Capítulo 2: Pasando tiempo con Derek Sokolov.

13.4K 712 112
                                    

Victoria se levantó de su asiento con una gran sonrisa y camino hasta su habitación, por fin había acabado con toda la tarea que tenía pendiente para el día siguiente

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Victoria se levantó de su asiento con una gran sonrisa y camino hasta su habitación, por fin había acabado con toda la tarea que tenía pendiente para el día siguiente. Ahora solo le quedaba prepararse para dormir y quedar tendida sobre esa cama hasta la mañana siguiente.

Sin embargo, algo llamo su atención: La luz purpura de su celular que le indicaba que tenía un mensaje de whatsapp. Con una ceja se acercó a la mesita de noche en donde reposaba su celular y lo tomo, lo desbloqueo para entrar rápidamente a la aplicación.

Al hacerlo se fijó de que ese mensaje provenía de un número desconocido, lo que hizo que se extrañara más ya que no recordaba haberle dado su número telefónico a otra persona en lo que llevaba del mes. Así que abrió el mensaje dispuesta a descubrir de quien era.

"Buenas noches señorita O'Malley, soy Derek Sokolov. Le escribo para agradecerle la interesante charla del día de hoy, además de que quiero invitarla a una cena con el fin de conocernos mejor."

"Después de todo, como socios no estaría nada mal."

Victoria miro con sorpresa el mensaje, era realmente extraño para ella que alguien con quien haya cerrado un trato la invite a algo, usualmente solían invitar a su padre. Así que no lo pensó mucho para aceptar.

—Esto será interesante. —susurró la rubia para si misma antes de irse a bañar.

.

.

.

Luego de dos días desde que Derek se atrevió a invitar a Victoria a cenar, el día pactado llego. Cierta rubia se encontraba de camino hasta uno de los restaurantes más lujosos de Bervely Hills, con una apariencia impecable que la hacía ver mucho más elegante de lo que ya era.

De vez en cuando miraba por la ventana imaginándose todas las cosas que podrían pasar aquella noche, tanto las buenas como las malas. Pero rápidamente recobro la compostura al escuchar como su chófer le anunciaba que habían llegado a su destino.

Su chófer le abrió la puerta y la ayudo a salir de aquel Maserati Quattroporte blanco que le pertenecía a su padre, luego de ello se despidió amablemente de su conductor y camino de forma tranquila hasta el restaurante. Allí la recibieron de forma muy calurosa dejándole entender múltiples veces lo honrados que se sentían al tenerla allí.

Ya en su mesa pidió un simple jugo de fresa y se dedicó a mirar a su alrededor: Derek había reservado la mesa más privada que se encontraba en el restaurante, específicamente una que se encontraba muy cerca del ventanal del fondo. Desde aquella mesa se podía ver un panorama de esa majestuosa ciudad llena de luces, asimismo se podía sentir la privacidad y seguridad de que nadie estaría oyendo sus conversaciones.

—¿La he hecho esperar señorita O'Malley? —al escuchar aquella pregunta los pelos de la mencionada se erizaron uno a uno.

Rápidamente llevo su mirada al dueño de aquella sensual voz encontrándose a Derek con una sonrisa seductora dibujada en sus labios. Este traía puesto un smoking negro que hacia resaltar más su trabajado cuerpo, haciéndolo ver realmente elegante y atractivo.

—Para nada señor Sokolov. —contestó Victoria observando como él se sentaba en la mesa —Gracias por haberme invitado, este lugar es hermoso. —agradeció la rubia dándole un sorbo a su bebida.

—Bueno, no tendría sentido llevar a una señorita tan hermosa como usted a un lugar horrible. —habló Derek observando a Victoria con una sonrisa traviesa.

—Muchas gracias por el halago, aunque yo no soy la única que se ve bien aquí. —afirmó Victoria sintiéndote totalmente avergonzada en el interior. —Pero no estamos aquí para alagarnos el uno al otro, estamos aquí para conocernos. —le recordó ella terminando de beber su jugo —¿Qué quiere saber de mí? —preguntó Victoria ansiosa por responder.

—Oh, empecemos con algo sencillo. —habló Derek al mismo tiempo que uno de los meseros les trajo el menú —¿Qué quiere cenar? —preguntó de forma simple causándole bastante gracia a Victoria.

Después de pedir su entrada empezaron a hablar entre si, haciéndose preguntas que iban desde sus colores favoritos hasta que hacían en su tiempo libre, logrando que Victoria se sintiera muy cómoda con la situación...O al menos era así al principio.

Hacia varios minutos que Derek había empezado a hablar de temas como los secuestros, las violaciones y la prostitución; pero siempre los relacionaba con que habían casos muy recientes en Bervely Hills que tenían que ver con esos temas. Sin embargo, lo unció que le faltaba a Victoria era ser tonta, por lo tanto aquellas preguntas la hacían sospechar bastante de Derek.

—¿Qué piensas de la mafia? —aquella pregunta por parte del castaño tomo nuevamente por sorpresa a Victoria.

—No es algo que me afecta directamente por lo que no estoy interesada en ello de ninguna forma, pero me gusta pensar que las personas que se relacionan con ese mundo deben encontrar algo entretenido en él. —explicó Victoria con toda la sinceridad del mundo.

—Ya veo. —soltó Derek con una pequeña sonrisa en sus labios antes de tomar un sorbo de su vino.

Después de eso la charla incomoda y totalmente alejada de cuestiones de trabajo termino, esto dejo totalmente aliviada a Victoria y pudo terminar su cena en paz. Luego de pagar la cuenta ambos salieron del restaurante, allí Victoria estaba dispuesta a llamar a su chófer para irse, sin embargo...

—¿Qué le parece si yo la llevo señorita O'Malley? —preguntó Derek cuando le trajeron su auto, un lindo Ferrari 458 Italia de color rojo brillante.

—Oh señor Sokolov, no quiero ser una molestia. —soltó Victoria con sinceridad.

—Usted nunca sería una molestia para mí. —contestó Derek quitándole el seguro a su auto y acercándose a la puerta del copiloto —¿Cuál es su respuesta final? —preguntó coqueto abriendo la puerta del auto.

—De acuerdo. —contestó Victoria rindiéndose ante Derek, sabía que si no lo hacia insistiría hasta conseguir su cometido.

Entro al auto de manera tranquila y espero a que Derek terminara de a acomodarse para salir, pero por una razón que Victoria no entendía, sentía un raro sentimiento creciendo en ella: La inquietud. Cada vez que miraba o hablaba con Derek sentía que algo malo iba a pasar, no sabía cuándo o dónde, pero pasaría.

—Hemos llegado a su destino señorita O'Malley. —anuncio el castaño abriendo la puerta de Victoria, quien pestañeo un par de veces al salir de sus pensamientos.

—Muchas gracias por traerme señor Sokolov. —agradeció la rubia con su típica elegancia, logrando esconder sus grandes preocupaciones.

—Señorita O'Malley comience a llamarme Derek, después de todo, de ahora en adelante nos volveremos muy unidos. —al escuchar aquellas palabras Victoria lo miro a los ojos, percatándose que la miraba como si fuera una pequeña presa que podría conseguir con un simple movimiento de su mano.

—Buenas noches Derek. —se despidió Victoria de forma cortante antes de caminar rápidamente hasta su hogar, esto dejo a Derek claramente desconcertado.

Victoria camino hasta su habitación ignorando a todos los sirvientes que intentaban detener su camino, y hasta su propio hermano que al parecer quería hacerle unas cuantas bromas respecto a su "cita". Ya una vez dentro se acercó a su cama para sentarse, respiro profundamente un par de veces logrando recuperar la compostura.

Después de esa extraña noche, Victoria O'Malley y Derek Sokolov siguieron reuniéndose por cuestiones de trabajo, sin embargo, la primera mencionada nunca iba sola. Siempre era acompañada por su padre o hermano, hasta cualquier persona que trabajara dentro de la empresa le servía como un digno acompañante.

Para la grata sorpresa de Victoria, Derek no volvió a hablar de tema a lo largo del mes en el que se reunieron, ni siquiera la miraba con aquellos ojos de la otra vez. Ahora parecían unos simples socios hablando de negocios, cosa que realmente alegraba a Victoria... Pero muy pronto ella se daría cuenta que aquello no era más que una fachada por parte de Derek Sokolov. 

Secuestrando a una Genio.Where stories live. Discover now