x29x

1.2K 203 168
                                    

—¿Frank?—Gerard tocó suavemente el hombro del contrario y con una voz aún más suave pronunció su nombre con duda.

—¿No dijiste que no te vuelva a buscar?—Su orgullo seguía siendo el mismo, aunque se muriera de ganas de tenerlo cerca.—¿Ya te aburriste de la otra?, seguramente por eso te intereso ahora.

Frank continuaba con la vestimenta completamente negra. Tenía una expresión de molestia, pero se sentía más sensible que nunca. Había murmurado ese reclamo, los demás seguían en el salón con ellos, donde decidieron quedarse para tener un momento de tranquilidad. Pero al ver la charla que Gerard y el castaño estaban teniendo, pusieron excusas para salir de ahí, aunque ambos no les prestaran ni un mínimo de atención.

—No hables así, yo no quise lastimarte, más bien todo lo contrario.

—Entonces no salió como esperabas, ¿por qué no me dejas solo?, creo que ya fueron suficientes cosas para este día.

—Frank...—El mencionado lo ignoraba totalmente, yendo a sentarse en el lugar donde lo hacía en clases. Gerard lo siguió hasta allí, intentando tomar alguna de sus manos, pero el menor lo evitaba.—¡Frank!.

—¿¡Qué!?.

—Prestame atención, quiero que hablemos—El castaño pensó en la frase "se invirtieron los papeles", pero no lo dijo y tuvo que contener la risa que le causó.—No sabía que realmente sentías algo, pensé en que eras muy pequeño y necesitabas alguien de tu edad.

—¿Estuve a punto de llorar para que me dieras un beso y pensaste que no era en serio?—Cruzó sus brazos, no entendía la actitud de Gerard, ni siquiera sabía por qué estaba diciendole esas cosas.

—También tuve en cuenta los sentimientos de Michael. Siento que no lo vemos de la misma manera, sé que te lastimé, pero no fue mi intención, no lo hice apropósito—Acercó una silla junto al banco donde estaba sentado Frank y tomó asiento junto a él.—Perdóname.

La última frase fue susurrada, cerca del rostro del contrario, erizándole la piel.

—Me hiciste sufrir mucho—Frank hizo un puchero sin poder evitarlo, tenía ganas de llorar nuevamente.—Mucho, mucho, mucho—Negaba mientras lo decía, recordando las veces en las que se lamentó por su edad, su cuerpo y todo lo que pudiera hacerlo insuficiente para Gerard.

—Me haces acordar mucho a mí hace un tiempo—Frank lo miró intrigado.—¿Te acuerdas de Bert?, el te que hizo esa cosa en la cara—Mencionó señalando su piercing.—Él fue mi novio por bastante tiempo.

—¿¡Qué!?—Levantó sus cejas con sorpresa.—¿¡En serio!?.

—Ajá, pero hace muchos años—Gerard recordó la época de su adolescencia, cuando era igual a Frank y le importaba muy poco su salud o cualquier cosa que implicara responsabilidad.—Y él no quiso seguir adelante con la relación, porque tenía miedo de lo que dijeran sus padres, su familia en general, siempre fueron muy religiosos—Inclinó sus cejas, recordando el momento perfectamente.—Le rogué tanto para que se olvidara de todas esas cosas, y lloré en la puerta de su casa, en la escuela, junto a su cama. Pero no sirvió para nada, él me rompió el corazón en mil pedazos—Frank lo miraba, pensando en el chico de la tienda, tan amable y nunca había visto ningún tipo de incomodidad entre ellos dos.—De todas formas no quise alejarme de él, y después de tanto tiempo ya dejó de significar algo para mí, pero cada vez que lo recuerdo me da mucha pena.

—¿Por qué?, es un idiota.

—Probablemente, pero tenía sus razones y por más que guarde un poco de rencor, cuando me di cuenta de lo que sentía por...—Soltó un suspiro.—Un chico llamado Frank, y lo complicado que era llevar adelante una relación con esos obstáculos, lo comprendí un poco mejor. Aunque de todas maneras podría haber hecho más por ese amor. Pero no lo hizo, y quedó en el olvido, como algo que nunca sucedió—Frank no sabía qué decir, ni entendía perfectamente qué tenía que ver toda esa historia con ellos, pero no se animó a decir nada.—Siento que vuelvo a tener diecisiete cuando te veo, el mismo calor en el pecho. Y no quiero que dejemos pasar esto, para después tener miradas extrañas, y preferir no hablar sobre el tema, no quiero que sufras como yo lo hice. Esta vez quiero vivirlo, siento que todavía puedo enmendar los errores que cometí y voy a demostrartelo las veces que lo necesites. Yo quiero tomar los riesgos y luchar por tu amor, pero no quiero que tengas que madurar por mí, deseo que seas siempre pequeño e infantil, que no pierdas la luz de tu mirada nunca más.

—Nunca escuché algo tan bonito—Frank cubrió su boca con su mano.—En vez de darte un beso quiero darte un premio al mejor contador de historias—Gerard rió por ese comentario.

—Me quedo con lo primero.

—Entonces, hago entrega de su premio—Frank tomó entre sus manos el rostro del mayor, acercando sus labios y rozándolos brevemente, para después abrir sus ojos y mirarse profundamente, con algo más que simple cariño. Gerard acarició el cabello del castaño, para luego besarlo de la manera más delicada que pudo.

Little. [Frerard]Where stories live. Discover now