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Una tarde, Yoongi iba de camino a la rehabilitación, saliendo del colegio y se encontró a Jimin, cuando estaba a punto de hablarle se arrepintió, pues vio un amigo acercarse a el. Yoongi notó eso algo raro, pues el no sabía de la homosexualidad de el menor y le pareció inusual que Jimin y su amigo se saludarán de beso, esa acción para Yoongi entre hombres no era normal, si sus padres lo vieran hacer eso lo golpearían hasta dejarlo sin aliento. Después de fracasar en su intento de hablar con su chico amado dejo de intentarlo, por lo menos ese día, pero se conformaría con verlo en la rehabilitación.

Yoongi todos los días analizaba el por qué sus padres lo mandaban a rehabilitación, el se seguía drogando de todos modos a escondidas, pues su adicción no desaparecería si no tenía el apoyo de sus padres, después de pensarlo tanto tiempo, cayó en cuenta que era una manera que habían encontrado sus padres para que el estuviera fuera de casa el mayor tiempo posible y así ellos como dos locos homofóbicos no tendrían que convivir con su hijo.

Yoongi tenía una bolsa masculina prehendida a la cadera todo el tiempo, pues ahí cargaba toda la droga que conseguía y en la rehabilitación tenían prohibido revisar los objetos personales de los pacientes, así que el nunca se separaba de su pequeña bolsa.

La misma tarde que Yoongi no pudo hablar con Jimin, notó que él se le quedaba viendo la mayoría del tiempo, sonrojándolo y haciendo que se moviera de posición constantemente, faltaban aproximadamente unos cinco minutos para que acabará la clase de ese día y Yoongi se dirigió al baño, a drogarse antes de salir de ahí y llegar a su casa. Ese día se inyectaría metanfetamina, el efecto narcótico de esta droga no es muy duradero al inyectarlo, así que el pensó que le daría tiempo de pasar el resto de la clase en el baño y después ir totalmente normal a su casa.

Jimin vió a su amor secreto alejarse al baño mientras mordía si labor inferior, poniendo a Yoongi un poco incómodo, cinco minutos después terminó la sesión y el chico de tes pálida no había regresado a la sesión, cuando Jimin estaba a punto de ir a buscarlo llegó Tae, listo para ir a tomar café y comer una rebanada de pastel como lo hacían diario al terminar la rehabilitación.

-Hola amor.!- le dijo Tae a Jimin saltando feliz de la emoción al ver de nuevo a su precioso novio- ¿listo para irnos?

-Ammm, hola Tae, ya casi estoy listo, solo iré al baño antes de salir, ¿bien?

-Esta bien bebé, no te tardes, te amo.- Tae contestó a Jimin, poniéndolo un poco incómodo, pues el sabía que los "te amo" de Tae aún eran por inercia y no por sentimiento, pues "amor" es una palabra fuerte, tanto que Jimin nunca se lo había dicho a nadie.

- Si amor, no tardo.- Jimin le contestó a Tae con una tierna sonrisa porque a pesar de no amar al menor, lo quería demasiado para tratarlo mal.

Jimin entró al baño y se sorprendió al ver a Yoongi tirado en el piso en completo estado de trance, con una sonrisa alucinógena en el rostro y una jeringa tirada a unos centímetros de él, él le habló pero el mayor solamente asentía inconscientemente por los efectos inmediatos y placenteros de la metanfetamina. Decidió esperar un momento ahí hasta que Yoongi recuperara el conocimiento de nuevo, cuando comenzó a volver en sí Jimin lo ayudó a levantarse del suelo pero el quitó los brazos de Jimin de su cuerpo, mostrando que podía levantarse solo, levantando la jeringa y saliendo del sanitario como si nada hubiera pasado, pero antes de que se retirara Jimin lo tomó del brazo y lo jaló para que de nuevo entrará al sanitario y así poder charlar con el chico de sus sueños y saber el por qué de su actitud tan negativa y por qué no se esforzaba en terminar su adicción.

Jimin intentó hablar con Yoongi pero él se resistía a tener contacto con el menor, pues no quería que el notara la falta de atención de parte de sus padres y que drogarse era su única manera de estar si preocupaciones por un tiempo, al cabo de unos dos minutos Yoongi dejó de pelear accediendo a una conversación con Jimin.

- Yoongi, una rehabilitación es para dejar de lado las adicciones, ¿lo sabes?- Jimin le dijo a el chico que lo había enamorado un poco molesto pues Yoongi estaba terminando lentamente con su vida.

- Eso ya lo sé, mierda, es solo que ya no puedo vivir sin hacerlo- Yoongi contestó aún un poco inconsciente pues aún no terminaban los efectos de la droga.

- ¿Necesitas que te ayude en algo?- El menor dijo, con unos ojos un poco tristes al enterarse de extremidad de la adicción de Yoongi.

El mayor se conmovió ante la petición de Jimin, pues hasta ahora era el único que quería ayudarlo y se quedó inmóvil ante eso, haciendo como única acción una sonrisa bajando la mirada, cuando Yoongi estaba apunto de hablar y acceder a la propuesta de Jimin, ambos escucharon a alguien acercarse al baño y sintieron un poco de pánico, pues aunque ellos no sabían la homosexualidad del otro si alguien los viera tan juntos talvez se podrían malinterpretar las cosas así que ambos dieron un paso hacia atras alejándose el uno del otro, después de un momento Tae entro a la habitación con una cara de confusión al ver a su novio con otro chico.

- Tae.! Justo iba a salir para ir contigo- Jimin dijo sorprendido y dando un salto por la inesperada llegada de Tae.

- Okay Jimin, pero ya es tarde, debemos irnos- Tae contestó con un tono de confusión con una ceja arqueada, no entendía lo que pasaba y por qué en ese momento Jimin se había puesto tan nervioso.

- Está bien Tae, vámonos- Jimin dijo por última vez antes de salir del baño de la mano de Tae con una enorme sonrisa, apresurándolo para llegar lo más pronto a la cafetería.

Yoongi se quedó completamente atónito ante ese momento de incomodidad, no tenía idea de la relación que tenía Jimin y Tae, pues esa conversación solamente había dejado dudas en él, talvez solo eran amigos e irían a la cafetería, talvez no, de todos modos, a él no le debería importar y aún así sentía mucha curiosidad por saber lo mayor posible de Jimin. Cinco minutos después de que el menor junto con Tae salieran de el sanitario, el lo hizo también, guardando de nuevo la inyección en su bolso y por alguna razón tenía una gran sonrisa involuntaria en el rostro, talvez era porque Jimin le había hablado, no fue la mejor manera de hacerlo pues el menor descubrió a Yoongi drogarse en el baño, pero por lo menos el menor le ayudaría a terminar por fin con su problema de adicción, eso los mantendría más unidos y Yoongi estaba completamente ansioso por pasar las dos horas de rehabilitación junto con el chico que le gusta en secreto.

Cuando Yoongi llegó a su casa, sus padres estaban esperándolo, sentados en la mesa con una facción de disgusto pero por alguna razón a él no le sorprendía, lo único que lo puso nervioso fue su bolsa, donde estaba su droga y sabía que sus padres eran un poco entrometidos, tenía miedo que lo descubrieran por segunda vez.

- Yoongi, tenemos que hablar contigo -.

Adicción {Y.M.}Where stories live. Discover now