Sam & Seth

#5

Seth caminaba a lado de Sam pero no hablaban. Ella se rompía la cabeza pensando en que decir y él le daba vueltas al papel doblado que llevaba en el bolsillo. Los demás caminaban un poco apartados, obra de Dulce, obviamente. Sam vio el parque cada vez más cerca y decidió que no perdería el tiempo, ya estaba oscureciendo y tenía que regresar a su casa.

"Oye, ¿puedo preguntarte-"

"No, espera" – dijo él bruscamente, parándose y mirándola. Tomó aliento y sacó algo de su bolsillo – "lamento no decírtelo simplemente, pero creo que entenderás que eres un poco aterradora"

Sam sonrió. Seth le extendió un papel, ella lo tomó y levantó los ojos, entonces Seth asintió y ella empezó a desdoblar el papel. En letras escritas con un plumón negro grueso decía:

¿Quieres ser mi enamorada?

Sam le sonrió al papel y luego a Seth. Los ojos de él buscaban los suyos desesperadamente, como queriendo leer la respuesta en aquellas extrañas pero acogedoras tonalidades de café. Sam miró al suelo por un segundo y luego asintió con la cabeza.

"¿O sea si?" – dijo Seth sonriendo y alborotando su cabello con una mano.

"Si" – dijo Sam riendo.

Seth ni le dio un segundo para pensarlo, simplemente avanzó el paso que los separaba y la abrazó, un brazo alrededor de la cintura de Sam y el otro por encima de sus hombros. Ella no lo había notado hasta ahora, pero él era un poco más alto que ella, de modo que si agachaba la cabeza y la apoyaba contra el pecho de él, los labios de él quedaban exactamente en su frente. Entonces Sam se vio en los ojos de él, y los labios de él empezaron a acercarse a los de ella. Ella lo pensó en milésimas de segundo y puso su frente en la de él.

"Alto ahí, soldado"– dijo ella sonriendo con los ojos cerrados.

"Lo que usted diga" – dijo él y volvió a estrujarla contra su cuerpo.

Los gritos de felicidad de los demás los devolvió bruscamente a la realidad.

"Eh... aún estamos aquí, ¿recuerdan?" – gritó Andy con todas sus fuerzas.

"Ya vamos" – gritó Seth, ella tomó su mano y los alcanzaron.