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T a r a

Estos habían sido por mucho las peores semanas que he vivido dentro de esta nave.

La memoria por siempre presente de lo que había pasado además del estrés en mi intento de parecer amenazante y mantener el estatus de mi maestro presente e intacto me estaban matando.
Cada mañana a la misma hora iba al ala medica para estar al tanto de su recuperación día a día. Hoy en especial, el androide médico cambio sus palabras de: "Está estable, esperemos despierte pronto" a "Está estable, no perdamos la esperanza."

Esperanza... Irónico que lo diga...

Aún tenía la sensación de estar sosteniendo la mano de mi maestro entre las mías cuando la voz de Toga, al otro lado de la puerta que nos separaba, me regresaba a la realidad.

- Te vez muy delgada. ¿Haz comido estos días?

Con las manos como cuenco aún levanté la mirada para ver sus ojos juzgando mi apariencia a través del cristal.

Estábamos en la sala medica. Mi Padre se encontraba sobre una camilla, inconsciente, estando acompañado solo de Toga y un par de droides médicos. A pesar del tiempo y "rango" que ostentaba aquí no me permitían tener contacto con ninguno de los dos. En caso de que se nos ocurriera escapar, no permitirían que estuviéramos juntos ni un minuto.

Note sus cejas enarcarse en cuanto notó mi mirada fría y cansada teniendo las ojeras como evidencia de un pobre calendario de sueño.

- Dios Tara... ¿Qué ha pasado?

El tono de mi amigo se notaba ligeramente diferente a su voz de preocupación normal aunque a decir verdad, no tenía la energía para poder hacer una conversación decente para él, así que me limité a responder de manera concreta y concisa.

- Ren aun no despierta.

- ¿Cuánto lleva así?

- Casi da el mes.

- ¿Qué te ha dicho el médico?

Fruncí el seño ligeramente ante su pregunta soltando una risa sarcástica y desganada.

- El médico me exhorta a no perder la esperanza...

Sin poder controlarme gracias al sueño y a la falta de paz en mi corazón comencé a dar carcajadas lunáticas que llegaron a poner nerviosos incluso a los droides médicos detrás de Toga.

- ¡Esperanza! ¿Entiendes?

- Tara...

Talle mis ojos de lo que intérprete eran lágrimas de risa, dándome cuenta más tarde de que se trataban de lágrimas de agonía. 

Después de una breve pausa, levanté la mirada con los ojos enrojecidos y el rostro compungido.

- Lo siento Toga... No creo que volvamos a casa...

Su semblante cambio automáticamente tornándose en una cara de horror y preocupación.

- Sin Ren no hay manera de que salgamos de aquí, menos con mi Padre en este estado.

Mire el esquelético rostro de mi padre pasando mis manos por el cristal, añorando un abrazo de el, resignándome a solo ver su pecho subir y bajar ante su respiración. 

- ¿Qué acaso tu esperanza estaba solo en él?

Fruncí el ceño volviendo a levantar la mirada hacia mi amigo, quien me observaba con el mismo semblante molesto.

- ¿Qué quieres decir?

- Tara, el jamás nos iba a dejar ir. Jamás. Solo espera a que lo olvides y decidas quedarte aquí.

Talle mis ojos bruscamente intentando procesar bien sus palabras. Si, estaba aquí solo porque le conviene, mis "privilegios" y mi vida entera desde hace ya seis meses habían sido marcadas solo por el hecho de ser la protegida de Ren. Su sucesora.

Esto ultimo me hizo tragar saliva. No se lo había dicho a Toga pero anteriormente en mis rondas por los pasillos de la nave escuche al General Hux y a otro grupo de almirantes hablando entre si sobre el estado de Ren y el posible ascenso de su aprendiz como sucesora.

No lo permitirían, no sin Ren aquí.

- Tenemos que salir de aquí Tara.

Suspire dejando todo el aire salir de mis pulmones solo para retomar mi postura frente a él.

- No se como... nos mataran y yo...

Volví a ver a mi Padre. Le prometí a mi madre que volvería con su esposo, sano y salvo. No soy alguien que guste de romper promesas. 

- Que mi Padre despierte, reúne todas las ideas que tengas hasta entonces.

Me gire lista para retomar mi camino hacia la sala de comandos pero me detuve ante una cesación extraña. 

Sentí la mirada de mi amigo, pesada, como la mirada de alguien que tiene muchas cosas que decir. Si fuera diferente, me había bastado con intentar leer su mente, pero no soy así. Habrá otro momento para hablar de lo que oculta. 

Saliendo del ala medica a paso firme con el casco puesto me deje llevar por una extraña seguridad dentro de mi.

Saldríamos de aquí.

Eso por seguro.

Algo corto, lo siento.

Se viene lo bueno.

-✏️

[[ C r a c k e d ]] (Kylo Ren)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin