Amanda Hills.
Hermosa. Inteligente. Adinerada.
Simplemente perfecta. O al menos eso pensaban todos.
Después de finalmente aceptar que Aris Baner no era el chico para ella, Amanda se esfuerza por mantener las apariencias y seguir con su perfecta v...
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Ir a cenar con Amanda no era algo que me alegraba, pero estaba de muy buen humor y no dejaría que su presencia lo arruinara.
Me sorprendió mucho haberla visto en el teatro con Christian. A él ya lo había conocido en el cumpleaños de la pequeña Isabella semanas atrás, pero no imaginé que él y Amanda estuviesen saliendo. Aquello me alegró bastante ya que me dije que al fin dejaría a Aris en paz, pero me regañé mentalmente ante aquel pensamiento. Después de todo, Aris y yo éramos solo y únicamente amigos. Aún así debía admitir que la velada iba de maravilla y me aseguraría de que siguiese así, incluso si eso conllevaba hablarle a Amanda.
Nos sentamos en nuestra mesa. Me senté junto a Aris y Amanda y Christian se sentaron del otro lado.
-Y que les ha parecido la obra?- pregunté amablemente para evitar que un silencio incómodo se instalara. La mesera se acercó a nosotros y nos dejó los menú para luego marcharse.
-Me ha encantado, es nuestra obra favorita. Cierto Aris?- preguntó Amanda levantando la mirada del menu.
-Es verdad- concordó él sin darle mucha importancia.
Pedimos nuestros platos y el tan temido silencio se instaló, pero esta vez fue Aris que lo rompió.
-Y como está tu madre?- le preguntó Aris a Christian.
Yo sabía a lo que se refería, Aris me había avisado que la madre de Christian tenia cáncer.
-Mejor- respondió él.
Amanda en cambio, lucia confundida.
-No sabía que estuviese enferma.-
-Tiene cáncer- le respondió él casualmente, sin dejar ver demasiada emoción, pero pude diferenciar algo en su mirada.
Amanda se quedó callada. Estaba avergonzada.
-Deberíamos salir un día los 4. A los bolos, por ejemplo- propuse sin saber que más decir. Esto era demasiado incómodo. Aún recordaba con detalle todo lo que había ocurrido en el campamento hacia ya casi 2 años, y aunque no me considerase particularmente rencorosa, me costaba fingir ser amiga de Amanda.
-Oh, nosotros no estamos saliendo- respondió ella mirando a Aris.
Fue cuando me di cuenta que me había equivocado. Amanda seguía detrás de él. Porqué había ido al teatro con Christian entonces? Me negaba a creer que fuesen solo amigos.
Christian la miró fugazmente pero no dijo nada. El teléfono de Aris sonó y él se disculpo y se alejó de la mesa para contestar, dejándonos solo a los 3 allí.
-Así que tú y Aris están saliendo- me cuestionó ella borrando la amabilidad que había tenido antes. Esta chica sí que cambiaba rápido.