Capítulo 28

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—¡Silencio! —dijo dando un golpe a la mesa—. Se que esto parece serio, pero recuerden que se debe actuar con la cabeza fría.

—Pero señora esa nota habla de un ataque a nuestra cuidad, y no solo eso, también el mundo de los mundanos.

—Me esta sugiriendo que mueva un ejercito entero por una tonta nota.

—Consul, no solo es una nota, es una amenaza.

—Creo que debemos avisar a los subterráneos, después de todo ellos también están involucrados—opinó otro consejero.

—Les recuerdo señores, que los subterráneos son hijos de demonios y el que mando esta nota—dijo mostrando el papel—, fue un demonio. Si avisamos a los del submundo, ¿qué nos garantiza que nos traicione?

—Tiene un buen punto, pero recuerde que ellos se aliaron con nosotros en la gran guerra, además tienen voto en el consejo…

En ese preciso momento las puertas del gran salón se abrieron, dando pase a un hombre de atuendo peculiar.

—Siento la demora cazadores, cónsul—hizo una pequeña reverencia con la cabeza—; pero al parecer no me llego la invitación a la reunión.

—Lamentó escuchar eso, Ruf.

—Se que es así señora—El brujo cogió una de las silla vacías y tomó asiento junto a George, quien era un cazador y miembro del consejo—. ¿Qué me perdí?

Los miembros del consejo miraron a la cónsul que sabiendo que no había de otra, les dio una señal de aprobación para que hablaran.

George que se llevaba mejor el brujo fue el encargado de decirle sobre la nota, también le dijo sobre las sospechas de la señora Jia; aunque a Ruf no le sorprendía esto último. Era bien conocido que la cónsul no le agradaba para nada los subterráneos, menos tenerlos en el consejo. Cuando terminó de escuchar todos el informe expreso su punto de vista.

—Si me lo preguntan, creo que ningún subterráneo está metido en esto, y hablo por los brujos específicamente.

—Nadie nos garantiza que su presentimiento sea verdad—le comento la cónsul.—Espero que nada de lo hablado salga de aquí.

—Señora…—Se cruzo de piernas y de brazos—; puedo ser un don juan, pero menos un traidor. Si me escogió para representar a los del submundo, debería al menos tener una buena impresión de mi.

—Que no se le vaya subir su graduación a la cabeza, señor Rafu. Recuerde que solo es temporal hasta que Magnus Bane regrese.

—Eso lo tengo claro señora, como también tengo claro que me eligió para representar al submundo por mi cercanía al gran brujo, ¿o me equivoco?

—No se equivoca, para tener un equilibrio y mantener el control debes aliarte con los que muevan la masa.

—Entonces, según su teoría, no debió avisar a los subterráneos ¿que estamos ante un posible ataque de un príncipe del infierno?

—Ya le contesté eso anteriormente. No confío en los subterráneos.

—Ok, creo que esta conversación se sale de lo que estamos discutiendo, ¿qué vamos hacer? Me refiero si le vamos hacer  caso a esa nota.—Se dirigió a la cónsul.

—No queda de otra, aumenten la protección del salvaguarda, desde ahora todo cazador que ingrese debe ser inspeccionado.

—Muy bien, y señora sobre el otro tema, me refiero a la familia Ligthwood.

—Según Robert me dijo que debía rescatar a su hijo, le creí, pero viendo esta situación creo que me engaño, si regresan pasaran por consejo disciplinario, aunque en realidad no espero que vuelvan nunca más.—Diciendo eso salió del salón. El resto de consejeros también lo hizo, menos George.

UNA LUCHA DIMENSIONAL Where stories live. Discover now