Doce - ¿Mosca? Mosca.

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Cada día todo se volvía un tanto más extraño. Salíamos, casi siempre; los chicos, Tori, Eli y yo. Por lo general solíamos estar todos, aun que algunas veces faltara una o dos personas por algún asunto familiar o porque no les apetecía. Excepto en el caso de Eli y Michael, que cuando faltaban "casualmente" los dos, sabíamos de sobra que era para quedar ellos dos juntos, solos.

Algunas veces íbamos a la piscina, otras a la playa, y cuando nos cansábamos quedábamos a tomar algo en cualquier bar o cafetería de la ciudad. A demás de eso y de trabajar, - que por cierto, cada vez me llevaba mejor con Nicole – no hacía nada relevante.

-¿Hoy qué vamos a hacer? - Pregunté a Ashton mientras limpiaba con un trapo la barra de la cafetería. Él dejó la bandeja que sostenía en una de sus manos y un platito que tenía en la otra.

-No sé que harán los demás, pero yo creo que iré con Luke a la playa. Ya lo hablé con él cuando me llamó en el descanso.

-¿Y los demás?

-Michael dice que no puede y Eli tampoco así que me imagino que quedarán juntos. Son más evidentes. - Se rió un poco y fue a la cafetera, tocó un par de botones y caminó a por unas tazas. - Hablé por la noche con Tori, y hoy tiene que ir al médico con su madre no me preguntes por qué.

-¿Hablaste con Tori?

-Sí, bueno... - Se sonrojó un poco y sonrió. - Me llamó ella, porque no podía dormir. Voy a llevar a esto a la mesa seis.

Y con eso se marchó como un bólido. Dejé el trapo y Nicole apareció con una lista de bebidas que tenía que hacer para la mesa quince, la más grande de todas. Hoy había ahí una comida que acababa de terminar, y tenía que servir los postres. Genial.

Odiaba estos grandes esfuerzos.

Se me hizo demasiado largo; hasta las seis menos cuarto no conseguí cerrar el local junto a Nicole que enseguida se esfumó a casa, porque había quedado con alguien, y Ashton.

-¿Vas a venir a la playa entonces?

-No sé, ¿qué hará Calum?

-A él hoy no le apetece ir, así que supongo que estará en casa. Yo voy a ir ya, que quedé a las seis con Luke y se me hará tarde. ¿Vienes o no?

-No, vete ya si quieres hacia allí. Yo marcho a casa

-Está bien. - Me sonrió y se acercó a revolverme el pelo. - Cuidado por la calle.

-Ya, lo sé. Puede haber violadores acosadores escondidos por todos lados aun que yo no los vea.

Nos reímos, le hice un gesto con la mano en forma de saludo y se fue por una avenida. Yo empecé a caminar a casa.

No tardé ni cinco minutos en llegar; la cafetería estaba cerca y a demás iba a paso ligero. Y lo único que me apeteció hacer fue tumbarme en la cama, cansada de hacer batidos, cafés y cosas por el estilo. La verdad, no quería estar el resto de la tarde así, aburrida en casa.

Así que, mientras estaba relajándome empecé a pensar en cosas para desaburrirme.

¿Y qué solía hacer yo cuando estaba aburrida?

La respuesta era fácil.

-Calum.

-Hola Andy. - Sonó al otro lado de la línea. Puse el teléfono en modo altavoz y lo tiré en el colchón. -¿Qué querías?

-Me aburro.

-Qué extraño. - Se rió.

-Las chicas no están, Michael estará con una de ellas y mi hermano se fue con Luke a la playa.

-Sí, lo sé. Me lo contó Ash al medio día. ¿Qué tal en el trabajo hoy?

-Una mierda, una auténtica mierda. - Suspiré. - Estoy agotada. ¿Tú qué tal?

-Llevo toda la mañana haciendo el vago.

-Ah, qué bien. - Soné irónica. - Yo trabajando duramente mientras tú estás tranquilamente en el sofá. - Ambos nos reímos.

-Bueno, a las nueve tuve que salir a hacer unos recados. Solo me llevó cinco minutos, pero fueron los cinco minutos más agotadores de todo el día.

-Idiota. - Me reí y escuché una carcajada por su parte. - ¿Y qué se supone que hiciste en esos cinco minutos para agotarte tanto?

-Bajé a la tienda que hay debajo de mi casa. - Pensé en su portal y en las tiendas de al lado; una de revelar fotos y otra de informática, (siempre iba allí a comprar juegos para la Play mi hermano). Supuse que era esa última.

-¿Nuevo juego?

-Puede.

Un pequeño silencio invadió la conversación. Me concentré en una mosca que revoloteaba por encima de mi cara, pero estaba tan sumamente cansada que ni si quiera me apetecía mover el brazo para apartarla.

-¿Estás ahí? - Preguntó, pero yo seguía concentrada en la mosca. - ¿Andy?

-Mosca.

-¿Mosca?

-Mosca.

-Tal vez “mosca” sea nuestro pequeño infinito.

-Calum, no te creas Augustus Waters. - Me empecé a reír.

-¿Por qué no? Tú serías Hazel. Mi querida Hazel Grace. - Volví a reírme y giré sobre mí misma. Miré el móvil y quité el manos libres, acercándolo a mi oreja.

-No quiero, acabarías muerto.

-Me fastidiaste el final del libro.

-¿Lo estás leyendo? - Me impresioné.

-No, pero igual en un futuro lo hacía. Empecé a ver la película, pero es que echaban un partido de fútbol en la televisión y...

-Calum, eres idiota. - Solté una carcajada.

-Ya me has llamado idiota dos veces, ¿yo qué te hice?

No respondí y sonreí mientras observaba a la nada. Ahora mismo, me gustaría que él estuviera aquí para revolverle el pelo y reírme como una idiota con sus chistes malos o sus cosquillas.

-Creo que tengo que irme. - Me dijo. - Me llama mi madre.

-Dale recuerdos a Joy de mi parte.

-Se los daré. Hasta pronto, Andy Irwin alias Hazel Grace.

-Nos veremos pronto Calum Hood alias Augustus Waters.

Sonaron varios pitidos. Aparté el móvil de mi y lo dejé en una mesita, me levanté y solo fui capaz de hacer una cosa.

Sonreír.

Change «	5sos » #ADH2Where stories live. Discover now