Cuatro

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—¿Es un bebé? —pregunta parándose frente a él con una mirada difícil de descifrar.

—Ehh... S-si —responde nervioso y tiembla un poco más cuando Erick quita la mantita.

El bebé se calla en cuanto ve al ojiverde y le sonríe.

—¿Tuyo?

—No —responde antes de pensar en una mentira —¡b-bueno, si! —tartamudea —Lo que quiero decir —aclara —es hijo de mi hermana mayor y lo estoy cuidando hasta que vuelva de su viaje.

—Ohh... entiendo —suelta en un suspiro y se siente casi feliz.

Joel no entiende sus expresiones ni lo que transmite el tono de su voz, así que es difícil descifrar el mensaje oculto para él.

—Debo ir a comprar algunas cosas para él —dice tratando de decirle que quiere irse ya.

—¿Ahora? —cuestiona con sorpresa —es demasiado tarde, pueden enfermarse, ambos.

Carraspea al notar su preocupación no solo por el bebé sino por el también.

—Lo trajeron apenas en la noche y no tuve tiempo de comprar sus pañales.

—¿Tu hermana no trajo su pañalera?

—¡Otra vez estás en tu papel de policía! —reniega. Erick frunce el ceño un poco dolido e inconscientemente forma un puchero en sus labios. Joel desvía la mirada al sentirse más nervioso y pronuncia —Como sea, perdí sus cosas en el taxi. ¿Contento?

El delgado chico niega ligeramente con su cabeza y ríe un poco —¿Eres siempre tan descuidado? —acaricia la cabecita del bebé que los mira a ambos curioso —Lo estás cargando descuidadamente en una mochila y vas a sacarlo así cuando hace tanto frío.

—No es mi culpa —se excusa —jamás he cuidado a nadie, ni siquiera a un hamster —juega con sus dedos mientras Erick saca su chamarra de su mochila.

Saca al bebé de la mochila y lo envuelve de alguna forma en su mantita y en la chamarra —Así estarás más calientito —le dice tapando su cabecita con la capucha.

—Gracias pero puedo ir a mí departamento por otra cobija.

—Se hará más tarde —niega —así que camina.

—¿Qué?

—Voy a acompañarlos al supermercado —responde obvio.

—No —se queja —puedo hacerlo solo.

—Es muy tarde y mi deber como policía es cuidar a cada persona.

—Bueno, ahora no estás de turno y yo puedo cuidarme solo.

—Lo hago sobre todo por el bebé. ¿Dónde piensas sostener las cosas que vas a comprar? Eres tan descuidado.

Joel suelta un pequeño gruñido antes de encaminarse al supermercado y en todo el camino sigue quejándose.

Erick es demasiado confiansudo, en su primera conversación y ya se siente con el derecho de regañarlo.

En serio no le agrada.

Baby || JoerickWhere stories live. Discover now