[[ C r a c k e d ]] (Kylo Ren)

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K y  l o   R e n

Había pasado las últimas dos noches sin una pizca de sueño. Me era imposible siquiera cerrar los ojos sin asemejar la imagen de los ojos de Tara penetrando en los míos.

Me hacía sentir... Bien, pero alerta. Tenía el presentimiento de que algo muy malo estaba por pasarle a Tara y no sabía cómo evitarlo. Le había hecho una promesa y era mi turno para cumplirla.

¿Pero a costa de ponerla en un peligro desconocido? No puedo hacerlo.

Simplemente no lo haría.

Había tomado todo el coraje que pude reunir ante lo que iba a hacer ahora. Estando a la entrada de la celda de su amigo me pare erguido haciendo una seña para que abrieran la compuerta.
No me costaba ser intimidante, lo que sería difícil es convecerlo de que no se trataba de una trampa para que se quedará aquí. En la nave. A salvó.

Lo primero que noté era su mirada fija a mi, tenía el rostro lleno de moretones y el labio partido, haciéndolo lucir diferente a como la primera y única vez dónde lo ví.

- ¿Que quieres?

- Solo vengo a hablar- Mi voz paso por el modulador hasta sus oídos llegando a hacer sus sentidos agudizarse ante un supuesto ataque inminente.

- Mientes.

Inmediatamente me puse a la defensiva. Primera vez dónde mis intenciones iban más allá del bien de la primera orden y dudan de mi veracidad. Sin perder mi postura di un paso al frente logrando que él retrocediera con torpeza. Mi presencia era suficiente para que no intentará nada estúpido.

- Si vas a matarme-

- Vengo a hablar sobre Tara.

Con esto por fin conseguí su completa atención, aunque no dejaba de estar a la defensiva. Tomando un respiro comencé a hablar con el tono más neutral que logré.

- Está en peligro. - Una risita sarcástica salió de su boca logrando irritarme un poco. Decidí ignorarlo u continuar. - Quizá no lo entiendas pero ella y yo... Tenemos una conexión.

Su sonrisa desapareció. Ahora su rostro reflejaba irá que intentaba enmascarar con indiferencia.

- Esta... Conexión, me advierte constantemente de un peligro inminente. No sé cómo explicarlo... Pero Tara está en peligro.

Seguía sin decir nada, así que terminé mi oración casi obligándome a vomitar las palabras.

- Necesito que me prometas algo. - Tragué saliva, arrepintiendo me por haber tomado está decisión, por haber prometido dejarla ir cuando sabía que no lo haría. Ahora, lo que estaba por pedir terminaría de tajo con el legado de los sith. - En cuánto lleguemos a su planeta, llévatela. Que esté a salvo en su hogar y... Sin que ella lo noté, toma el sable y destruyelo.

Él abrió los por un momento, en shock. Luego su mueca se deformó a una sonrisa maniaca, riendose en mi cara mientras mi mano se tornaba un puño.
Cuando dejó de reírse, se acercó a mi hasta donde su coraje lo permitió, levantando la barbilla con una sonrisa.

- ¿Pretendes enterrar la memoria de TODO lo que pasó aquí destruyendo su sable? - su risa regreso, aunque tuvo un efecto aún más irritante sobre mi que tuve que suprimir para evitar golpearle. - No, no es ningún favor. Será todo un honor olvidarnos de todo esto.

Por un momento me sentí aliviado pero su sonrisa me dio a entender que no había terminado.

- Sin embargo, no destruiré nada. No tengo porque confiar en ti y mucho menos porque quitarle su sable a mi amiga. Pero si te puedo prometer algo. 

Su rostro quedó casi pegado a mi casco, era tan alto como yo así queda este punto, debería recurriría otro método para intimidarlo. Aunque con la determinación en sus ojos,no sería tan fácil como antes.

- Me aseguraré de que te vuelvas no más que una memoria, tanto para ella como para toda la galaxia...

- Si así lo quieres...

Me giré empujándolo hasta el otro lado de la celda usando la fuerza y solo soltando el agarre cuando las compuertas se hubieron cerrado detrás mía.

- Buena suerte con eso.

Salí del ala a pasos cortos y sin prisa sintiéndome de nuevo nublado de pensamientos de advertencia hacia la vida de Tara.

Si su mejor amigo no estaba dispuesto a salvarla de si misma, no tenía otra opción.

Tenía que romper mi promesa.

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