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"Tarde otra vez, Seth. Oh" – dijo la tía Clara levantando la cabeza, sonrió – "Supongo que esta señorita es Sam"

"Buenas noches" – dijo Sam sonriendo.

"Lo siento tía, tuve que recogerla y se me hizo tarde" – dijo Seth – "¿Cómo está el tío Alfred?"

"Mejor, querido. Tal vez en dos días salga del hospital"

Era su último año de escuela y Seth había empezado a trabajar en el café de su tía. Solo trabajaba de 5 a 8, Dulce le había pedido que trabaje esas horas para que ella tenga más tiempo para estudiar. Seth le había dicho a Sam que estaba ahorrando, exactamente para que Sam no estaba segura. Era fines de noviembre, hacía algo de frío y el café no era un mal lugar para estar. Sam conocía al tío de Seth, Alfred, él casi siempre atendía pero últimamente estaba sufriendo problemas del corazón. Aún recordaba la primera vez que ella había estado en ese café, el tío Alfred estaba atendiendo y Seth le leía, ambos recostados en los sillones junto a la ventana.

"Veo que te gustan los libros" – dijo el tío Alfred sonriendo cuando terminó el capítulo.

"Siempre" – dijo Sam irguiéndose en el sillón.

"Es una buena y olvidada costumbre la de leer. Sabes, yo solía ser tal como tú, siempre un libro en mi mano. Pero el tiempo pasa volando, un día te levantas y tienes tantas cosas que hacer y poco a poco vas dejando el hábito" – el tío Alfred se agachó y sacó unas galletas del horno – "Me alegra que le hayas contagiado un poco a Seth, si no lo hubiera visto hoy con mis propios ojos, no me atrevería a decir que sabe leer."

Los tres rieron.

"Usted debe tener muchos libros" – dijo Sam sentándose frente al mostrador y tomando una galleta.

"Bastantes. Pero antiguos y aburridos. No te gustarían"

"En realidad, me encantan los clásicos"

"Entonces te traeré uno" – dijo él sonriendo – "tal como debe ser entre lectores"

Seis meses después Sam miraba alrededor. Por idea suya ahora había un estante con libros, aun eran pocos pero entre ella y el tío Alfred algún día tendrían una excelente colección. Se acercó al estante y recorrió su vista por cada uno de los títulos. Todas las vidas en esas hojas eran parte de ella misma. Como Seth.

"Feliz cumpleaños"

Sam dio media vuelta y sonrió a Seth que estaba a centímetros de ella, sosteniendo una bolsa de regalo.

"Mi cumpleaños es mañana, genio" – dijo ella abrazándolo fuerte.

"Lo sé, genio." – dijo él devolviéndole el abrazo – "pero mañana estarás ocupada, y tengo algo que decir. Vamos, mira que hay dentro"

Sam tomó la bolsa con las cejas levantadas y rió levantando lo que había dentro.

"¡El libro que quería!" – exclamó Sam emocionada

"Para que veas que si te escucho" – dijo él sonriendo – "ábrelo"

Solo entonces Sam notó que el libro tenía algo adentro, algo que dejaba un gran espacio entre las hojas. Con mucho cuidado de no doblar las páginas abrió el libro y allí, en el medio, estaba un anillo delgado plateado, incrustado de diamantes pequeñitos de muchos colores.

"¿Qué-"

"Es un promise ring"

Sam puso una mano en sus labios y miró a Seth, sus ojos llenos de emoción. El la tomo en sus brazos una vez más y sintió que ella besaba su mejilla y luego su oreja.

"¿Y cuál es la promesa, exactamente?" – susurró Sam separándose suficiente como para mirarlo a los ojos.

"La promesa es que..." – Seth miró al suelo y luego a Sam, inseguro de sus palabras. Las manos de él llegaron a los hombros de Sam y cuidadosamente echó el cabello de ella para atrás. Tomó aliento y continuó – "La promesa es que, si quieres, te leeré muchos, muchos libros. Que caminaremos de la mano por las calles y jugaremos a las escondidas en el parque hasta cansarnos. Que te esperaré en el sillón de la biblioteca una y otra vez, aunque parezca que nunca elegirás un libro. Que un día te voy a pedir que seas parte de mi vida, que seas mi... esposa. Y si aceptas simplemente me encargaré de que seas muy feliz, y seguiremos haciendo todas estas cosas."

De todos los libros que había leído, Sam decidió en ese momento que no había oído un discurso más simple ni más hermoso.

"Me parece perfecto" – dijo ella presionando sus labios contra los de él – "Te amo".

"Yo también te amo, Sam" 

Sam & SethWhere stories live. Discover now