Cuando amamos a alguien somos capaces de perdonar lo más doloroso, somos capaces de dar tantas oportunidades como el corazón permita, con tal de querer cambiar, somos capaces de mover montañas, ¿Al fin y al cabo cual es el poder más fuerte que existe? Puedes decir que el dinero o ser capaz de someter a las personas y en parte es razón, pero en cuanto a poder, a fuerza y a la naturaleza más irracional es el amor, es capaz de unir a personas, pueblos e imperios, pero también es capaz de destruir todo a su paso, es capaz de confundir a el más inteligente, cierto es que no debemos hacerle caso, pero hay veces que es imposible, intentas huir de el y te termina llevando al punto donde empezaste y piensas ¿Que debo hacer? Tratas de olvidarlo y no, no puedes, cuando es real no puedes y te sientes agobiado, ¿Como puedo huir de esto? Hasta que te das cuenta que no puedes escapar, debes darte cuenta de lo que realmente quieres, no evadirlo.
Todos tratamos de arreglarnos pero ¿Realmente podemos? ¿Somos capaces de arreglar nuestra mente siempre? No lo se, ya no, después de tanto no sé que responder, solo sé que las personas pueden poner de su parte y avanzar, nunca mantener el mismo pensamiento, pues no es sano y bien sé que todos hemos fallado en ese sentido, a diario veo personas que se arrepienten de haber cometido fallos inmensos, pero no se mantienen ahí, aprenden y cambian, sé de unas personas que vivían en problemas y no abandonaron, cuando era el camino más fácil y rápido, decidieron buscar la solución aunque costase, hoy reina la felicidad y no hablo sobre que siempre hay solución, pero nunca hay dos respuestas para la misma pregunta, ¿De qué color es el cielo? Muchos dirían que azul pero, al amanecer puede ser naranja, a mediodía azul y al atardecer rosa o muchos otros tonos, nunca hay solo una respuesta, el hecho es, que debemos poner nuestra fuerza, nuestro amor, para encontrar solución a los temas más difíciles con los que vamos a experimentar y siempre saber a quién debemos darle de nosotros y a quien no, quien merece la pena y quien no.
