#15

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"Estas bromeando, ¿verdad?" – dijo Sam imitando una sonrisa con sus labios.

"Yo no bromearía de algo así"

Sam levantó una ceja divertida y se paró frente a él.

"Ok, sí. Pero ahora no" – dijo Seth tomando una mano de Sam y jalándola hasta que ella cayó sentada en sus piernas – "Si no me crees llama a Dulce".

Sam quería decir algo pero no podía, tenía un nudo en la garganta y los ojos le picaban. Había planeado un verano con él antes de volver a la escuela. Tenía que ser una broma, pero Seth estaba tan serio que la asustaba.

"Un mes" – dijo Sam resignandose, su voz salió en un susurro.

"Un mes" – repitió Seth y suspiro – "Bebé"

Sam giró su rostro para que Seth no pudiera verla. En cualquier momento empezarían a caer sus lágrimas y no podía mostrarse tan débil.

"No, mírame" – Sam giró su rostro hacia él – "Te llamaré cada vez que tenga señal, y si no caminaré, la casa de mi tía está a 15 minutos caminando del pueblo."

Sam solo asintió. Un miedo crecía en su interior, y no cualquier miedo, era el miedo a lo desconocido. El miedo a nunca haber estado lejos de Seth por más de unos cuantos días y ahora verlo partir por un mes.

"Te voy a extrañar" – dijo Seth cuando ella lo abrazó fuertemente.

Fueron exactamente 25 días. Sam estaba llegando al parque, tenía un balón bajo el brazo y el celular en su mano. Miraba por milésima vez el mensaje que Seth le había enviado hace un par de días: no me olvides. Como si fueran así de fácil, pensó Sam.

"¿Saben algo de ese par?" – preguntó Tessa mientras calentaban.

Sam ni hizo el esfuerzo de responder, primero porque no sabía nada y segundo porque el tema ya la estaba agotando. Solo quería que los días pasen rápido y ya. Hablar de ellos no iba a hacer que regresen.

"¿Te refieres a ese par que viene por allá? – preguntó Lizzy.

Sam tardó un segundo en procesar lo escuchado e inmediatamente se giró a ver a donde apuntaba Lizzy, mientras lo hacía se arrepintió de su reacción tan repentina ya que podía ser una broma, como las muchas que las chicas le habían jugado, pero no, aún a la distancia veía venir un chico con un gorro que le cubría las orejas y un conjunto de buzo plomo claro. Su corazón latió como si quisiera salirse. Dulce iba delante de él, y al ver a Sam apuro el paso y llegó hasta ella con los brazos extendidos.

"Tengo ganas de ahorcarte" – dijo Sam abrazándola más fuerte.

"Lo sé. Lo siento. Seth me dijo que no te dijera nada"

"Ese bastardo" – dijo Sam mirando a Seth, que ya estaba a cinco metros de ella.

Él le sonrió y Sam sintió que al fin estaba en casa. Que ambos estaban en casa.

"Sorpresa" – susurró él después de un largo beso.

"Cállate" – rió Sam atacándolo de nuevo con sus labios. 

Sam & SethWhere stories live. Discover now