XX. Última Sorpresa

2.3K 222 21
                                    

Emma despertó a las 10:25 A.M. Rodó los ojos al recordar sus palabras: "Pero ten en cuenta que mañana debemos madrugar."

La sheriff sonrió cálidamente a una Regina dormida. La ex reina tenía su cabeza apoyada en el pecho de Emma y, durante el sueño, había enredado sus piernas a las de la rubia. El agarre que la pelinegra mantenía, le impedía a Emma moverse sin despertarla.

—Eres tan linda... —Susurró a la vez que acariciaba la mejilla de su chica—. ¿Gina? —Susurró apenas moviéndola. —Gina, debemos despertar. —Esta vez Emma habló más alto.

—Si sigues hablándome, te convertiré en sapo. —Murmuró Regina malhumorada, apretándose al cuerpo de la sheriff.

—No me importa si me conviertes en sapo, no si eso significa que podrás disfrutar de la última sorpresa. —Emma dijo y la ex reina abrió sus ojos, mirándola con curiosidad.

—¿Es en serio? —Regina preguntó a la vez que se incorporaba en la cama. La rubia la miró frunciendo el ceño.

—Mm, sí. ¿Por qué no iba a serlo? —La pelinegra se encogió de hombros.

—No lo sé. Ya la sorpresa de ayer fue suficiente, ¡Creaste un maldito lugar para nosotras! Emma, es muchísimo. Simplemente creí que no harías más por mí. —Regina confesó agachando la mirada.

Regina no estaba acostumbrada a que la quieran, mucho menos estaba acostumbrada a que la mimen y le preparen sorpresas.

—No es un maldito lugar. —Emma contestó, haciéndose la ofendida. Regina rió negando—. Gina, ya te dije, siempre te consentiré y mimaré. Solo quiero que seas feliz. —Emma se acercó a la otra mujer y besó sus labios—. No sé qué me pasa contigo pero siento la necesidad de cuidarte y protegerte ¡Y sé que no necesitas protección! ¡Eres Regina Mills! ¡Tú puedes sola con todo! Pero yo quiero, igualmente, estar ahí para ti. Quiero cuidarte, ¿Me dejarás? —Regina mordió su labio y asintió para luego abrazarse a la rubia.

—Dios, Emma. No te merezco. —Pequeñas lágrimas escaparon de los ojos de Regina, se maldijo por mostrarse tan vulnerable frente a la sheriff.

—Yo decidiré si me mereces o no. Yo decidiré si me haces bien o no ¿Y adivina qué? —Emma se separó del abrazo de Regina y la miró a los ojos—. Me haces muy bien, Gina. —La rubia volvió a besarla—. Ahora, ¿Qué te parece si desayunamos y luego vamos a tu última sorpresa? Blue estará esperando mi mensaje.

—¿Blue? ¿Qué estás tramando Emma Swan? —Regina la miró con las cejas arqueadas, su curiosidad saliendo a relucir una vez más.

—Oh, no es nada raro ni especial. —Emma simplificó la sorpresa—. Simplemente necesito que Blue me tenga... algo. —La rubia dijo nerviosa, casi se le escapaba la sorpresa—. Es una pavada pero necesito ayuda. —La sheriff se levantó de la cama y le tendió su mano a la ex reina—. ¿Vamos, Su Majestad? —La mencionada rió.

—¿Ahora la nueva moda es desayunar desnudas? —Preguntó Regina mirando a la otra mujer con ganas—. Que buena está, señorita Swan. —Con un pequeño movimiento de muñeca, la ex reina atrajo a Emma hacia ella y la sentó sobre sus caderas.

—¡Regina! —Emma se quejó, sus mejillas estaban coloradas—. Primero nos cambiamos y luego desayunamos. —Murmuró.

—¿Y si te desayuno a ti? —Preguntó la ex reina con las cejas arqueadas. Emma golpeó su hombro con suavidad.

—¿No tuviste suficiente con lo de anoche? —Regina negó.

—Nunca tengo suficiente de ti, Swan. —La pelinegra dijo y luego mordisqueó el cuello de Emma.

El Sueño de Henry - SwanQueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora