No me olvides #OLVIDADOS#3 (COMPLETA)

CAP 44-Mi futuro

PUNTO DE VISTA DE 

Abrí la puerta de mi departamento tan solo unas horas después. 

Era un departamento que mi padre me había regalado para mis 18 años, pero que mi madre se había negado a que utilizara. Prefería tenerme bajo su control en casa. 

Miré la hora. 

Eran las 4 y el concurso empezaba a las 5. 

Sin pensarlo demasiado, tomé el cuadro de Elizabeth y subí a mi auto en dirección a la universidad de Nueva York. Por primera vez sentía que podía respirar y que todo era posible. Ya no me importaba nada. Me concentraría en ser feliz. 

Me estacioné y corrí como pude al interior, temiendo que fuese muy tarde. Cuando llegué a la sala de artes, todos estaban allí, listos para presentarse en el teatro en la categoría asignada. Por suerte, aún iban por la poesía, y no habían expuesto los cuadros de arte. 

Hannah estaba allí, finalizando su cuadro. 

Sin duda era talentosa, pero le faltaba técnica y eso era visible. Nos dirigimos todos al teatro de la universidad. Estaba llena de público y la directora, la señora Gaston, invitó a los pintores a subir al escenario con sus obras. Todos aplaudieron emocionados. Hannah, que se sorprendió al verme, subió, y yo subí detrás de ella. 

Expusimos nuestras obras. El jurado admiraba cuidadosamente, y el silencio en la sala se hizo notar. A pesar de las brillantes luces, pude ver a Austin entre el público, y a Hillary, una amiga. 

Pasaron al menos 10 minutos y yo no podía moverme. Y si el cuadro de Hannah les gustaba más? 

Yo no soportaba perder. 

Vi como la directora recibió en sus manos el boletín con los resultados. 

-La ganadora del concurso de arte en la categoría pintura es...La señorita Amanda Hills!- 

 Por mucho tiempo, mis sonrisas habían sido falsas y vacías, pero en aquel momento, no pude sentir más felicidad. Había logrado algo por mí misma, y no por mi apellido, mi belleza, o mi dinero. Era mi primer verdadero logro. 

Luego de las fotos, me bajé del escenario y varios compañeros vinieron a felicitarme. Hannah se quedó a un lado, mirándome con odio, pero su mirada cambió cuando vio a Austin acercarse a mí. Vi una lágrima salir de sus ojos. 

-Felicidades!- me felicitó Austin mientras Hannah salía corriendo del teatro. 

-Gracias- le dije algo distraída, y salí de allí con rapidez. 

Por una vez, tenía que hacer las cosas bien. 

La encontré sentada en el parqueo, el mismo parqueo en el que había conocido a Christian. Lloraba discretamente, siempre pendiente de lo que los demás podían pensar. Finalmente no éramos tan diferentes. Solo estaba perdidamente enamorada de Austin, como yo lo había estado de Aris. 

-Hola- saludé para llamar su atención. 

-Si vienes a burlarte mejor...- 

-No vengo a burlarme, Hannah.- le interrumpí.- Solo quería decirte que tú también merecías ese premio.- 

Mis palabras parecieron sorprenderla ya que detuvo su llanto. 

-Tampoco estoy enamorada de Austin. Lamento si te hice pensar que si- continué.

-Yo lamento haberte tratado como te traté.- dijo ella resignándose. Yo solo sonreí. Definitivamente éramos muy parecidas. 

Me despedí y caminé hacia mi auto, pero antes de que pudiese subirme en él, una mujer me detuvo. 

-Soy Camila West, directora de West Gallery- se presentó, y yo creí que me desmayaría. 

The West Gallery era una de las galerías de arte más importantes de toda América. 

-Me ha encantado tu cuadro y me gustaría exponerlo- 

Asentí aún sin creerlo. 

-Será un placer- respondí cuando pude al fin hablar. 

Intercambiamos contactos y quedamos en almorzar al día siguiénte para discutir los detalles.

Me subí a mi auto, teniendo en mente un destino más. 

La universidad de Columbia. 

Siempre había soñado con estudiar arte allí, y hoy más que nunca, parecía posible. 

Mi madre sin duda me mataría, pero ya no me importaba. Era mi futuro. 

Cuando entré al inmenso edificio, tuve esa sensación cuando sientes que perteneces a un lugar. La recepcionista me indicó dónde estaba la facultad de artes, y yo me dirigí allí maravillada por los estudiantes que paseaban por los pasillos,  todos con pinceles en mano y sonrisas en el rostro. Había llegado al paraíso. 

-En qué puedo ayudarla?- me preguntó amablemente una mujer. 

-Me gustaría ver al director de esta facultad- respondí. 

La mujer me guió  hasta una oficina y me pidió que esperase unos minutos. Un hombre entró. Era alto y llevaba lentes demasiado grandes. 

-Soy el director Faits- se presentó. 

-Mi nombre es Amanda Hills-

Cada parte de mi cuerpo temblaba y me sentía más nerviosa que nunca, pero tenía que hacerlo. 

-Me gustaría inscribirme en esta universidad- dije de golpe. 

-Las inscripciones ya han pasado, tendrá que esperar...- detuvo su frase cuando quité la tela que protegía el retrato de Elizabeth, y el cuadro quedó a la luz. 

-Usted ha pintado esto?- me preguntó sorprendido. 

-Así es. Acabo de ganar el concurso de pintura de la universidad de Nueva York y será expuesto en the West Gallery.- dije mostrándole la tarjeta que me había dado la señora West menos de una hora antes.

El señor Faits me observó por unos segundos como si tratase de descifrar la extraña criatura que tenía enfrente. 

-Acompañeme- dijo poniéndose de pie. Hice lo mismo y lo seguí por los pasillos hasta una sala de clase, pero estaba vacía.

Me dio un lienzo en blanco, pinceles, y pintura. 

-Necesito que me muestre lo que puede hacer- me explicó. 

Eso sí que no me lo esperaba. 

Sin pensarlo más, me puse manos a la obra y lo que pintaría vino a mi mente como un susurro. 

Pintaría a Ziel.