Era el día.
Me alisé la falda de mi vestido negro con vuelo rosa pálido. Me acomode una vez más un mechón de mi pelo, ahora liso, detrás de mi oreja. Volví a mirar si tenía bien la sombra de ojos y el rímel. Estaba todo bien, así que cogí mi bolso y metí el móvil dentro, empecé a caminar para salir de mi cuarto. Los zapatos con mucha plataforma y tacón no llegaban a ser incómodos pero realmente no estaba muy acostumbrada a ese calzado y me sentía extrañamente alta.
Los chicos estaban listos. Michael llevaba una camiseta con el logo de una banda acompañada con unos pantalones ajustados vaqueros y unas converse. A la espalda, llevaba enfundada su guitarra. Ashton jugueteaba con sus 'baquetas de la suerte', su pelo normalmente desordenado lo tenía algo recogido con una badana color negro, aunque igualmente caían mechones rebeldes por todos lados. Calum tenía el bajo a su espalda e iba con una camiseta sin mangas con algunos agujeros semejantes a los que haría una polilla, a demás de unos tejanos negros. Me miró nada más terminé de bajar todos los escalones y llegué al suelo. Pero enseguida apartó la mirada y fue a hablar con Michael. Finalmente mi mirada se posó en Luke. Su guitarra también estaba enfundada al igual que la de Michael, a su espalda esperando ser tocada por el chico. Una camisa de cuadros con una básica negra debajo, tenía unos pantalones oscuros rasgados por las rodillas que a menudo solía llevar. Le hacían bastante atractivo a decir verdad, aun que él con cualquier cosa lo estaría. Lo pelo estaba de punta gracias a una buena capa de laca de pelo. Cuando su mirada se posó en mi sentí un escalofrío y la aparté.
Así había estado el día de hoy, mirando a Calum y él apartándome la mirada y siendo mirada por Luke y yo apartándosela a él. Era todo muy extraño, hasta Michael lo había notado. Ashton había hablado conmigo pero no lo había conseguido, no había estado de humor para hacerlo.
Al final era de noche y era la hora. Salimos de casa los cinco en dirección al local en el que actuarían tocando una de las canciones que más habían ensayado estos días, cuando por la mañana me solían ignorar para ir al garaje. No estaba muy lejos, pero sí que estuvimos más de diez minutos caminando y escuchando idioteces de Michael y Ashton hasta que llegamos a aquel lugar. No sé por qué sentí alivio al no reconocerlo, puede que una parte de mi tuviera miedo de que fuera el local en el que había trabajado Grace el año pasado.
Nos acercamos en una de las primeras mesas y Calum comprobó la hora, quedaban cinco minutos para las once y a esa hora se supone que saldrían. Así que si quiera se sentaron y fueron a prepararse. Les notaba algo nervioso.
-¡Eh! Seguro que lo hacéis genial. Ya veréis. - Intenté animarlos y Ashton fue prácticamente en prestarme atención y sonreírme. Luke me miró y estaba casi temblando, ahora lo veía como el chico tímido e indefenso de hace un año. Me acerqué a él y le hablé en un tono bajo, para que solo él me escuchara. - Tranquilo, no vas a morir ni nada ahí arriba. - Quise hacerle reír.
-No sé como llegamos a esto. - Confesó.
-Piensa que no es nada comparado con lo que conseguiréis hacer cuando sean famosos. - El sonrió.
-Gracias, Andy. De verdad.
-Ahora sal ahí y dalo todo. Vosotros podéis. - Asintió y sacó la guitarra de su estuche, al igual que Calum y Michael. La batería de Ashton ya estaba esperándole en el escenario.
-Tú – dijo mientras colocaba la cinta negra por sus hombros – recuerda que esta canción la hice pensando en alguien. - Fruncí el ceño y él comenzó a irse con los demás chicos a unas escaleras para subir al pequeño rectángulo que los elevaba de los clientes que cenaban y hablaban.
-¿Qué?- Pregunté confundida, pero él ya no me oía.
Me senté y coloqué mi móvil en la mesa. Ellos estaban acomodándose mientras yo le mandaba un mensaje al grupo de las chicas que ellos estaban a punto de tocar. Me mandaron grabar un audio, así que cogí la grabadora del teléfono y empecé a grabar ya mismo dejando el aparato en la mesa. Me puse cómoda y los vi ya prácticamente listos, Luke enseguida me miró y yo le alcé los pulgares en señal de apoyo formando una pequeña sonrisa. Ashton me saludó y yo lo hice de vuelta.
