¿Y yo a quién tengo? ¿Que o quién me salva de cada puñalada? Y yo a quién tengo para que me de la seguridad de que todo saldrá bien, que no estaré solo, que no soy el problema, que no me acuse sino me entienda, ¿A quién tengo? Quizás al frío o a la noche, que me acompañan día si y día también, quizás los pensamientos que reinciden todos los días, estoy cansado del cansancio, agobiado de las personas, estresado de estresarme, dolido del dolor, del dolor y de la añoranza de tiempos pasados, ¡A quién tengo si no es a mi mismo! Invierno cercano, trágame, traga cada resto de mi pútrido cuerpo que el otoño ha sido incapaz de remover, que tu frío sea capaz de congelar mi soledad y mis deseos de despertar abrazado a alguien y no a la tristeza; comprender es lo que pido, empatía, conocer, pensar, cortame desde dentro, sin que pueda comprender el como ni el por qué, solo hazlo.
