#25

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Sam se levantó ese día para encontrar el desayuno ya hecho y todas paseándose en pijama por la casa.

"Hasta que al fin se levantó" – exclamó Tessa y todas salieron de la cocina.

"Tienes que ver esto Sam" – dijo Lizzy tomando el brazo de Sam y llevándola a la sala.

En la sala estaban colgados los vestidos de damas de honor y en el suelo debajo de cada vestido estaban los zapatos. Sam entró gritando emocionada a la sala y todas rieron en aprobación, pero el momento pasó rápidamente y Sam sintió un nudo desagradable en la garganta.

"Me muero porque sea sábado" – exclamó Tessa.

"Imagínate yo" – dijo Sam tratando de sonreír.

De repente Tessa se desprendió de sus shorts y de su camiseta y se quedó en ropa interior, luciendo de lo más cómoda, mirándolas a todas como "¿Qué miran?". Se acercó a su vestido y empezó a probárselo.

"Tiene que haber una última probada" – dijo riendo ante las caras sorprendidas de sus amigas.

En eso todas empezaron a quitarse los pijamas y se lanzaron hacia sus respectivos vestidos. Sam las observaba sonriendo mientras una tristeza le quitaba el aire por dentro. Cuando ya estuvieron cambiadas miraron a Sam para que ella les dé su aprobación pero ella no pudo decir nada aunque trató. Sus ojos picaban un poco, o tal vez solo era su imaginación, no quería llorar así que mordió su labio e intentó una sonrisa.

"Oh, Sam" – dijo Tessa acercándose.

"Todas están perfectas" – dijo Sam secándose los ojos con una manga.

Las chicas se miraron conmovidas. Sam no lloraba de cualquier cosa y ellas lo sabían, este definitivamente era un momento especial para todas.

Se quitaron los vestidos sin querer desprenderse de ellos en realidad y hablaron interminablemente sobre el peinado de cada una.

Cuando hubieron desayunado Sam se disculpó y dijo que debía ir a casa porque aún tenía que confirmar algunas cosas. Ellas entendieron.

"Solo faltan 24 horas, locas" – dijo Tessa apenas salió Sam.

Sam estaba pensando exactamente lo mismo.

Llegó a casa y esperó. Esperó, esperó y esperó. Ya eran las 4 de la tarde y Seth no se había dignado a aparecer, ni siquiera a llamar. No sabía qué pensar y de repente se sintió tan sola. Mamá había salido a confirmar el buffet y papá fue a comprar una corbata nueva. Ariana estaba aún en casa de Lizzy, dormirían ahí la última noche para alistarse todas juntas en la mañana. El silencio hacía que sus pensamientos le rebotaran de las paredes así que decidió sacar un pote de helado de la refri y con una cuchara empezó a atacarlo. 4:30. Sam empezó a creer que nadie vendría, ya hasta estaba por escoger un libro, cuando sonó el timbre. Tomo aire y abrió la puerta. No era Seth, pero era alguien muy parecido a él, y además sostenía un ramo de rosas.

"Vengo a saludar a la futura esposa" – dijo el padre de Seth, Joab.

"Muchas gracias" – dijo Sam sonriendo y tomando el ramo – "Pase"

Sam le ofreció helado (no muy contenta) al señor Joab y juntos se sentaron a comer a la mesa. El corazón de ella latía fuertemente, no sabía qué decir y sus pensamientos estaban en otra parte.

"Temía no encontrarte. Pensé que estarías ocupada con las cosas de último minuto"

"En realidad ya tengo todo listo. Mi mamá fue a revisar el asunto de la comida e insistió en que debía descansar"

Sam & SethWhere stories live. Discover now