El Sueño de Henry - SwanQueen

I. Universo Alternativo

—¡Henry! ¡Mi amor! ¡El desayuno está listo! —La voz de Regina inundó los oídos de Henry. Éste soltó un gruñido, no quería despertar—. Vamos hijo —La puerta se abrió y la mayor rodó los ojos al ver a su hijo—. ¿Qué haces en el escritorio? ¿Dormiste ahí?

Regina se cruzó de brazos, aunque algo divertida, y Henry se desperezó alzando sus brazos y soltando un profundo bostezo.

—Sí. —Henry arqueó su espalda, adolorido; Consecuencias de dormir allí—. Me quedé dormido, no me di cuenta.

—Ya veo... —Regina habló divertida—. Ve a asearte y baja a desayunar. Hice hotcakes y dudo que Emma espere por ti. —Regina bromeó.

—¿Emma está aquí? —Henry se sorprendió.

El chico no sabía que Emma iría a desayunar aquél día, más teniendo en cuenta la tensión presente entre sus madres a causa de la muerte de Robin Hood y la no-muerte del capitán Hook. Regina, al oírlo, frunció el ceño.

—Emh sí, hijo. Emma está aquí. —Henry sonrió y se dirigió al baño—. Henry tendrá que ordenar su habitación... —La mayor murmuró y luego bajó al living, para empezar a disfrutar de su desayuno.

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—¡Henry! Por fin bajas. —Emma se acercó al chico y dejó un beso en su cabeza.

—Tu madre se comió la mitad de los hotcakes, no digas que no te avisé. —Regina tomó la palabra, divertida. Emma le sacó la lengua haciendo que Henry riera por el gesto, aunque algo sorprendido por la repentina confianza entre sus madres.

Henry se sentó al lado de Emma y, al mirarla, frunció el ceño.

—Ma' ¿Qué haces con pijama? —El chico dijo y luego tomó uno de los pocos hotcakes que Emma había dejado con vida.

—Mmm... ¿Porque aún no me cambié? —Emma respondió con duda para luego mirar a Regina. Ésta se encogió de hombros.

—En un rato vendrá tu abuelo a buscarte, Henry. Dijo que tiene que patrullar el pueblo y que pensó en que podrías ir con él.

—Me parece perfecto. —Henry sonrió.

—Emma, cariño, ¿Podrías traerme otra taza de café? —Henry abrió sus ojos al oír a Regina. ¿Desde cuándo le decía cariño a Emma?

—Me tienes de esclava ¿eh? —La rubia bromeó para luego levantarse y tomar la taza ya vacía de Regina.

—Y bueno ¿Qué decir? Soy la Reina Malvada. —La pelinegra sonrió coqueta y Emma golpeó su hombro con suavidad.

Henry miró perplejo la interacción de sus madres. ¿Qué demonios estaba sucediendo?

—¿Henry? ¿Estás bien? —Regina tomó su mano y el chico se levantó de la mesa con torpeza, sintiéndose abrumado.

—Sí, sí. Claro que sí. ¿Por qué no estaría bien? —El menor sonrió nervioso—. Iré- iré a cambiarme para cuando venga mi abuelo.

Y sin más, Henry subió corriendo las escaleras.

—¿Qué fue eso? —Emma preguntó mientras le daba la taza de café a su novia.

—No lo sé. Será la etapa adolescente que lo tiene así. —Regina se encogió de hombros y luego dejó la taza en la mesa—. ¿Y tú por qué aún no te cambias? —La pelinegra tomó a Emma de la cintura y la acercó a su cuerpo.

—Quiero ducharme primero. —Emma enredó sus brazos alrededor del cuello de la otra.

—¿Estoy invitada? —Regina arqueó sus cejas.