Quince - Ui. Parte 1

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Empecé a asustarme el día siguiente.

La noche anterior no me había decidido a llamar a Calum para darle las gracias por las fotos, porque preferí decírselo en persona. El problema en el que no había caído es que iba a costar tanto.

Llevaba una hora con el teléfono en la mano, desde las tres de la tarde hasta las cuatro, para llamarle y quedar los dos y así hablar. Quería decirle lo mucho que me había gustado el regalo y si me atrevía, confesar que me atraía.

Pero al parecer no me decidía a qué decirle. Es decir, me encuentro con él y le digo 'Ey colega, que me gustó mucho tu regalo y te quiero y no como amigo si no que te quiero como la trucha al trucho'. Pensándolo dos veces, no iba a contarle nada de que me gustaba. Y como lo había pensado por lo menos ya cien veces, mucho menos. Es más, ¿qué ganaba diciéndolo? En el peor de los casos él me rechazaría y san se acabó, pero ¿y si yo también le gustaba? Es decir, ¿saldría con otro de los amigos de Ashton? Van a acabar viéndome como una puta. Solo me falta ir a una esquina y cobrar.

Vale, no. Andy no eres así.

Pero es que, ¡qué iba a hacer!

Declararme desde luego no. Así que un gracias, sí, eso sería lo mejor. Decir gracias y ya está.

Marqué su número, pero no me atreví a calcar la tecla verde. No podía. Ya me estaba poniendo nerviosa otra vez, ¿qué narices me ocurría? Si hasta ayer me encontraba bien.

Mi móvil empezó a vibrar y en la pantalla marcaba el inicio de una llamada entrante de Calum. Me estaba llamando él.

Venga, Andy, tranquila, tú puedes.

-¿Si? - Dije con voz aguda, o al menos más de lo normal.

-Hola, pensé que ayer me ibas a llamar para ver que te pareció la sorpresa. - Dijo alegre. - Te... ¿Te gustó? ¿No? - Sonó algo tímido y me enterneció.

-Pues claro que sí, no te llamé porque... - Suspiré, intentaba inventarme algo pero no se me ocurría nada coherente y convincente – Bueno, fue porque...

-¿No te gustó?

-¡No! ¡Por su puesto que no Calum! Fue un regalo increíble, no tenías por qué haberlo hecho. Es que... - Volví a suspirar. - No me atreví a llamarte.

-¿Por qué? - Se rió.

-No sé, déjame, soy idiota.

-Qué mona. - Gracias a Dios él estaba en su casa (supongo) y yo en la mía, porque si llega a decirme eso en persona vería que estaba roja como un tomate. Como un semáforo. Como una rosa roja. Bueno, me entendéis.

Hablé con él un rato más sobre lo que haríamos esa tarde, que no fue quedar los dos solos ni de lejos.

Acabamos decidiendo ir a la playa con los demás, como ya habíamos hecho unas cuantas veces. Allí corrimos de un lado para otro, “jugamos” a fútbol con un balón hinchable – y lo digo entre comillas porque yo lo único que hacía era dar vueltas y tropezarme con todos, no me aclaraba y no sabía dónde estaba mi portería...- mas unos cuantos chapuzones en el agua de mar. La verdad es que fue divertido, sobretodo cuando el balón vino directo a mi cabeza por culpa de una patada demasiado elevada que dio Ashton, y al revotar metí gol en propia, es decir marqué un gol al equipo contrario en el que estaba Calum. Él vino corriendo y me abrazó tan fuerte que me elevó del suelo mientras daba vueltas dándome las gracias. Hice que mi equipo perdiera, pero ¡eh! ¡Qué más da! ¡Calum me abrazó y me elevó por los aires mientras su tableta rozaba mi cuerpo!

Mis hormonas se volvieron más locas que Juana.

Sobre las ocho decidimos comprar un helado en un puesto que había cerca.

El mío acabó en la arena gracias a Michael y Tori, que ésta última perseguía a Mikey porque le había robado el suyo.

Pero Ashton fue bondadoso y me compró otro -yo no había traído más dinero-. Y luego Michael tuvo que coger otro a Tori porque si no se enfadaba.

En conclusión: el puesto se hizo un poco más rico gracias a nosotros.

Y en eso se basaron los siguientes días. Salir todos y divertirnos. Es más, cada dí me fui dando cuenta de que estaba más loca por Calum. Tanto, que a penas me costó desprender mis sentimientos hacia Luke. Con él, las cosas estaban bien. El ambiente se calmó bastante, seguía pensando que se había comportado como un capullo pero ya no quería extrangularlo. Simplemente, estaba ahí. A veces, hasta me caía bien. Decía o hacía cosas graciosas, incluso a veces me hablaba directamente a mi y por un segundo sentía que todo volvía a ser como antes. No como cuando salíamos, no. Si no cuando eramos tan solo amigos. Únicamente, dos amigos. Y eso me agradaba.

Seguía sin entender por qué al principio había sido así de desagradable, pero ya no lo era. Y bueno, tampoco me importaba mucho el pasado, estaba demasiado ocupada en una cosa:

Ocultar con todas mis fuerzas mis sentimientos hacia Calum a todos.

No quería que nadie se diera cuenta de qué me ocurría. Ni él, ni mis amigas, ni los chicos, y mucho menos Ashton. No quería volver a arruinar el grupo.

Pero todo se empezaba a complicar según transcurría el tiempo.

LO SIENTO POR NO SUBIR.

Mucho que estudiar, ya sabéis. Bueno, me sentía culpable por no subir e intenté escribir algo ahora que tenía un rato libre.

¿Qué os parece?

¿Qué creéis que ocurrirá?

A ver que decís :-)

Comentar y votar, si no os importa ♥♥

Os quiere: Celia Irwin ♥

Change «	5sos » #ADH2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora