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K y l o . R e n

Desde que había despertado no me había podido quitar esa curiosa sensación de seguir soñando. No había bastado con el simple hecho de que al despertar me encontré con el cañon de tres blasters ni tampoco el que mi aprendiz se allá hechado a llorar sobre mi.

Esa sensación me seguía a todo momento desde que abrí mis ojos y era aún más fuerte cuando estaba cerca de Tara. Tan fuerte era que no me permitió dormir durante el otro par de días que estuve dentro de la cama aún para observación.

Finalmente, cuando pude salir del ala medica decidí que lo mejor sería retomar el entrenamiento de Tara cuanto antes. Había escuchado mucho de parte de mis generales sobre su desempeño en mi ausencia y a decir verdad estaba asombrado, no esperaba que la misma chica que había llorado en cuanto me vio despierto tuviera un carácter tan duro frente a personas más poderosas y experimentadas que ella.

Estaba a decir verdad... Asombrado.

Continuamos con el combate de sables pero al ver qué su desempeño no había decaído decidí que nos concebtrariamos en su desempeño con el control de la fuerza en paralelo con su entrenamiento de combate.

Por alguna razón, a pesar de sus habilidades físicas le era casi imposible hacer levitar un objeto frente a ella por más de 10 segundos, eso no la ayudaba y aún menos le permitía progresar.

Su gruñido de frustración me trajo de vuelta al presenta viendo como dejaba la caja metálica caer frente a ella.

- Estás distraída. - Me apresuré a decir ganando una mirada de disgusto muy poco disimulada de su parte. - Necesitas limpiar tu mente antes de que puedas siquiera intentarlo.

- Estoy bien. - Escupió volviendo a intentarlo dejando caer el objetivo nuevamente. - Agh. ¡Es imposible!

Cansado extendí mi mano hacia su cabeza no siendo capaz siquiera de pasar esa barrera que aún existía en su mente.

- ¿Que hace?

Suspiré con desgane y acercándome a ella hablé con la voz más neutral que pude.

- ¿Que te molesta?

- No es nada, maestro.

- No intentes mentirme, se cuando lo haces.

Una risa sarcástica salió naturalmente de su garganta haciendo que frunciera el ceño y ella corrigiera su expresión a una sería.

- Es la por la fuga, ¿No?

Inmediatamente su rostro rígido flaqueo y se torno a un rostro triste y preocupado.

- Fueron muy crueles con él... Si no fuera porque...

- El intentó escapar, los troopers tenían que detenerlo.

- Casi lo matan a golpes...

- Hicieron lo que era-

- ¡¿Necesario?!

Sin que ninguno de los dos lo notará, la caja había salido volando hasta el otro lado de la habitación golpeando la puerta por la que entrábamos y salíamos. Su mano extendida hacia está me indico que lo que imaginé era cierto.

Ella recogió su mano y llevándola a su espalda la ocultó mientras comenzaba a llorar.

- El solo... Quiere regresar a casa... ¿Es tanto pedir?...

De la nada un flashback de mis sueños mientras estaba inconciente me llevaron a la escena de la niña viendo el atardecer así como el recuerdo de la mujer del sable púrpura. Me sentí ligeramente mareado por lo que tuve que inclinar mi cabeza un poco para compensarlo.

- ¿Maestro? ¿Se encuentra bien?

Asentí recuperandome del mareo para volver a levantar mi mirada y chocar mis ojos con los de ella. Sentí un enorme agujero en el pecho al notar sus ojos verdes inyectados en sangre gracias a que había llorado.

Tragando saliva me gire y me lleve una mano a la cara.

No estaba listo para dejarla ir. Dejarla ir es haber pasado por todo lo que pase estos años en vano. Todos los planetas y masacres me habían llevado a conseguir un digno sucesor de mi legado.

Pero no estaba en paz con eso.

Los recuerdos de mis sueños no me dejaban en paz y el constante remordimiento que no me había pegado en años lo hacía ahora. ¿Porque?

- ¿Maestro Ren?

Suspirando me di la vuelta fijando la mirada en sus ojos (los cuales ya les había bajado la hinchazón).

- Prepárate.

- ¿Para que?

- Volver a casa.

-✏️
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[[ C r a c k e d ]] (Kylo Ren)Where stories live. Discover now