No me olvides #OLVIDADOS#3 (COMPLETA)

CAP 33-Lo bueno dura poco

PUNTO DE VISTA DE 

Había estado con Aris  y habíamos  al fin tomado la decisión: nos uniríamos a la banda. 

Sabíamos que sería peligroso y que nos estabamos arriesgando, pero estabamos dispuestos a afrontarnos a todo. Mi mayor preocupación? Ziel. 

Liam no le había comentado nada a mi hermana sobre el hecho de involucrarnos, y la razón era sencilla : Ella no lo permitiría. 

Para ella yo seguía siendo une niña frágil a la que había que proteger. Pero ya no más. Le demostraría que era valiente y que no necesitaba que me cuidase todo el tiempo. Quería dejar de ser su sombra y decidir mi camino. 

Me tiré en mi cama cansada después de un día de universidad. La psicología me encantaba, pero era sin duda agotador. 

Inmediatamente, por mi mente paso Aris. 

No podía creer lo bien que iba todo, como si finalmente, nada pudiese arruinarlo. En cambio, algo seguía molestándome : Actuábamos como novios, pero no lo éramos. 

Miré el brazalete que me había regalado unos meses atrás. Aquel precioso brazalete que simbolizaba nuestra "amistad".

Por supuesto que me encantaba nuestra relación, pero yo quería que lo llevásemos a algo más formal. Ya no éramos niños. Pero no sabía si Aris sentía lo mismo, o si al contrario, prefería que continuásemos en esta relación de amigoscasinovios. 

Suspiré diciéndome que estaba pensando demasiado, lo importante era estar juntos después de todo. 

PUNTO DE VISTA DE 

Abrí la puerta de la mansión sintiéndome al fin en paz. Estaba agotada y me había sentido horrible todo el día. Liam ya estaba allí. Se esforzaba por llegar temprano cada día desde que se enteró que estaba embarazada. 

-Te ves cansada, cariño- me dijo mientras subimos al segundo piso de la mansión, donde se encontraba nuestra habitación. 

-Estoy bien- 

-En algún momento tendrás que olvidarte del trabajo por unos meses. Tienes que cuidarte, amor.-  

Desde que estaba embarazada, sentía como si las personas de mi alrededor me tratasen como si fuese de vidrio. 

-Eso ya lo veremos- le dije sin estar muy convencida. 

Aún no sabía como sentirme con respecto al embarazo. 

Me quité los zapatos y me recosté en la cama. Veía en el rostro de mi prometido que algo ocurría. Siempre tenía esa mirada nublada cuando tenía algo que decir. 

-Dime que ocurre- le dije directamente. 

Liam me miró unos segundos fijamente, y sabiendo que no podía mentirme, tomó asiento a mi lado en la cama. 

-Lo primero es que necesito que me escuches hasta el final- dijo. Eso definitivamente no era un buen inicio.- Zarah, Amanda y Aris han decidido unirse a la banda y...- 

-QUÉ?!?- le interrumpí alarmada. 

-No podiamos mentirles por siempre. Ya no son niños. Los padres de Amanda y de Aris han estado de acuerdo.- 

-Pero yo no estoy de acuerdo!- me exclamé- No podemos adentrarlos en esto. Y si algo les pasa? A caso olvidaste que ya secuestraron a Zarah?- 

-No, no lo he olvidado. Y justo por eso es que creo que necesitan saber la verdad. Han tomado su decisión- 

Cerré los ojos con fuerza y recosté mi frente de la palma de mi mano. Sabía que este día llegaría, pero definitivamente no estaba lista. Liam había sido más valiente que yo y había tomado la situación entre las manos, pero aun no podía creer que mi hermanita se expondría a un tal  peligro. 

-Christian, Charlotte y Tyler los entrenaran. No tienes de que preocuparte, cariño- me dijo suavemente. 

Suspiré y recosté mi cabeza de su hombro. Era cierto que era bueno para Christian como nuevo líder tener a sus amigos a su lado. La banda ya no éramos nosotros. Eran ellos. 

Puse instintivamente mi mano en mi vientre. Sentía tantas dudas sobre el futuro, sobre lo que podría pasar. Todo era demasiado bueno para ser real y sabía que lo bueno duraba poco. 

PUNTO DE VISTA DE 

Llegué a mi casa, que se sentía menos mía desde que el imbecil estaba allí. Aun me parecía hilarante que mi madre lo hubiese perdonado. 

Subí a mi habitación directamente y me di una ducha. Estaba muy cansado y mi mente se había perdido en Amanda. No sabía que pasaría ahora. Salí de la ducha y me vestí con ropa de gimnasio. Iría a polígono de tiro, tenía que practicar, pero antes de que saliese por la puerta, escuché un ruido que venía de arriba. Subí corriendo diciéndome que podía haber pasado algo y tuve razón. Mi madre, estaba desmayada en el piso. 

Miré a mi padre que la miraba alarmado. 

-Qué le has hecho?!- grité furioso tomándola en mis brazos. 

-No le he hecho nada, se ha desmayado- me dijo. 

Bajé las escaleras con ella en brazos sintiendo como a cada paso, la muerte la perseguía. 

A pesar que tenía cáncer desde hace años y sabía que había más probabilidades de que muriese a que sobreviviera, no estaba listo. Tenía esperanzas, nunca se está listo antes la muerte. 

La subí en el auto y mi padre se subió con ella. Conduje lo más rápido que pude el hospital. 

Las enfermeras se la llevaron inmediatamente en una camilla y la adentraron en una de la habitaciones, dejando a mi padre y a mí en la sala de espera. 

Suspiré profundamente y cerré los ojos con fuerza, sabiendo que no la volvería a ver con vida.