Capítulo 20

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             Dedicado: LorenaAZarate

Todos corrían por los pasillos de la casa, buscaban habitación en habitación, pero a cada cuarto que entraban, siempre lo mismo osea nada. Después de la visita del angel caído, el brujo y el angel del señor desaparecieron del lugar; tanto Dean como Alec estaban desesperados.

Lo que sucedió fue que el angel caído hizo de las suyas, atacó a todos los presentes en ese momento; tanto como Castiel y Magnus intentaron proteger a sus seres queridos, pero Lucifer fue más que ellos dos. El brujo y el ser celestial lucharon con todas sus fuerzas contra el enemigo; el arcángel se aburrió de ellos dos causó una explosión de luz dejando cegados a todos, cuando los cazadores recuperaron la vista Magnus con Castiel habían desaparecido inmediatamente se inició la búsqueda, sin resultados positivos.

Ha pasado alrededor de una hora de ese suceso, el corazón de Alec dolia ni hablar del estado de Dean, quien se echaba la culpa por no haber ayudado a su amigo. El resto del grupo trataba de consolar a los dos hombres, Jace a su parabatai y Sam a su hermano.

—Lo vamos a encontrar, Alec —le dijo Jace mientras lo abrazaba.

—Si tan solo supiera dónde está.—Su tono era ira y frustración.

—Eso déjanos a nosotros hermano —Jace se alejó de Alec —. Esa bruja dice que puede hacer un hechizo de rastreo, pero necesita usar las cosas de Magnus, entiendes —Alec asintió como dando permiso a que Rowena use las cosas de su novio.

Jace, al tener la aprobación de su parabatai fue con la bruja para decirle que podía usar las cosas para realizar el hechizo, ella no perdió el tiempo e inició el trabajo; el rubio regresó son su hermano.

Del otro lado Sam consolaba a su manera a su hermano mayor, era muy conocido que Dean odiaba las cosas de chicas osea todo referente de hablar de sus sentimientos, así que intento darle ánimos, pero no funcionó.

—Vamos Dean, no puedes estar así.

—¿Como así, Sam? —dijo gruñendo el rubio.

—Pues así como estas ahora —el menor se paso ambas manos a la cara sabia que lo que iba a decir no sería agrado de su hermano, pero era necesario —. Escucha Dean, te amo, eres mi hermano; pero no puedes tener la misma aptitud de siempre, la vez pasada fue lo mismo.

—No se a que te refieres —el mayor le volteo la cara.

—Sí, si sabes a lo que me refiero y no te hagas el desentendido. Se muy bien que tu mente está en la primera vez que perdimos a Castiel.

—Sigo sin entender que tiene que ver eso con lo que estamos viviendo, Sam —su tono era de enojo.

—Me refiero a todo, Dean. Esa vez casi por poco mueres, no quiero pasar por eso otra vez, no lo soportaría—sus ojos se llenaron de lagrimas—. Te lo garantizo que por mi parte haré todo lo posible para hallar a Castiel.

Dean abrazo a su hermano. El mayor se sentía culpable de echarle tal preocupación a Sam, claro que sentía dolor, pero tenía a su hermano y eso por ahora le bastaba para ser feliz.

En eso un portal se abrió y de el salió Catarina quien era la mejor amiga de Magnus. Ella camino hasta llegar en frente de Alec, la bruja no tenía una buena expresión y su tono de voz la delataba.

—¿Cómo es que Magnus ha desaparecido? —Tenía sus manos en la cintura —. No se supone que estaba contigo, te dije que lo cuidarás— la bruja se encontraba muy molesta.

—No fue mi culpa.

—¿Entonces quien fue?

—Su tío de nombre Lucifer —La bruja abrió muy grandes sus ojos.

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