Capítulo 19

134 10 0
                                    

                Dedicado a ChayEline


Mundo SPN

En las oscuras calles de Kansas, una mujer trataba de ocultarse, ¿de quien?, de un hombre. Kelly se había descuidado de su seguridad, ahora era presa fácil para cualquier ser. Por tres semanas seguidas se vio en la necesidad de cambiar de lugar. Todo empezó cuando una noche alguien tocó la puerta de la habitación en que se hospedaba, una mujer que le ataco pero lo que más miedo le causó fue que aquella extraña tenía sus ojos negros; por intervención divina, esa tipa no logró su cometido, no sabe como, pero ella hizo que la mujer se desvanezca en los aires.

Tomo lo que pudo y se fue de ahí. Su dinero casi se le agotaba, menos mal que tenía algunos amigos que le apoyaban, claro que siempre decía alguna excusa pues no quería que nadie más, se enterara de su estado.

Lo que nos lleva de vuelta a esta situación, el extraño que le seguía era otro demonio que buscaba quedarse con el bebé; pero jamás pensó que la mujer le daría tantos problemas. Kelly se metió por un callejón, pensando así que su perseguidor no lograra hallarla, pero grande error. La futura madre choco con una enorme pared, lo peor no era eso, lo peor era que se escucharon pasos detrás de ella; la mujer buscaba algún hueco por donde meterse, pues trepar la pared no era una buena opción, pero se dio cuenta que las pisadas ya no se oían se dio la vuelta, fue cuando volvió a ver aquellos ojos rojos que tanto miedo le causaban.

—¿Tu?

—Tanto tiempo sin verte, vaya, mi hijo ha crecido muy rápido. —Lucifer mostraba una sonrisa malévola. Por su parte la mujer llevó sus manos a su vientre, en modo de protección.

—¿Qué es lo que buscas de mi?

—De ti no busco nada, lo que deseo es que me des a mi hijo.

—A el jamás lo tendrás. —Kelly comenzó a retroceder hasta chocar su espalda en contra de la pared.

—Ja, ja, ja, ¿De verdad piensas eso? es mi hijo, quieras o no el vendrá a mi. Es como dicen ustedes los humanos —hizo un gesto como si estuviera pensando —, Ah si, la sangre siempre llama.

—El no, ya le hablado de ti, le he dicho que no se te acerque, eres un maldito demonio.

—En eso te equivocas querida —camino hasta quedar frente a la mujer—, no soy un demonio, soy un arcángel.

—Para mi eres un demonio —dijo sin inmutarse.

Lucifer sonrió se lado para después sujetar del cuello a la futura madre que con sus manos intentaba soltarse del fuerte agarre; Kelly sentía que poco a poco el aire se le iba, fue cuando perdió el conocimiento. El angel caído al ver eso la dejó caer al suelo.

—Eres una perra —dijo mirando el cuerpo de la mujer —. Ahora solo debo llevarte de vuelta conmigo.

Cuando se disponía a cargar en sus brazos a la mujer; un campo de energía color dorado cubrió a Kelly, quien seguía inconsciente. Esa protección no dejaba que Lucifer pusiera una mano encima en la futura madre, pero eso no fue todo, pues Kelly se puso de pie abrió sus ojos y estos eran dorados.

—No te atrevas a tocar a mi madre, si no lo vas a lamentar.—Ese timbre de voz no era de la mujer. Lucifer sabía a quien pertenecía, su hijo.

—Si que eres sorprendente —sus ojos brillaban al ver el poder de su hijo —. De verdad eres...

—No hace falta que me des cumplidos, no necesito eso, menos de ti —estiro sus brazos hacia el arcángel.

—Uf, vas a matar a tu padre, al ser que te dio la vida —puso su mano el pecho fingiendo dolor—. No me hagas reír, no puedes hacer eso.

UNA LUCHA DIMENSIONAL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora