XXIV. Planes de Batalla

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Estos serán los nuevos personajes que aparecerán más adelante:

Fobos (Gavin Leatherwood), Deimos (Tom Ellis) y Enio (Lauren German)

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—¿Qué posibilidades tenemos de ganarles? —Quiso saber Regina. Atenea negó.

—No lo sé, Regina. Pero tendremos que pelear con la mente fría, tener una buena estrategia y mucha valentía para enfrentarnos a lo peor. —Atenea dijo con seguridad.

David y Snow se miraron preocupados, Henry abrazó a Emma quien tenía una mirada horrorizada. Regina se acercó a la rubia y la miró con calma, una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de la ex reina; Dándole a la sheriff toda la seguridad y tranquilidad que por sí sola no conseguía.

—¿Pelear? ¿Realmente vamos a pelear? —Snow habló, acercándose a la Diosa—. ¿Qué haremos con un arco, una espada y dos trucos de magia frente a cuatro Dioses?

—"¿Dos trucos de magia?" —Regina interrumpió a Snow, molesta—. ¿Acaso todos estos años peleando contra mí no te han demostrado lo que puedo hacer con mi magia? —La ex reina enfrentó a la otra mujer.

—A ver, enfoquémonos en lo importante. —David habló, tomando a su mujer de la mano—. ¿Realmente es imposible vencerlos? —El hombre miró a la Diosa.

—Imposible no es, pero sí puedo afirmarles que será difícil y que la pérdida de algún ser querido es muy probable. Las muertes en las batallas son comunes, y esta será una batalla complicada.

—Eso lo sabemos. —Exclamó Regina.

—Lo aclaro porque los "héroes" de los cuentos de hadas están acostumbrados a los finales felices, a que todo salga bien. Pero esto va más allá de los cuentos, estamos en la vida real. Y deben ser conscientes de que mañana, si desean batallar, podrían morir. —Atenea dijo, con seguridad y serenidad a la vez.

—¿Alguna debilidad que debamos saber de ellos? —Emma preguntó, mientras abrazaba a Regina y sus dedos acariciaban los de la pelinegra, en un gesto de complicidad.

Atenea miró a su alrededor, la gente de Storybrooke estaba atenta a los protagonistas, mirando a lo lejos.

—¿Es seguro que sigamos hablando aquí? —Cuestionó la Diosa.

—¿Ahora lo dices? —Regina exclamó molesta—. Joder, vamos a mi mansión, otra vez.

Atenea asintió y se esfumó.

—¿Merlin? ¿Tu vienes y aportarás algo o seguirás siendo un puto cactus sin vida? —Regina dijo mirando al mago. Éste le sonrió con calidez.

—¿Crees que mi ayuda será necesaria?

—Pues, por algo te estoy preguntando, imbécil. —Contestó la ex reina.

—¡Gina! —Exclamó Emma para luego rodar los ojos—. Merlin, claro que te necesitamos. Cuantos más seamos mejor, ¿No?

—Mejor. —Afirmó el mago y se esfumó.

—¿Vamos familia? —Emma preguntó a sus padres e hijo, provocándole a los mayores una agradable sensación en el pecho.

—Vamos. —Henry asintió tomando la mano de su madre pelinegra.

Regina y Emma se miraron y acto seguido un humo dorado envolvió a la familia, momentos después, todos aparecieron en la mansión de la mujer Mills.

El Sueño de Henry - SwanQueenWhere stories live. Discover now