Capítulo 23

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Todo el mundo mantenía silencio frente a los dos figuras que se encontraban sentados en el mueble.

Después de la sorpresiva llamada que hizo el cazador mayor a su hija, no pasó mucho tiempo para el timbre de la casa suene; efectivamente cuando la cazadora de cabellos negros abrió la puerta pudo ver a sus progenitores parados en la puerta con una expresión muy poco amigable. Izzy les invitó a pasar y ellos lo hicieron.

Eso nos trae de regreso a la primera escena.

—Y bien ¿quién nos va decir que paso? —pregunto Maryse Lightwood.

Los chicos miraron a Isabella.

<<Gracias, chicos>>

—Bueno, como verán... nosotros—dio una mirada rápida a sus amigos y novio-, no puedo, lo siento...—se fue a los brazos de su pareja.

Jace no le quedo de otra que hablar.

El cazador le contó a los Ligthwood todo lo que habían pasado; la llegada de los Winchester, Lucifer, sobre lo que hicieron la clave con Castiel. También le contó cómo Alec ya no estaba en este mundo.

—Así que Magnus otra vez causando problemas—se quejó Robert.

—¿Acaso no te quedo claro lo que dijo Jace?—le increpó su hija—, mi hermano fue a rescatar a su novio, papá.

—Su hija tiene razón, señor Ligthwood-le comentó su yerno—. Magnus fue secuestrado por Lucifer y...

—Sí, sí, ya me dijeron eso. Mi hijo fue a buscarlo; pero lo que no logro entender es como el portal se cerró.

—Ni yo se eso señor Ligthwood—dijo Aylin—, pero puedo hacer otro portal y llevarlos de regreso solo que...—miro al rubio y este hizo un gesto de negación.

Robert se dio cuenta de ello y les encaró, pues sabía que algo ocultaban.

—¿Pero qué? ¡hablen! No se queden callados.

Aylin inhala y exhalo aire, era un mecanismo que ella usaba para darse ánimos cuando se hallaba nerviosa.

—Necesito el collar de hada, señor.

Robert y Maryse se miraron. Sabían bien a lo que se refería.

—Ese collar esta en manos de la clave, me están dando entender ¿qué yo lo tome y se los de a ustedes?

—Exacto Robert, caíste como caído del cielo, quien diría que salvaría la vida de tu hijo, un hijo que desprecia...—

Isabella le tapó la boca.

—Disculpen, esta así por que no tiene a su cerebro—sonrió. Jace apartó la mano de su hermana de su boca y le encaró.

—¿Qué te pasa?—le reclamó a su hermana.

—No puedes mencionar el pasado, sabes muy bien como ellos se ponen. Además necesitamos que como inquisidor que es abogue por nosotros—le explicó.

—Ok, solo por eso, no diré nada más.

El rubio se fue con su esposa.

Mientras eso pasaba Robert y Maryse tenían una pequeña discusión en voz baja. La discusión era por el hecho que el cazador ponía pretextos para salvar a su propio hijo; pero Maryse le exigía que fuera a Idris a hablar con la Consul. Luego de unos minutos de discusión, Robert habló y les dijo:

—Esta decidido, iré a hablar con la consul.

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—Por lo visto, tu también, ¿tienes un libro favorito?—le preguntó Magnus a Rowena, quien tenía el libro de los condenados en la mano.

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