El Sueño de Henry - SwanQueen

XI. Té de Manzana

Una vez solas, Emma y Regina se miraron, la pelinegra tomó la mano de Swan y le dedicó una dulce sonrisa.

—Así qué usted, señorita Swan, fue la que me despertó de la maldición ¿eh? —Regina se incorporó en la cama, quedando frente a frente con la rubia.

—Sí... —Emma susurró—. Tenía miedo de que no despertaras.

—Sabes lo que significa que tú me hayas despertado ¿No? —Emma asintió, tímida—. ¿Qué pasa, Emma? —Regina tomó sus manos y comenzó a acariciarla suavemente.

Pasaba que Emma tenía miedo a lo que pasara entre ella y Regina. No quería lastimarla, no quería sufrir. Pero Emma tampoco quería revelar sus miedos, no cuando Regina acababa de despertar de una maldición.

—N- nada, simplemente que están pasando muchas cosas. —Respondió Emma sin mirarla.

Regina asintió sin estar convencida de las palabras de la rubia, sabía que algo le estaba ocultando.

—Lo sé, demasiadas cosas y- —Regina frenó su habla y frunció el ceño.

La ex reina comenzó a recordar momentos junto a Emma, en donde estaban juntas, pero también recordaba momentos en los que había vivenciado besos entre la rubia y Hook. Regina sintió que su cabeza comenzaba a dolerle. 

—¿Qué es? —Emma dijo alzando la vista para mirar a la pelinegra.

—Espera. ¿Tú y yo no..? ¿El pirata y tú? —La pelinegra intensificó su ceño fruncido—. No entiendo, Emma. ¿Por qué tengo recuerdos en los que yo te proponía casamiento? No sé qué es real y que no. —Regina cerró sus ojos, sintiéndose mareada.

—Hey, tranquila Gina. Te explicaré todo con calma ¿Si? —La pelinegra asintió—. ¿Quieres que te traiga un té o algo para comer?

—¿Podría ser un té de manzana? —Emma sonrió divertida para luego asentir—. Y una pastilla para el dolor de cabeza, por favor. —Emma volvió a asentir y se levantó de la cama para dirigirse a la puerta—. ¿Y Emma?

—¿Si? 

—Gracias.

Emma le dedicó una sonrisa y bajó a la cocina.

Allí se encontró con los encantadores y su hijo, quienes se mostraban felices.

—¿Y? ¿Qué pasó? ¿Ya son novias oficialmente? —Henry habló con rapidez, Emma no pudo evitar reír.

—Hey chico, tranquilo. Tu mamá aún está algo perdida respecto a los recuerdos. Ella fue maldecida por la Reina Malvada antes de que supiéramos todo acerca del universo alternativo creado, Regina no sabe bien qué es real y que no. Está confundida y es lógico. —Emma encendió el calentador de agua y comenzó a preparar la infusión para Regina—. Así que le haré un té y le explicaré todo con calma.

—Y después sí estarán juntas oficialmente. —Exclamó Henry.

—Ojalá chico, ojalá.

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Emma preparó el té lo más rápido que pudo y se encaminó nuevamente a la habitación de Regina. Una vez allí, vio como la pelinegra se había cambiado de ropa; La mujer tenía una camisa blanca y una falda color negra.

—No puedes con tu ingenio ¿eh? —Dijo Emma divertida—. Ten, aquí está el té de manzana y la pastilla para el dolor.

Emma se acercó a la cama, donde Regina estaba sentada, y se sentó a su lado.

—Gracias Emma. —Regina sonrió y bebió un poco de la infusión—. Bien ¿Me dirás que sucedió?

—Dijiste recordar que me proponías casamiento ¿No? —Regina asintió para luego tragar la pastilla que Emma le había dado—. Bueno, todo recuerdo que tengas acerca de eso o de nosotras juntas es falso, fue creado por Henry.