Desde lo alto de esta catedral llevo observando la vida de las personas durante milenios he visto guerras, odio, amor, pasión, asesinatos, violaciones y todo tipo de situaciones las cuales me hacen no querer observar más el mundo o simplemente mirar a otro lado, pero la cuestión es que no puedo, estoy anclada aquí para librar a estas personas de sus verdaderos demonios, soy el guardián de esta catedral y todas las almas que la rodean, a veces imagino como me verán si solo seré una simple estatua o verán lo que hago por ellos, supongo que no soy más que una simple estatua igual que otras pero con un juramento de hierro que me aferra a protegerles, espero que algún día me agradezcan el trabajo o por lo menos sepan de mi existencia pues lo único para lo que existo es para proteger a todo ser que pase por aquí.
