Victoria O'Malley es una chica elegante y seria quien en una reunión de trabajo conoció a Derek Sokolov, un hombre guapo de veinticuatro años que termina embobado con ella y la secuestra. Sin embargo, se lleva una gran sorpresa al notar que esa chic...
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—¿Aún no han encontrado nada? —preguntó aquella mujer de ojos azules, recibiendo la misma respuesta negativa de siempre —Esta bien, muchas gracias. Estaré esperando su llamada. —colgó el teléfono y se dio la vuelta, encontrándose a su hijo con un semblante tan triste como el de ella.
—¿Cómo es posible que no haya ni un rastro de donde pueda estar Tori? —preguntó Francesco dejándose caer conmocionado sobre el sillón de la sala.
—No sé ni para que seguimos buscando, es obvio que ella ya está...— Victor O'Malley fue interrumpido por un fuerte golpe que recibió en su mejilla de parte de la madre de Victoria, quien estaba llorando de la rabia.
—¡Me la arrebataste de las manos prometiéndome que la cuidarías como si de tu propia vida se tratase Victor! ¿¡Y ahora vienes a decir que está muerta sin siquiera ver su cuerpo!? ¡De verdad que eres un poco hombre! —vocifero molesta apuntando al mayor con su dedo índice —¡Sera mejor para todos que mi Victoria aparezca, y tan pronto ella lo haga vivirá conmigo nuevamente, como siempre debió ser! —afirmó tratando de controlar su respiración agitada.
—Mamá tranquilízate, lo último que queremos es que tu presión baje. —habló Francesco algo trastornado al ver a su madre tan alterada.
En ese momento el teléfono comenzó a sonar, los nervios comenzaron a apoderarse del cuerpo de las tres personas que se encontraban en aquel cuarto. Después de todo, podrían ser noticias sobre aquel ser querido que añoraban tanto volver a ver.
—Hola, habla con Lena García. — avisó la madre de Victoria jugando con el cable del teléfono.
—¡Mamá, soy yo, Victoria! —al escuchar a esa voz alegre al otro de la línea sus ojos se cristalizaron totalmente.
—¡Mi niña! —exclamó Lena con un revoltijo de sentimientos paseándose en su interior —¿¡Dónde estás!? ¿¡Estas bien!? ¿¡Te han hecho algo malo!? —lanzo aquella bomba de preguntas desesperada por saber sobre el paradero de su amada hija.
—Mamá estoy bien, ahora necesito que te calmes y escuche atentamente lo que tengo que decirte. —le aseguró Victoria recibiendo como respuesta un "De acuerdo" —Supongo que con lo de mi secuestro aun no te has mudado, pero necesito que para junio ya estés completamente instalada en República Dominicana. El 5 de junio volveré a llamarte para que me digas la dirección y el número de teléfono de tu nuevo hogar, además de que te explicare la otra parte de mi plan. ¿Está bien? —le explicó Victoria, quien estaba sosteniendo la mano de Iván con mucha fuerza.
—Está bien querida. Por favor cuídate, te amo. —se despidió Lena antes de que Victoria colgara la llamada.
—¿¡Era ella!? ¿¡Qué dijo!? —preguntó Francesco recobrando la esperanza.
—Tú y yo debemos ir a Perú ahora mismo, necesito mudarme. —afirmó Lena mirando con determinación a su hijo, quien miro a su padre bastante confundido.
