IV. Aniversario pt2

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La familia llegó a Granny's poco minutos después. Allí, ya varios amigos esperaban por ellos.

—¡Wow! Que bella estás, amor. —La voz de Hook resonó desde una de las tantas mesas del lugar.

El pirata se levantó de su mesa y se acercó para hacer una pequeña reverencia a la rubia. El hombre tomó una mano de Emma y la besó con suavidad, a leguas se notaba que el pirata se sentía atraído por Swan.

—Gracias, Killian. —Emma respondió amable.

—Y ustedes también están guapos. —El pirata dijo mirando a los otros cuatro.

—Gracias, pirata. —Respondió Regina con una falsa sonrisa y se acercó al hombre para susurrarle—. Hazte el galán con Emma una vez más y usaré tu garfio para arrancarte las pelotas. —¡Granny! Que guapa estás—. Regina cambió de humor, mostrando una sincera sonrisa, acercándose a la abuela de la familia.

—Y bueno, hoy todos nos pusimos nuestras mejores ropas.

—Y ya lo creo. —Habló Ruby, quien tenía un vestido rojo que tranquilamente podría infartar a más de uno y una.

—Siempre diosa tú. —Regina alagó, Ruby se acercó a ella y la abrazó.

Henry, por su parte, veía todo con gran sorpresa. Regina se llevaba tan bien con todos, se mostraba tan cariñosa con todos... Bueno, con todos menos con el pirata. ¿Tal vez esa era la felicidad de Regina? ¿Tener una gran familia, amigos y un amor que la mirara como si ella fuera lo más importante del mundo? Henry reflexionó. Emma, en efecto, miraba a su otra madre como si fuera lo más importante y bello del mundo: Emma estaba enamorada. Pero aquél mundo no era real, por el contrario, era falso. Henry sintió agobiarse.

—¿Qué les parece si comenzamos a comer? —La voz de Leroy resonó por sobre todas las voces. Regina rodó los ojos mientras los demás reían.

—Me parece una propuesta perfecta. —Coincidió Granny comenzando a servir. Ruby, Archie y David ayudaron a la abuela.

La puerta de entrada se abrió y con ello Belle entró. La mujer vestía un sencillo pero precioso vestido dorado.

—Belle, que hermosa estás. —Emma se acercó a ella y la abrazó.

—Gracias, Emma. Tú estás para infartar, principalmente a una que veo allá. —Belle respondió mientras veía a Regina reír con su hijo—. Si así nos vestimos ahora, ¿Cómo será para su aniversario número diez o veinte? ¡Dios mío! —Emma rió algo sonrojada.

—Ya sabes como es Regina... —La rubia rascó su nuca haciendo reír a la otra mujer.

—Lo sé. No nos olvidemos que Regina es de la realeza, la reina. Y bueno, los demás somos del Bosque Encantado. Está en nuestros genes vestir de forma extravagante para eventos, sean pequeños o grandes.

—Buen punto. —Emma coincidió y luego se acercó a la mesa donde su familia estaba por comenzar a comer.

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Luego de comer, Emma fue la encargada de poner música en el lugar. Dejando de lado la rocola, la rubia conectó su móvil al parlante que allí había y puso algunos temas modernos que le gustaba.

—¿Y Henry? ¿Cómo lo estás pasando? —August se acercó al chico sonriente.

—Bien. Todo me parece raro aún pero bien. —Henry le devolvió la sonrisa.

—¿Viste el amor que desprenden esas de allá? —August dijo señalando con su cabeza a Emma y Regina, quienes bailaban y reían tontamente.

—Sí... Jamás pensé en que ellas podrían estar juntas. Se hicieron amigas, sí. ¿Pero que se amen? —Henry negó—. Pero las veo tan felices que quiero que estén así para siempre.

El Sueño de Henry - SwanQueenWhere stories live. Discover now