19. Gracias a ti; Parte 1

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Meses atrás.

   Jungwoo no dejaba de correr detrás de los hijos de la hermana de Yukhei, mientras les gritaba "mocosos sin corazón" a manera de protesta.

   — ¡Eres muy lento! —se burló uno de ellos, escondiéndose debajo de la mesa de los caramelos.

   — ¡Y te gusta mucho el rosa! —lo apoyó el otro niño, usando el mismo escondite para evitar que lo atrapara—. Nuestro hermano corre más rápido que tú y eso que tiene un año.

   Jungwoo resopló, deteniéndose y cruzándose de brazos.

   — ¡Dejen de correr! ¡Están arruinando mi fiesta!

   Jeno soltó una carcajada sonora al ver como su hermano menor peleaba con dos niños pequeños. Francamente para él no había diferencia, Jungwoo podía llegar a ser tan infantil como un bebé.

   — ¿Fiesta? Creí que esto era una despedida de soltero.

   — ¿Ya entiendes mi punto?, ¿Qué demonios hacen unos niños aquí?

   Jungwoo corrió a refugiarse en los brazos de su hermano, mientras apuntaba acusatoriamente a los niños que lo miraban debajo de la mesa, sacándoles la lengua.

   Jeno contuvo las ganas reírse a carcajadas. Sospechaba a que su hermano no le iba a dar mucha gracia que se burlara de él y de sus sentimientos.

   —Sólo son unos niños Jungwoo, déjalos que jueguen tranquilos —Jeno le acarició la espalda de arriba hacia abajo con suavidad. Intentando disipar su enojo. 

   — ¡Nadie debería trar niños a una fiesta! —protestó—. ¿Dónde está Jaemin? Al parecer es el único con sentido común en esta casa. 

   Fue el turno de Jeno para suspirar. 

   —No va a venir Jungwoo, está de visita con sus padres —sabía que era en exceso egoísta enojarse con su novio por querer pasar tiempo con sus padres, así que no lo hizo. Últimamente gracias a la escuela habían estado distanciados y ese fin de semana, mismo donde Jungwoo había organizado su fiesta, tenía tiempo de ir a visitarlos. Jeno no tuvo el corazón entones para decirle que se quedara—. Pero como tu hermano estoy facultado para dar mi opinión y esa es; deja a los niños en paz. 

   —Tu opinión para esto no me importa mucho, realmente. 

   —Bien, ya entiendo —al menos Jeno pensaba tomar el mal ejemplo y organizar su despedida de soltero en un bar o un lugar donde no se aceptaran niños—. Mejor me voy con Yukhei a darle su regalo, ¿Dónde está?

   —En el jardín, poniendo el asador, cuando lo veas dile que sus sobrinos son los niños más horribles del mundo y que nunca, ¡nunca! Voy a querer tener hijos —Jungwoo aún tenía los brazos cruzados frente a su pecho a señal de protesta—. ¡Es absurdo! Esta debería ser una fiesta de adultos, no de niños.

   —Jungwoo —Jeno cerró los ojos y suspiró—, tienes una mesa de dulces.

   — ¡Porque a todos les gustan los dulces!

   — ¡Incluso tienes una piñata colgada! Y un DJ, ¿Qué clase de despedida de soltero crees que es esta?

   — ¿¡De qué lado se supone que estás!? —Muy bien, su hermano ya lo estaba odiando—. ¿Sabes qué? De repente ya no quiero verte. Ojalá me hubieran dado un perrito en lugar de un hermano. 

   Jeno intentó parecer triste o indignado, pero no podía. Es que, su hermano era demasiado sentimental para no reírse.

    —No te pongas así —intentó arreglar las cosas, no le gustaba que su hermano se enojara con él, ni siquiera cuando no era en serio—. Para tu buena suerte los niños se duermen temprano. 

Move On |NoMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora