mi alma sonríe también?

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Sonríe mi cuerpo, ¿pero alguna vez te has preguntado si mi alma sonríe también?

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Martes, 1 de mayo de 2018

- Esta mañana se lo comenté a la directora - Jiyoo le explicaba a Areum sobre su visita a dirección. Escondidas en el baño para no ser pilladas por sus respectivas compañeras de grupo.

- ¿Y te ha dicho algo?

- Nada nuevo. Al principio ha dudado de mí. Creo que hasta me ha tomado por paranoica. Pero quizá me he enfadado un poco, y me ha tomado más en serio. Solo un poco.

- Vas a conseguir que te castiguen a ti.

- Sinceramente, espero que no. Ahora pensaba hablar con las chicas en clase y comentarles que ayer, después de escuchar un obturador, vi a Saeron salir. Será fácil convencerlas. Y, si preguntan, tu también estabas por allí y lo oíste todo - escucharon el timbre sonar, indicando el final del descanso -. Perfecto, en cuanto acabe esta clase, seremos muchas más contra Saeron.

Dando un casto beso a Areum en los labios, salió a paso rápido de del baño.

⊹ ❀ ⊹

- Psst. Eh, Hyewon - susurró Jiyoo desde el pupitre de detrás. La mencionada se giró discretamente -. Necesito que Hayoon, Bomi y tú os quedéis al acabar la clase. Avisa también a alguna de las Pretty. Es importante. Corre la voz, pero solo a ellas - Hyewon asintió, y llamó la atención de su compañera de delante.

Los veinte minutos que quedaban se pasaron mucho más rápido de costumbre, pues el profesor dejó el rato libre para descansar, o estudiar, pero aprovecharon para hablar del tema que las incumbía a todas.

- Chicas, podemos hacer que echen a Saeron - Goeun estaba cerca de ellas, sentada en su pupitre, pasando desapercibida.

- ¿Has descubierto que es ella de verdad? - Haeun preguntó inocente.

- Estoy un 75% segura. Hay que pararla antes de que siga haciendo lo que quiera que está haciendo.

- Perfecto.

- ¿Estás segura, Jiyoo? - dudó Hyewon - Es decir, no es que no me fíe de ti, pero acusar sin pruebas suficientes a una persona no creo que sea lo correcto.

- Haz caso a tu amiga - Goeun recogía los libros de su mesa para marcharse de allí. Ya las había avisado y no podía cambiar su pensamiento, pero tampoco quería quedarse a escuchar todas las sandeces que fueran a decir -. Es mejor que te informes primero. Pero adelante, haced que Saeron se vaya del colegio. En el fondo es algo que todos deseamos.

Cansada, se acercó hacia donde Haru charlaba con Nami, sin querer interrumpirlas. En cuestión de segundos se introdujo en la conversación, y reían sobre comentarios sin sentido que Nami decía.

La felicidad fue interrumpida por una voz irritante que se escuchaba por encima de las carcajadas justo al lado de las tres chicas.

- Sí, sí, reíd, zorras. Sois todas igual de asquerosas.

- ¿Saeron, qué te ocurre? - Goeun miró a la que fue una de sus mejores amigas (o algo parecido) con cierto miedo, porque sabía que empezaría a hablar sin sentido solo por llamar la atención.

- ¿Que qué me ocurre? Que tú y la mosquita muerta que tienes como nueva amiga habéis hablado mal de mi a mis espaldas. Os habéis aliado para poner a todas las demás personas en mi contra.

- No necesitamos pronunciar ni una sola palabra para que estén en tu contra, pero, ¿por qué esta vez? - Haru enfureció más a la chica.

- Ya lo sabéis perfectamente, no tengo que explicaros nada. Ahora, gracias a vosotras, tengo que escuchar a las cotorras planear mi expulsión. Gracias por tanto chicas, espero que os vengáis conmigo si eso sucede - y, tras mostrar una sonrisa muy sarcástica, se marchó, dejando a Goeun con la palabra en la boca.

⊹ ❀ ⊹

Lunes, 26 de marzo de 2018

El joven se revolvía en su silla de escritorio a altas horas de la madrugada. El profesor había repartido los exámenes y todos habían sacado notas muy buenas. Él también solía hacerlo en casi todas las asignaturas. Pero no podía entender el resultado tan bajo de ese último examen. No era digno de él. ¿Un 3? Ni en sus peores pesadillas.

El profesor Woobin era uno de los más atentos a las necesidades de sus alumnos. Siempre ayudaba a aquel que lo necesitara en cualquier momento. Solo quería lo mejor para los jóvenes con lo que respecta al ámbito académico. Por eso, Jaehee siempre había confiado en él. Porque Woobin también confiaba en el adolescente.

Pero muchas veces Jaehee lo veía actuar de manera desacorde a como los demás creían que era. Cuando alguna de sus compañeras tenía una duda sobre algún ejercicio, mantenía menos distancia que la que dejaba junto a un chico. En su opinión, lo que el profesor veía cuando una chica lo llamaba, no era la respuesta del ejercicio y las posibles erratas que tuviera. Eran los húmedos labios de las inocentes jóvenes, o el corte de su minifalda, que levantaba con la mirada. La última vez que vio que eso sucedía, fue con Hyewon, quién se incomodó ante sus actos. ¿Se había dado cuenta ella también que lo hacía con sus otras compañeras?

Hyewon era una muchacha increíble, Jaehee la admiraba. Pero sabía que una chica tan atenta nunca se fijaría en un hombre tan débil mentalmente como lo era él. Porque la belleza no lo es todo.

Silenciosamente, sacó el examen de la carpeta donde lo había guardado, o más bien, escondido de sus padres. Tenía totalmente claro que no les comentaría nada sobre ello. En un futuro, quizá se lo comentaría, pero sin duda sucedería cuando la asignatura estuviera aprobada.

Bajo la tenue luz de la lámpara de su escritorio, miraba con desprecio la hoja de papel. Repasó una a una todas las preguntas, y se quedó más confundido aún que antes.

No había ninguna respuesta incorrecta. Pero tampoco ninguna correcta. No había corrección alguna.

Se fijó en como en los enunciados habían ciertas letras repasadas con bolígrafo, como remarcando la sílaba donde se encontraban. Él no las había hecho. Él no había repasado las palabras almuerzo y despacho en su examen.

¿Qué broma era esta? No tenía ningún sentido.

Miró la marca roja en la parte superior del papel. 3'0. ¿3'0? ¿Por qué molestarse en poner el segundo número, si no cambiaba la cifra en absolutamente nada? Fue entonces cuando se fijó en que la coma de en medio de los dos dígitos estaba hecha con lápiz. 30.

Era todo tan... surrealista.

30, almuerzo, despacho. ¿Le estaba citando el profesor?

 ¿Le estaba citando el profesor?

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~03/02/2020

「 水 」ANODINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora