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"Dulce" - susurro Sam tratando de no despertar a las demás.

"Dime"

"No puedo dormir"

"¿En qué piensas?"

"En nada, simplemente no puedo. ¿Tu?"

"En todo" - Dulce se giró en la cama para mirar de frente a Sam - "El porqué de las cosas, Sam. Porque algunas funcionan y otras no, aunque en ambos casos se haya hecho el mismo esfuerzo. Porque algunas personas se quedan y otras se van, porque a algunas les gusta la cerveza y a otros el vino-

"Quisieras que tú y Manu hubieran funcionado desde el comienzo, ¿verdad?"

"Exacto" - dijo Dulce asombrada una vez más por la rapidez con la que Sam entendía a los demás - "No sé muy bien porqué, pero cuando termine con él en cuarto parecía lo correcto y ahora desearía que hubiera tratado con más fuerza"

"¿Cuánto tiempo estuvieron?"

"10 días, y luego Seth y yo viajamos"

"Era complicado, Dulce. Además todo está bien ahora"

"Lo sé, pero si tan solo hubiera sido más... No sé, ¿madura? ¿Inteligente? Si no hubiera pensado solo en mi misma tal vez tendríamos... una boda doble".

Sam abrazo a Dulce entendiendo.

"Tú y Seth son algo... diferente" - dijo Dulce aún en los brazos de Sam - "Algo increíble, fuera de lo normal. Siendote sincera, yo no les tuve verdadera fé hasta cuando se comprometieron, simplemente se veía tan irreal. Pero supongo que esto es lo que pasa cuando una persona tan noble y sencilla como Seth y otra tan fuerte y decidida como tú se encuentran. Seth... él siempre tuvo un amor tierno debajo de la piel para dar. Mi mama nunca estuvo ahí para recibirlo pero en eso llegaste tú"

"¿Para Seth soy como una mamá?" - dijo Sam sonriendo y se arrepintió inmediatamente.

"Seth te respeta como a su madre, te protege como a su hija, confía en ti como en una mejor amiga y te ama como a su futura esposa" - dijo Dulce completamente seria.

Sam sintió un nudo en la garganta que no la dejaba hablar y Dulce entendió.

"Lo de ustedes es especial. No asientas y entiende, Sam" - dijo Dulce mirándola a los ojos - "Cada persona en esta tierra, en algún momento de su vida, busca el amor. No el de sus padres o amigos, ni siquiera el de Dios. Otro tipo de amor, Sam, un amor que es más como una ayuda, un complemento, el tipo de amor que convierte dos en uno. De todas esas personas, son poquísimas las que lo encuentran, y más pocas aún las que perseveran. Tú y Seth lo han encontrado, estoy segura, y antes de Los 20 años. ¿Entiendes que afortunados son, Sam? ¿Entiendes cuántos quisieran estar en su lugar? Algunos nunca lo encuentran y sufren, se llenan de cosas y van de aquí a allá viviendo descontroladamente, pero apenas se encuentran solos se dan cuenta de lo que les falta, sea porque nunca lo encontraron o simplemente no perseveraron".

"Hablas de tu mamá" - dijo Sam

Dulce asintió.

"Ella nunca persevero, y tal vez no sepa que Ella es una de las que lo encontró" - Dulce se dejó caer de espaldas en la cama - "Pero algún día lo sabrá... Y se arrepentirá y sufrirá lo que nosotros sufrimos"

"Yo creo que ella sí sufre" - dijo Sam pero Dulce no la oyó, lágrimas de rabia caían de sus ojos.

"Todo lo que hemos pasado... Todo lo que Seth tiene que pasar. No sabes cómo me parte el alma tener que ser yo la que baile con él por-

Dulce cayó en un silencio repentino dándose cuenta de que había hablado de más.

"¿Por?" - demandó Sam.

Dulce hundió su Rostro en la almohada y se negaba a levantarlo.

"Por favor, Dulce" - rogó Sam.

"Mamá no vendrá" - dijo la voz ahogada - "Seth no quería que lo sepas por miedo a que dirías"

"Seth... ¿Que?"

"Seth tiene sus razones, Sam. No te molestes con él, él quiere lo mejor para ustedes."

Sam había escuchado esas palabras antes y el golpe del deja vu la dejó casi sin aire. Miro a Los ojos a Dulce y se dio cuenta que no podía decirle nada, no lo entendería. Sam asintió y se giró dándole la espalda a Dulce. Dulce la abrazo y después de un momento empezó a respirar profundamente. Dulce dormía pero Sam estaba muy lejos de hacerlo. Seth lo había prometido, Sam no podía creer que no le había importado su promesa. No podía creer que le había vuelto a ocultar cosas, no, le había mentido. Ella no podía quedarse con alguien en quien no podía confiar. Feliz pero engañada, pensó Sam y limpiando silenciosamente dos lágrimas se quedó dormida.

Sam & SethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora