Realidad oculta

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Jungkook era muy feliz, cabía resaltar que en los años donde había estado solo deseo con fuerza tener una familia, su vida no era cotidiana, llegaba al borde de lo peligroso por lo que deshecho la idea de poder cumplir con ese sueño. No quería poner a nadie en peligro, mucho menos si eran personas especiales para su corazón. Se dedicó a vagar por el mundo en completa soledad, había algunos amantes en el camino pero nada que le quitará el aliento. No fue hasta que vio a aquel modelo de mirada penetrante y rostro varonil que escondía una inocencia angelical que sintió como su interior se contraía debido a las sensaciones por primera vez experimentadas. Lo sentía tan etéreo, irreal con una belleza que sólo es conocida en los espacios dedicados al arte. Kim Taehyung era una escultura creada por los dioses para demostrarle al mundo que lo divino existía.

Fue ese misterio escondido en sus ojos que le volvió loco, deseo conocerlo, sin embargo, se llevó un terrible sabor de boca cuando descubrió que su ángel divino estaba casado y que se había retirado de las pasarelas. Sabiendo esto volvió a su vida de miserable soledad y excesos para olvidarse de aquel hombre.

Por mucho tiempo busco experimentar esa sensación en otra persona, pero nadie parecía ser suficiente. Jeon Jungkook era un excelente jugador y él jamás perdía y esa no sería la primera vez. Supo de los malos negocios de HyungSik y que este estaba ofertando a su precioso esposo ex modelo al mejor postor, en cuanto supo que se trataba de Taehyung no lo pensó dos veces y le dió una oferta que no pudo rechazar.

Creyó que bastaría con una noche en sus brazos para sacar de su interior esa espina de incertidumbre, pero al tenerlo cerca los primeros minutos supo que por más que quisiera jamás podría sacar a Taehyung de su mente. HyungSik no lo merecía, se sentía asqueado y cabreado de ese ser humano tan egoísta. Si el tuviera el honor de estar al lado de ese hermoso ser procuraría siempre cuidar de él. Se enamoró perdidamente y fue enteramente feliz cuando al final del día Taehyung le escogió.

Era cuidadoso, nunca daba un paso en falso, trataba de que su novio fuera feliz al igual que su hija, ellos dos se volvieron su vida entera.

Antes no había temido por su vida pero ahora que tenía por lo que luchar no dejaría que nada malo le sucediera. Su trabajo era peligroso, ser miembro de una de las mafias más poderosas de Asia tenía sus desventajas, en cualquier momento alguien podría simplemente llegar y darle un tiro en la cabeza o peor aún podría lastimar a Taehyung y a su pequeña hija. No lo permitiría.

Mataría sin dudarlo a cualquiera que quisiera arrebatarle lo que más amaba.

-¿Eres feliz?

Taehyung al escuchar la pregunta le miró sobre su hombro, estaba sentado a los pies de la cama vistiendose. El tatuaje del un colibrí colorido que estaba retratado en lo alto de su omóplato derecho brillaba por la luz que se filtraba de le la ventana, él llevaba uno igual en el pecho derecho bajo su clavícula, se lo habían hecho cuando su pequeña SoYeon nació. Le miró sonreír de una forma tranquila y hermosa

-¿No es una pregunta muy profunda tan temprano por la mañana? -preguntó suspicaz -Ya sabes la respuesta

-Pero me gusta escucharla -refunfuño infantil

Taehyung se puso de pie y se acercó a él sin borrar la sonrisa de su rostro, quedó a escasos centímetros de él

-Soy tan feliz -susurro antes de darle un beso cargado de ternura en los labios -Y eso es gracias a ti y a la bichita.

En todo el tiempo que llevaban juntos siendo padres jamás había preguntado la razón del extraño sobrenombre que Taehyung le había dado a su hija. No lo entendía pero su corazón se llenaba de un calor abrazador al escucharlo

Un Cambio De Guión (Yoonmin) Where stories live. Discover now