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Es bien sabido que la libertad es uno de los deseos más apreciados en la galaxia porque quien tiene libertad no está atado a nada,ni a nadie. Sin embargo, si bien la Primera Orden puede temer ante la idea de un grupo de individuos más poderosos que ellos, una mentalidad libre es algo que en verdad les aterra..

Porque una mente libre es realmente imparable.

Por supuesto, la Primera Orden había encontrado una solución a tal inconveniente.
Navegando por toda la galaxia, cada planeta donde la Primera Orden ponía un pie encima exterminaban cada amenaza dejando tantos planetas como podían, debil y de rodillas. A todo el que se le ocurriera hacerse el fuerte ante ellos, se llevaba aparte para torturarle hasta aplastar su espíritu por completo, extinguiendo la llama de la libertad por la fuerza.

Hoy de hecho, un nuevo planeta estaba a punto de enfrentar su destino, un silencio infernal rodeaba la faz del planeta y con una sola orden,los gritos de horror no se hicieron esperar.
La Capitana Phasma había ordenado la ejecución de un pueblucho a las afueras de una ciudad de un pequeño planeta, no era de extrañarse, solo que entre las tropas se notaba cierta tensión. El Líder Supremo estaba en el planeta, vigilandolos desde la nave con una mirada fría ante la masacre que estaba presenciando. A su alrededor, todos los técnicos marcaban frenéticamente las estadísticas de bienes que habían sacado del planeta, casi nulas pero era lo de menos en su objetivo real, solo buscaban doblegar al planeta entero.

Con un aire frío, el Líder Supremo se giro sobre sus pies tomando camino hacia sus aposentos, cualquier despistado que se cruzara en su camino saltaba a un lado evitando cuántos problemas le era posible.

Entrando por la compuerta, el Líder Supremo serio un respiro. En cuanto la compuerta se cerró se retiró su distintiva máscara del rostro y la llevo consigo en su mano izquierda mientras caminaba con cierta desesperación alrededor de la habitación hasta que en un ataque de irá lanzo el casco contra una pared lanzando un grito de frustración.

¿Su problema? Habían saqueado dos pueblos dónde se registraban los últimos vestigios de especies sensibles a la fuerza, todos asesinados a sangre fría por un clan de mercenarios extremistas.
Las acciones de estos no eran muy diferentes a las acciones de la primera orden, sin embargo, si El Líder Supremo Kylo Ren tenía una mínima posibilidad de tener un aprendiz, con ese ataque la había perdido.

Dejando su máscara sobre su escritorio se recargo en este y dió un suspiro (que pareció más un gruñido de frustración) cerrando los ojos y tratando de pensar en algún plan alterno que pudiera solucionar el problema de la masacre causado por aquellos extremistas.
Levantando el rostro vio en el reflejo de la pared metálica el casco de su abuelo, Lord Darth Vader. Se preguntaba a si mismo: ¿Cómo pudo, con tanto poder, conseguir que su legado de terror no muriera junto con él? ¿Cómo?

En eso estaba cuando un presentimiento invadió la mente de Ren, un sentimiento de algo fuera de lugar además de una sensación de peligro inminente, como una fuerza que lo jalaba pero también una fuerza que tiempo atrás no llegaba a percibir, casi como si de la nada hubiera sentido a alguien entrar a la nave, a alguien que era como el.

A alguien sensible a la fuerza.

Mientras Kylo se destrozaba la cabeza en un intento de apaciguar su ira, el sonido de la compuerta abriéndose hizo que se irguiera en su lugar y se colocará la máscara de nuevo mientras el almirante (quien había entrado sin siquiera tocar la puerta) rogaba mentalmente por su vida ante tal atrevimiento.

- Líder Supremo, hay un..

Comenzó a decir, entonces Kylo Ren con un simple gesto de sus dedos termino por empujarlo contra una pared y, haciendo uso de la fuerza, lo levanto sin dejarse presionarlo contra está misma.

[[ C r a c k e d ]] (Kylo Ren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora