Un Cambio De Guión (Yoonmin)

La playa de Busan

-Muy bien hijo aquí estamos -suspiro al encontrarse frente a esa puerta blanca que vagamente recordaba.

Había regresado a su casa de la infancia, donde creció y vivió experiencias inolvidables, el lugar donde se sentía seguro y también del cual quería escapar en más de una ocasión. Estaba nervioso, porque no sabía el nivel de decepción que tendría su madre al verlo, suficiente era con saber que era actor porno para que ahora regrese con una panza de cinco meses de embarazo sin el padre.

Sin duda todo podía pasar, podría correrlo y dejarle de hablar pero era un riesgo que tenía que correr. Se acercó con miedo llevando sus maletas de rueditas, todo porque no podía cargar nada pesado, llevo su mano a la puerta y golpeó con fuerza medida. Espero atento hasta que escucho la puerta ser abierta

Quien le recibió no era su madre, no, era su pequeño hermano que ahora no era tan pequeño, sino un joven más alto que él, delgado, con el cabello tintado de castaño claro y una linda sonrisa

-¿Jimin hyung? -dijo consternado

-¿Conoces a alguien más con mi rostros Jihoon? -preguntó divertido con una ceja alzada

Su hermano no contesto simplemente le abrazo con fuerza, hace meses que no se veían por lo que el menor se encontraba feliz de verlo, sin embargo paro en seco cuando se dió cuenta que algo no andaba bien, lo separó de su cuerpo y le miró de pies a cabeza

-Vaya que has engordado -dijo divertido -Casi parece que estás....

Jimin suspiró -Vamos a adentro

El semblante de su hermano era un gesto de total desconcierto, ambos entraron llevando las maletas, caminaron el silencio por el pasillo hasta que vieron a una hermosa mujer castaña que se volvió sonriente, al instante sus ojos se llenaron de lágrimas. ShinHye miró a su hijo con asombro y felicidad

-¡Regreso mi bolita de arroz! -dijo antes de encaminarse a abrazarlo con fuerza

Jimin la recibió y al estar entre sus brazos escondió la cabeza en su cuello aspirando el aroma que por años sirvió para calmarlo y que en esos momentos no era la excepción, puesto que pudo hacerlo sentir seguro, amado y tranquilo, cosa que meses atrás no pasaba, sus ojos se llenaron de lágrimas y sin esperar comenzó a sollozar con fuerza, la abrazo aferrado a ella sin desear salir de ese cómodo lugar. No podía parar de llorar porque el peso de sus decisiones y lo que había sucedido anteriormente atormentaban su alma, no se sentía la misma persona, ahora era una versión triste y desecha de sí mismo, tenía tanto miedo que se sentía como un niño asustado en su primer día en la escuela, enfrentando lo desconocido.

ShinHye no sabía por qué su hijo reaccionaba de esa manera, porque ella lo conocía, Jimin siempre había sido un niño alegre y optimista, pocas veces algo le llegaba a molestar o a afectar de esa manera, él no lloraba a menos que sea necesario por lo que al escucharlo sollozar supo que algo muy grave debió de hacerle sucedido, miró a su hijo quien apretaba la mandíbula y miraba a otro lado, para no ponerse a llorar también, no encontró respuestas, tan sólo dos grandes maletas que le indicaban que Jimin no pasaba sólo de visita provisional.

Lo separó de su cuerpo porque la manera en la que se estaba aferrando a ella le estaba preocupando, lo miró, se detuvo a observarlo minuciosamente, de los pies a la cabeza, su hijo vestía un suéter negro bajo la gabardina azul cielo, a pesar de las anchas ropas pudo verlo y sus ojos se abrieron sorprendidos y realmente confundidos

-Jimin -susurro mientras llevaba una de sus manos a su boca, sus ojos se llenaron de lágrimas

-Sor...Sorpresa -balbuceo lleno de miedo

Jihoon observaba a su madre respirar con dificultad, ambos estaban confundidos, Jimin siempre fue cuidadoso, nunca supieron que tuviera pareja o que quisiera formar una familia, dieron por hecho que debido a la naturaleza de su profesión este estaba alejado de lo convencional y la vida tradicional.