Jimin es un chico sumamente enamorado de Min Yoongi, dispuesto a declararle su amor, sin más.
Yoongi, un chico frío, con gran fascinación a tener sexo con cualquier par de piernas bonitas que se crucen en su camino.
¿Quien diría que una declaración...
Habían pasado los días y las calles se estaban tiñendo de un hermoso color blanco característico del invierno, era hermoso ver cómo copo a copo caía sin sentido por aquí y por allá, Jimin recordó que de niño le encantaba jugar con la nieve aunque su nariz se pusiera roja del frío y su madre siempre se burlaba cariñosamente de ello, esa clase de recuerdos le calentaban el corazón.
Cada día el escenario se volvía más triste, sentía que podía tocar con la yema de sus dedos cada copo que caía pero su mente recordaba la ilusión en la que vivía, las sensaciones se acoplaban en su corazón hasta explotar en su cabeza, su mirada triste se podía ver a través de ese cristal que lo separaba de la libertad.
Dejando un poco de lado su tristeza se cepillo un poco su cabello con sus dedos y se arregló la ropa para verse presentable, después puso su mejor sonrisa y a pasos rápidos fue a la oficina del Doctos Min, dió golpes suaves en la puerta y paso rápidamente cuando escucho el "siga"
Yoongi levanto la mirada y miro con sorpresa a Jimin, aún no se acostumbraba a las visita sorpresa que le daba este último, se le hacía extraño y esto iba desde hace una semana, se le hacía raro que el chico al que había destruído en un pasado ahora quisiera estar al lado de el casi todos los días, se le hacía rara la forma en la que el chico sonreía, la forma en la que lo miraba y la forma en la poca naturalidad de cada uno de sus movimientos, parecía estar obligándose a acercarse a el, parecía un títere.
Jimin sabía que esto no estaba bien para la salud mental de los dos, su mente se carcomía al estar a su lado y podría jurar que la poca cordura que le quedaba se estaba llendo con los copos de viento, poco a poco caía, hasta chocar en el suelo dónde se unía a un desastre sin fin de lo que era su vida.
Su vida ya no era la misma, su suelo era un tablero de ajedrez y cada vez que se movía una de sus tantas piezas también, entre el y Yoongi habían estado jugando siempre pero ninguno había conseguido el jaque mate que esperaban, después de todo su vida era solo un juego.
Pero después de todo el juego de verdad estaba a punto de empezar.
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¡Feliz Nochebuena!
Realmente los extrañe todo este mes pero regrese y mejor que nunca, vengo para nunca irme <3
Se que no vale nada pero como extra ¿Se acuerdan de la libreta dónde Jimin escribe?, les daré el vistazo de una sola página, se que no es un gran edit pero creo que quedó más o menos. Mañana nos vemos con un nuevo capítulo :3
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