UNA LUCHA DIMENSIONAL

Capitulo 6

En uno de los tantos pasillos del instituto, caminaban Isabel, Clary, Jace y Simón. Este último les comentaba al resto lo que había oído de los Winchesters.

— ¡Ay! Seguro que estás exagerando, Amor.

— No, Isabel. Estoy seguro, ellos son raros, pero muy raros — expresó el nefelim.

— Más raros que tu — le señalo Jace, pasando su brazo por detrás del cuello de Simón.

— Ja, Ja, Ja — río con sarcasmo Simón —. Ya te dije que no me hace raro, saber de películas.

— Ustedes no cambian — esta vez fue Isabel —. Jace eres mi hermano y te amo pero Simón es mi esposo, así que no te metas con el.

— Si, Jace. No te metas con Simón. — Al rubio le dolió escuchar esas palabras de su esposa.

— Puedo creer que Izzy, defienda a su esposo, ¿pero, tú? —. Jace puso su mano en su pecho en forma dramática.

— Es mi parabatai, Jace — explicó Clary, y le sujeto con ambas manos su rostro y le dio un beso.

No se dieron cuenta pero por tanta conversación llegaron a la oficina de Alec. El parabatai del ojiazul, fue el que tocó la puerta ; al escuchar la orden que podía pasar, el rubio abrió la puerta y todos detrás de el pasaron.

Alec, alzo la mirada y vio a sus hermanos y cuñados en su oficina, lo cual no era muy común que digamos pero dando los sucesos pasados y la visita de los Winchesters, no era extraño. Prosiguió a seguir leyendo sus papeles que sostenía en sus manos.

Esos papeles eran los informes del día anterior que Simón le dio, contenían los datos de Dean y Sam, sin olvidar de Castiel. También contenía algo de su vida, lo que hacían y como era su método de trabajo.

El ojiazul quedó sorprendido porque a comparación de su mundo, todo era diferente... muy diferente. Lo que describían en ese informe, era que los seres sobrenaturales eran los villanos y ellos los héroes. Otro dato era que lo hacían en forma tradicional, sus armas solían ser armas mata demonios y otras herramientas y hay veces la fuerza bruta.

Si que su mundo era un lugar oscuro y el creyendo que el suyo es el peor, no podía imaginar estar en las situaciones de aquellos dos hermanos.

Mientras el cazador ojiazul, seguía explicando acerca de la vida de los hermanos Winchesters, un mensaje de fuego llegó a las manos de Alec ; este al leerlo su expresión cambió, pues no podía creer lo que le pedía la clave hacer. Si el hubiera sabido que clase de rol tomaría la clave sobre el caso, no hubiera mandado por ayuda ; el cazador se levantó de la silla y se encaminó hacia la puerta, no tuvo que emitir palabra alguna, ya que todos empezaron a caminar tras el.

Ellos no sabían a dónde se dirigía su amigo, pero todo indicaba que no fueron buenas noticias ; muy típico de la clave, de ellos se podía esperar cualquier cosa.

Luego de caminar por algunos minutos terminaron frente a un puerta, donde nunca habían entrado. Al mismo tiempo que entraban a la habitación Magnus, también lo hacía por un portal; era como si Alec en pleno camino se hubiera comunicado con su novio.

Lo primero que hicieron fue juntar los labios, una forma de tranquilizarse el uno al otro.